Ante el escándalo de la desigualdad, imperativo recuperar voz profética en la región

Mara Luz, directora de Christian Aid LAC (C Aid)

Mara Luz, directora de Christian Aid LAC (C Aid)

BRASIL-

Claudia Florentin desde San Pablo-

En la Parroquia Anglicana de la Santísima Trinidad de San Pablo, se realizó anoche el lanzamiento de dos documentos importantes: “El Escándalo de la Desigualdad”, de Christian Aid y  el Resumen del primer encuentro sobre Arquitectura Financiera “Etica y Economía, la relación dañada”, presentado por Creas e Ignacio Carballo, economista representando a PIDESONE-UBA-Programa Internacional sobre Democracia, Sociedad y Nuevas Economías.

El evento contó con la presencia de representantes de la comunidad ecuménica global, como: Rudelmar Bueno de Faria secretario general de ACT Alianza – América Latina; Mara luz, directora de América Latina y Caribe de Christian Aid; Humberto Martin Shikiya, director de Creas; Carlos Rauda Ayala Coordinador de la alianza ACT en América Latina y el Caribe, Romi Bencke de Consejo Nacional de Iglesias Cristianas de Brasil-CONIC; Rafael Soares de Oliveira de Koinonia; Marcelo Schneider del Consejo Mundial de Iglesias y ejecutivos regionales de Christian Aid, entre otros/as.

El informe sobre Desigualdad se centra en áreas claves en las que Christian Aid/InspirAction y sus contrapartes de toda América Latina y el Caribe reclaman y proponen acciones para reducir las desigualdades. No aborda cada desigualdad, pero resaltan algunas de las formas principales de desigualdad que consideran afectan al desarrollo de la región, como lo demuestra el trabajo con sus contrapartes.

Un punto clave que es resaltado es que las mujeres se ven desproporcionadamente afectadas por la pobreza, marginación, discriminación, violencia, cambio climático y ausencia de oportunidades políticas o de empleo.

Rudelmar Bueno de Faria, de ACT Alianza (C Aid)

Rudelmar Bueno de Faria, de ACT Alianza (C Aid)

La necesidad de trabajar por la justicia de género fue marcada por Rudelmar Bueno de Faria en su alocución, siendo preocupación de ACT Alianza para la región. Al igual que Christian Aid LAC que busca establecer una suerte de “espacio de referencia” en la temática, en palabras de la Directora Mara Luz.

A pesar de ciertas mejoras, las desigualdades sociales, de ingresos y de riqueza permanecen profundamente ancladas en muchos sectores de la sociedad y en todos los países en los que desarrollamos nuestro trabajo. Tras una década de crecimiento económico y mejoras en varios indicadores sociales (como el acceso a los servicios básicos), el reto de superar las desigualdades estructurales aún está en juego en toda la región. Aunque millones de personas han salido de la pobreza, alcanzar los ODS es un reto ya que, por primera vez en muchos años, una parte de la población se encuentra en una situación de extrema vulnerabilidad. Algunas han vuelto a caer en la pobreza o están en peligro de hacerlo. Un modelo que depende de las exportaciones y por tanto está a merced de los precios de las mercancías ha dejado a la región en situación vulnerable y es esencial encontrar un modelo de desarrollo sostenible. La región tiene ahora los mayores niveles de violencia del mundo y la inversión en áreas vitales como la salud, la educación y la seguridad social a menudo sigue siendo casi inexistente, dice el Informe 2017.

Millones de personas de toda la región siguen careciendo de acceso a servicios básicos, empleo y protección social. El Índice de Desarrollo Humano sitúa a Haití en el puesto 163 de 188 países.Colombia, Guatemala, Haití y Honduras aún tienen niveles de desigualdad extremadamente altos y están por encima de 55 puntos en el coeficiente de Gini.

En toda la región, en el 2014, los ingresos per cápita del 10% más rico eran 14 veces más que los del 40% de la población más pobre. Esto oculta también algunas extremas diferencias – por ejemplo en Brasil, Colombia y Guatemala los ingresos del 10% más rico son al menos un 17%, y en Honduras un 24%, más altos que del 40% de la población más pobre.Es más, en Colombia el 1% más rico de la población gana el 20% de los ingresos totales (comparado con menos de un 10% en Europa).

Este informe destaca que la desigualdad y la exclusión se experimentan debido al cruce de un enorme número de factores basados en diferencias raciales, de género, de orientación sexual, edad, grupo étnico, discapacidad, ubicación geográfica y situación económica. Esto exige atención en la región y aún hay mucho por hacer para disminuir la desigualdad en dichos ámbitos.

“Estas publicaciones son fundamentales para la comprensión de cómo funcionan las desigualdades en un contexto de aumento de la violencia contra los pueblos indígenas, las poblaciones negras urbanas y rurales, las mujeres afectadas por los megaproyectos y las comunidad LGBT en sus interrelaciones entre el género, el origen étnico, la diversidad sexual. Al mismo tiempo, como las organizaciones sociales tienen que estar en alianza para operar en este escenario con días cada vez más desafiantes”, afirma Mara Luz.

Detallando país por país a lo largo de seis capítulos el “Escándalo de la Desigualdad” se posiciona como un material indispensable a la hora de analizar la realidad de la región y los cambios políticos que se van desarrollando y que ponen en riesgo conquistas de derechos, sistemas de inclusión, garantías constitucionales y hasta los mismos sistemas democráticos en algunos países.

Humberto Shikiya, de Creas (C Aid)

Humberto Shikiya, de Creas (C Aid)

En tanto el informe sobre Etica y Economía-presentado en portugués-, con aportes de organizaciones basadas en fe, considera que es necesario un cambio de paradigma, que permita deconstruir el paradigma actual que sostiene el sistema financiero. Este cambio de paradigma debe responder a las nuevas formas de convivencia donde el equilibrio de la naturaleza debe respetarse. Y es necesario la identificación de ¿cómo construir puentes que permitan desarrollar un proceso más inclusivo?, sin dejar afuera a nadie.

Este “sin dejar a nadie fuera” aparece también en el Informe de Desigualdad, siendo un claro llamado a recuperar la voz profética del movimiento ecuménico y las organizaciones basadas en fe, voz profética que no calle ante el avance de políticas de exclusión, opresión y pobreza en nombre de austeridad, de orden, de derrames de riquezas, de progresos, que terminan siempre beneficiando a pocos y dejando en las márgenes de la sociedad a la mayoría.

Bueno de Faria fue claro en este sentido, recordando los tiempos en que Latinoamérica mostraba a nivel global este voz profética a través de la teología de la liberación, e instando a posicionar nuevamente a la región con voz de denuncia y con acciones que acompañen a nuestros pueblos.

El Informe completo puede bajarse en PDF aquí:Español – The Scandal of Inequality 2 LAC 2017

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