La paz de Dios…Sobrepasa todo entendimiento

shalom_paz_dios

EEUU

Por Carmelo Alvarez

Hermanas y hermanos en Cristo Jesús, peace, paz, shalom, eirene.  Con esta palabra tan bíblica y actual quisiera saludarles en esta ocasión tan auspiciosa y festiva. Siempre he disfrutado de estas graduaciones. Cuando hemos pasado por tantos momentos de arduo trabajo, llega la oportunidad de celebrar y compartir nuestro triunfo. Yo los he disfrutado por años en mis funciones como rector del Seminario Bíblico Latinoamericano de Costa Rica (hoy UBL) y luego como decano de estudiantes en el Christian Theological Seminary, Indianapolis, Indiana.

Al compartir un momento tan auspicioso, y felicitarles, me dirijo a Uds. con un mensaje basado en Filipenses 4.2-9. Esta epístola paulina ha sido denominada la carta del gozo y la solidaridad de Dios. El regocijo del cual habla el apóstol Pablo está basado en la cruz-resurrección de Jesucristo. Las dimensiones de un regocijo que en medio de toda adversidad y sufrimiento, nos afirma el regocijo de vivir en Dios y aguardar a Dios, son subrayadas aquí. La paz de Dios de la cual habla Pablo se da en medio de la persecución y la cárcel. El que escribe es un prisionero por la causa de Jesucristo. Y Pablo exhorta a los Filipenses, y a nosotros y nosotras, a mantener un balance entre la mente y el corazón.

Me dirijo a los graduandos y graduandas especialmente. Uds. han adquirido conocimiento, ahora deben sopesarlo con los más profundos sentimientos de humildad y en disposición de servir a las iglesias y al reinado de Dios. Nos llena de mucha alegría, además, el 10 aniversario de CAATS y el 5 aniversario de ALTE.

La alegría es un valor profundamente cristiano. Lo que la motiva es la manifestación de Dios en Jesucristo a favor de la humanidad y toda la creación. El regocijo evangélico subraya que no importa lo que suceda, en medio de crisis y conflictos, Dios sigue siendo nuestro sustento.  En la ansiedad, rodeados del miedo, tentados por la apatía, asechados por la incertidumbre, en un mundo frágil, se nos convoca a no desanimarnos, ni rendirnos. Pablo insiste, nuestra oración y acción de gracias son antídoto contra toda desesperanza. ¡E instalan en nuestra vida una plena confianza en Dios! El futuro con la gloria que vendrá promete una comunión con Dios para siempre.

Entonces, la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento humano, que nos fortalece corazón adentro, va animando nuestra vida, de modo que sentimos la gracia y paz de Dios que nos permite esperar en Dios con certeza. Los horizontes se abren y aguardamos lo que Dios tiene para nosotros y nosotras hacia el futuro con alegría y devoción.

Pablo reitera que la paz de Dios, como bendición y compañía, “guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”. (Fil.4.7). Pablo hereda una concepción de la paz que tiene como trasfondo al Antiguo Testamento. La palabra Shalom tiene muchas acepciones. Puede significar felicidad, alegría, paz, bendición, bienestar, justicia, dependiendo del contexto donde se le invoca. Ciertamente es más que la ausencia de conflictos.

Estamos aquí frente a una teología de “mente y corazón”. Nuestra experiencia de fe no es suficiente. Hay que sopesar lo aprendido en la fe. Debemos sentir, pero también reflexionar, examinar, ponderar, discernir. Por eso el don del discernimiento ilumina el entendimiento y orienta la acción. Al afirmar nuestra fe, entenderemos mejor. El conocimiento adquirido transforma nuestra conducta y permite modelar con el testimonio lo que el Evangelio es en nosotros y nosotras. Seremos líderes capacitados y capacitadas para enseñar, instruir, dirigir. No con falsos autoritarismos ni imposiciones, sino con sabiduría, persuasión y actitud de diálogo. Incluso, nuestra vocación suprema exige el sacrificio y la entrega concreta de nuestra propia vida.

En medio de las luchas, en tiempos difíciles, donde la verdad evangélica es puesta a prueba. Cuando hay tergiversaciones del Evangelio y falsos profetismos, nuestra paciencia y creatividad para soñar y vislumbrar nuevos horizontes se amplían. La esperanza nos alienta y anima. Seguimos luchando por el reinado de Dios.

El Dr. Walter Bruggemann en su libro Peace (Paz), nos ofrece esta exhortación como desafío:

Somos invitados a confrontar la crisis del espíritu humano. Nuestra usual manera de hablar sobre ella la denominamos SHALOM. La  obra de SHALOM que hacemos en la educación cristiana tiene que ver con el balance y dialéctica de confianza/poder y misterio (énfasis mío), la polaridad de la iniciativa humana y la confianza humana y la espera. (Walter Bruggemann, Peace, (St. Louis: Chalice Press, 2001), 190.

En otras palabras,  en medio de la crisis, nos agarramos de Dios, misterio de nuestra vida y fuerza de nuestro espíritu, y esperamos activamente lo que Dios nos tiene deparado.

Hoy, cuando enfrentamos el racismo institucional y la violencia en Ferguson, Misurí, donde nuestros hermanos y hermanas afro-americanos siguen sufriendo la opresión y la marginación,  en momentos que el desplazamiento y el abuso a nuestra niñez hispana en la Frontera se vuelve no sólo injusto, sino intolerable. Esa Frontera, “Borderlands”, la Nepantla, esa tierra de nadie. Cuando nos declaran “ilegales”, y Dios sabe que somos legales, porque nos hizo con legitimidad como su “imagen y semejanza”, nos atrevemos a exclamar:

¡Si se puede! ¡Si podemos! Y lo afirmamos a voz en cuello: Construiremos con la ayuda de Dios un futuro de paz, mejor y duradero. ¡Lo creemos y lo afirmamos!

Y el apóstol Pablo nos reafirma: Por lo demás, hermanos [y hermanas], todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad…Y el Dios de paz estará con vosotros. Que en ese compromiso con la paz y la búsqueda de justicia, Dios nos ilumine. Amén.

Carmelo Álvarez – 22 de septiembre de 2014 – Chicago, IL (Sermón, Ceremonia Graduación 2014 del Seminary Consortium for Urban Pastoral Education (SCUPE), Programas ALTE (Hispano) y CAATS (Afro-Americano), 20 de septiembre, Trinity United Church of Christ, Chicago).

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *