NICARAGUA
Managua
Por Trinidad Vazquez
El Gobierno de Nicaragua mantiene la alerta amarilla por las fuertes lluvias y sismos que ya dejaron 23 personas ahogadas y una fulminada por una descarga eléctrica. Más de 30 mil damnificados y millonarias pérdidas en infraestructura en carreteras, caminos, puentes y viviendas, se suman a la tragedia.
Mientras miembros de Acción Conjunta de las Iglesias, ACT- capítulo Nicaragua piden oración por los fallecidos y miles de adultos y niños/as que pasan penalidades, mientras evalúan el desastre en más de 210 comunidades de 17 departamentos en el Pacífico y costa del Caribe para ver si es posible una solicitud de rápida respuesta de ayuda ante la emergencia.
Caty Cortes, ejecutiva la Iglesia Luterana Fe y Esperanza en Managua, dijo que la iglesia está auxiliando a decenas de familias afectadas por las inundaciones en el departamento de Chinandega, 135 km al occidente de la capital.
En la bella Isla de Ometepe, situada en el gran Lago de Nicaragua, decenas de comunidades están aisladas en las laderas del volcán Maderas al ocurrir derrumbes después de 17 días de lluvias, lo que ha afectado seriamente al turismo nacional e internacional.
En los municipios de Prinzapolka y Waspan de la Costa del Caribe norte, los Alcaldes están solicitando ayuda de urgencia al gobierno central y mantienen alerta máxima tras sufrir inundaciones.
Son 58 las comunidades que reportan pérdidas de los cultivos de maíz, frijoles, arroz y yuca, dijo el alcalde Eklan James de Prinzapolka. Por su parte la vocera del Gobierno, la Primera Dama Rosario Murillo, dijo que se enviaron miles de paquetes alimenticios a las familias damnificadas en la costa del Caribe.
Nicaragua en una semana fue sacudida e impactada por dos tragedias: un temporal y un terremoto de 7,3, en la escala Richter, que dejó daños severos a 29 viviendas y templos en las ciudades de León y Chinandega, siendo la Iglesia más dañada, la de Nuestra Señora de los Remedios, una reliquia para los leoneses.
Foto: Telesur