Iglesia amplia instalaciones para atender a población migrante

Juan Luis Carbajal, director de la Casa del Migrante inaugura nueva fase  (M.Gaitan)

GUATEMALA

Por Mayra Rodriguez y Nora Coloma-

“Lo ideal sería que estemos hoy aquí para cerrar la casa del migrante, pero no es así” expresó el presbítero católico Juan Luis Carbajal, Secretario de la Pastoral de la Movilidad  Humana de la Conferencia Episcopal de Guatemala y director de la Casa del Migrante en la Ciudad de Guatemala, en el acto protocolario que el pasado 20 de marzo inauguró el tercer nivel de dicha casa, habilitando 3 ambientes con 30 camas más para igual número de personas migrantes que buscan refugio en el país. 

Justo antes de salir a la Comunidad Entre Ríos, Puerto Barrios, Izabal, a 300 kilómetros de la ciudad, donde se inauguró la tercera Casa del Migrante en el país, el sacerdote Carbajal dijo que “pese a las campañas de no migrar y a las extremas situaciones que viven las personas que migran indocumentadas, hay todavía muchas que siguen saliendo de sus países huyendo de la violencia o buscando mejores horizontes”.

La ampliación de la Casa del Migrante en Ciudad de Guatemala, así como la construcción de la nueva  Casa, ubicada estratégicamente en la frontera entre Guatemala y Honduras, fue posible gracias al apoyo financiero de Visión Mundial y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). La segunda casa del migrante está ubicada en la Ciudad de Tecún Umán, San Marcos, frontera con México.

Amanda Solano, representante del ACNUR en Guatemala y que participó en las dos actos de inauguración, explicó que el apoyo a la ampliación y construcción de las Casas del Migrante responde al proyecto “Niños de Paz”, con el afán de atender las necesidades de protección de la niñez migrante no acompañada, una de las principales preocupaciones del ACNUR, por lo que buscan mejorar la infraestructura de los albergues, así como las condiciones de educación y protección para las personas migrantes que salen de sus países o que son deportados de México.

Del  año 2009 a la fecha se ha triplicado las solicitudes de asilo y protección de adultos, niñas y niños que han salido de sus países por situaciones de violencia, especialmente en el llamado Triángulo Norte, integrado por Guatemala, El Salvador y Honduras. “En el 2011 registramos 4mil casos de niñas y niños de Centroamérica en situación de migración no acompañada, pero en el 2014, 3 años después, la cantidad aumentó a 68,600 casos, por lo que se declaró crisis humanitaria” dijo Solano, y agregó que según sus investigaciones, el 55 por ciento de niñas y niños desplazado s incluso han salido por huir de la violencia, incluso de sus propios hogares.

Para el párroco de la comunidad Entre Ríos, la nueva Casa del Migrante instalada en ese lugar se constituye en una bendición, pues “los migrantes se encuentran muchas veces con la triste experiencia de ser abandonados en la frontera, sin ninguna protección por parte del Estado guatemalteco”.  “Muchos llegan a la iglesia buscando comida o donde pasar la noche” dijo y agregó  que “cuando son dejados (los migrantes) en las fronteras, muchos de ellos no cuentan con recursos, y si de casualidad tienen algo, son asaltados por la misma Policía.”

Monseñor Domingo Buezo, Obispo del Vicariato Apostólico de Izabal, dijo que la Casa del Migrante es como un oasis en el desierto, que está ubicado estratégicamente en la ruta que recorre la población en migración irregular o que es deportada y recordó las palabras del Papa Francisco, al señalar que las migraciones indocumentadas se dan por el hambre, la inseguridad ciudadana y la tiranía de los que sustentan el poder.

El sacerdote Carbajal dijo que la casa del Migrante en Ciudad de Guatemala es la primera que tiene un espacio de atención específico para personas de la Comunidad LGBT (lésbica, gay, bi y transexual), quienes sufren agresiones por su preferencia sexual; y reiteró que lo ideal sería que “estuviéramos cerrando las casas del migrante, porque ya toda la población ejerce su derecho a migrar de forma digna, pero lamentablemente no es así, son cientos y miles las personas que sigue huyendo de sus países, por lo que la sociedad y los gobiernos están llamados a buscar salidas para atender la situación”.

En Guatemala apenas hay 3 Casas del Migrante con la que se inauguró en Tres Ríos, Puerto Barrios, Izabal. En México hay 100 casas en respuesta a las necesidades de refugio y comida que tiene la población migrante, que se enfrenta a desiertos, a la “bestia” (el tren), a los ríos. Los está matando el crimen organizado, la falta de políticas migratorias, las autoridades, el trato inhumano, el trato no cristiano, la indiferencia.

Foto: Juan Luis Carbajal, director de la Casa del Migrante inaugura nueva fase construida en el tercer nivel que habilita por primera vez habilita un espacio de atención específico a personas LGBT.  (Mario Gaitán, Casa del Migrante)

 

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