Mil veces gracias

 

inmigrantes sirios en Uruguay (ultima Hora)

URUGUAY

La vicemoderadora de la Mesa Valdense, Carola Tron y el presidente de la Federación de Iglesias Evangélicas de Uruguay, Hugo Armand Pilón visitaron a las familias sirias, el 15 de octubre pasado, en la Casa San José, en Montevideo. El gobierno uruguayo encomendó a la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación un proyecto de asistencia a estas familias y es por eso que, diferentes actores sociales y religiosos fueron convocados para coordinar esa ayuda. Aquí, el relato de Carola Tron de lo vivenciado junto a las familias sirias: 

La relatividad del tiempo se percibe en el movimiento de los grupos familiares, los niños y niñas, y todo el grupo humano que convive en la Casa San José. Mañana se cumplirá apenas una semana desde que llegaron a Uruguay. Sobreviven a los horrores de las guerras, a las pérdidas materiales, familiares y ahora también culturales.

Nosotros estamos felices de recibirlos, queremos ver fotos, saber todo de ellos… No son sus tiempos del duelo. Por eso hoy, la visita fue principalmente estar y compartir miradas, grabar rostros y acompañarnos un rato mayormente en silencio sabiendo que será el primer encuentro de muchos otros, en donde la lengua dejará de ser una limitante para comunicarnos.
Mientras tanto les contamos que detrás de los cuadernos y los lápices en donde ya están escribiendo las primeras palabras en castellano, está la voluntad de nuestra iglesia de testimoniar la solidaridad con ellos y ellas y sumarnos a este proyecto con otras iglesias hermanas e instituciones.

Mi padre era un arameo errante
Les contamos también que nuestros tatarabuelos desembarcaron hace tiempo con una mano atrás y otra adelante, con más dudas y miedos que certezas, llenos de nostalgia, pero desembarcaron. No quedaba otra… De a poco fueron gestando nuevos horizontes en estas tierras donde hoy podemos recibir a otras y otros también.

Que Dios los proteja
La visita es siempre un misterio en manos de Dios que se va entretejiendo con los rostros, las pocas palabras, las sensaciones y el encuentro.Muchos rostros están contentos, otros nostálgicos, algunos niños lloran mientras otros juegan por el parque.

Mientras los hombres conversan, las mujeres están a un costado. Yo me acerco a ellas, le doy la mano a Sheereen y ella me saluda con un beso y una sonrisa. No conversa mucho. Disfruto de ese tiempo especial de comunión donde la palabra no es lo central sino la presencia en el encuentro compartido. Hablamos de los hijos, les cuento que tengo dos hijos y ella inmediatamente me dice algo que la intérprete traduce: Que Dios los proteja. Por un instante me quedé perpleja. Luego, me doy cuenta que ella ha iniciado un diálogo interreligioso. Me hizo recordar la enseñanza del profesor José Severino Croatto. No hay dioses y Dios con minúscula y mayúscula. Todos son Dios para su pueblo ¿Quién soy yo para definir cuál es el verdadero? No me corresponde. Ella desde su fe está pidiendo protección para mis hijos. Ellos que llegan del desamparo y el desarraigo.

Oriente regresa por un rato en el aroma de las especias
Llega el mediodía y el olor que sale de la cocina mantiene despierta las emociones en ese intento de cuidar la memoria histórica con el paladar. Ya en el comedor, prontos para el almuerzo pasamos a saludar al grupo. Ni bien ingresamos, el mayor del grupo se para y nos hace gestos para que nos sentemos a la mesa a comer con ellos. No estaba previsto en nuestra agenda. Pero sin dudas era una invitación a la comunión. El compartir las mesas. Nutrirnos de un pan en común.

Al despedirnos Javier Miranda y Graciela Jorge de la Secretaría de Derechos Humanos de Presidencia nos dicen: ¡Gracias! Nos han reconfortado el alma.

Somos privilegiados al ser parte de esto. Nosotros también decimos gracias, gracias al Dios de la vida que renueva su promesa en cada generación y nos hace parte de esta caminata.

Somos parte de este proyecto gracias a la Secretaría de Derechos Humanos de Presidencia que convocó a las iglesias evangélicas a participar. Gracias a la Federación de Iglesias Evangélicas del Uruguay que nos convidó con la invitación recibida. Gracias a la Iglesia Valdense en Italia que apoya el proyecto con fondos del Ocho por Mil de manera urgente. Gracias a las empresas que nos proveen los materiales haciendo importantes descuentos y respondiendo de manera rápida para presupuestar, entregar todo en tiempo y forma.

Nos acompañaron en la visita por la FIEU su presidente el Pastor Hugo Armand Pilon y Haigazum Moumdjian.

En febrero llegará el resto del grupo y continuaremos acercando nuestras colaboraciones y estableciendo lazos. Varias familias se radicarán en Juan Lacaze, donde ya estamos en contacto a través de la iglesia local para continuar el vínculo.

Fuente:/www.iglesiavaldense.com

Foto: inmigrantes sirios en Uruguay (ultima Hora)

 

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