Crean un Gabinete especial para recepción de refugiados sirios

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Arzobispo Siluan, Obispo de Nully Brown, Canciller Malcorra, Arzobispo Mons. Mor Chrysostomos Yohana Ghassali, SubSecretario de culto Estrada, Obispo Gustavo A. Help (Twitter Malcorra)

ARGENTINA-

El Gobierno nacional oficializó la creación de un Gabinete especial que tendrá a su cargo todo lo relacionado con la llegada al país de refugiados sirios. Hace poco más de una semana, la Canciller Susana Malcorra recibió a una comisión de la Comisión Ecuménica de Iglesias Cristianas de la Argentina (CEICA) para dialogar sobre este plan que ya fue anunciado por el presidente Macri en las Naciones Unidas.

En la reunión con la Canciller participaron por CEICA, el Obispo Frank de Nully Brown (Iglesia Evangélica Metodista Argentina), el Obispo Gustavo A. Help (Iglesia Católica Romana), el Arzobispo Mons. Siluan Muci (Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa de Antioquía) y el  Arzobispo Mons. Mor Chrysostomos Yohana Ghassali (Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa de Antioquía).

La decisión fue publicada en el Boletín Oficial a través del Decreto 1034/2016, que lleva la firma del presidente Mauricio Macri, del jefe de Gabinete, Marcos Peña, y del ministro de Interior, Rogelio Frigerio.

Desde la CEICA se explicó cuál es la situación de los cristianos y cristianas perseguidos en Medio Oriente, el deseo de permanecer en el lugar en la gran mayoría de los casos, ya que a su tierra la consideran la cuna del cristianismo. “Es una decisión tomada en forma unánime por todos los

Primados de la Iglesias en Medio Oriente”, dijeron. Los cristianos no se consideran una minoría, tampoco buscan vivir en un ghetto, con una protección especial para ellos. Sino que piden la paz para todos, pues la paz para todos es paz para cada uno. Los cristianos son la garantía de la convivencia en Medio Oriente, pues son una levadura, como lo ha mostrado la historia, tanto la contemporánea
como la anterior. Los cristianos no integran ningún grupo “terrorista”, ya que los “yihadistas” reclutan a sus correligionarios para alcanzar sus fines propios.

Pidieron que a los y las migrantes, independientemente del status con el que vengan a nuestro país, no se los estigmatice como terroristas, por lo que la referencia religiosa con la conexión local puede ayudar. También creen necesario establecer lazos de confianza con el Estado para la elección de refugiados.

Afirmaron que la política general necesita un anclaje en programas concretos que contemple: aprendizaje del idioma, vivienda, salud y una infraestructura necesaria para atender esta población, así como prever que en caso que la sociedad civil tenga que hacerse cargo de la integración de los refugiados, de su contención y de su acompañamiento, se provea ayuda a las entidades que serán el sostén irremediable para estos refugiados, en particular a las Iglesias en el caso de los cristianos.

Las Iglesias orientales manifestaron estar dispuestas a ayudar al Gobierno en todo este tema, pues mantienen un vínculo vivo con sus comunidades y su jerarquía en Medio Oriente (Siria, Líbano, Irak, etc.). De igual modo, los organismos pertenecientes a las Iglesias Romana y Evangélica (Acción Católica, CAREF, etc.), se suman a este esfuerzo también.

El Gobierno propone la creación del Gabinete Nacional del Programa Siria integrado por los Ministerios mayormente involucrados, “sobre la base de un trabajo sistemático de articulación y coordinación necesario para lograr un exitoso proceso de integración en nuestra sociedad”, señala entre sus argumentos la norma.

El Gabinete nacional del Programa Siria será presidido por Marcos Peña y estará integrado por los titulares de los ministerios del Interior; de Relaciones Exteriores; de Desarrollo Social; de Educación; de Trabajo; de Salud; de Justicia; de Seguridad; de Cultura y de la Agencia Federal de Inteligencia, quienes podrán designar un funcionario en su reemplazo con rango no inferior a Secretario.

Entre las facultades del Gabinete, según el decreto, está la posibilidad de “convocar y/o requerir la participación y colaboración de expertos y representantes de sectores con injerencia en la materia, de los distintos sectores de la sociedad civil, representantes de Organismos Internacionales y de los poderes del Estado Nacional, Provincial y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”.

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