El CMI conmemora el centenario del genocidio armenio y afirma nuestra humanidad común

Ceremonia de canonización de las víctimas del genocidio armenio. CMI Marianne Ejdersten

SUIZA

El Consejo Mundial de Iglesias (CMI) recordaba el pasado 24 de abril al millón y medio de víctimas, hombres, mujeres y niños, del genocidio armenio que tuvo lugar cien años atrás.

Los representantes del Consejo Mundial de Iglesias se unieron a los líderes políticos y espirituales, y a los representantes de las naciones supervivientes al genocidio, en la celebración de los actos conmemorativos públicos del centenario genocidio armenio que tuvieron lugar entre el 22 y el 24 de abril en Ereván (Armenia).

La X Asamblea del CMI celebrada en Busan (República de Corea) en 2013 instó a las iglesias miembros a observar el centenario del genocidio armenio como corresponde.

El día 23 de abril, se celebró una ceremonia especial de canonización de las víctimas del genocidio armenio en la Santa Sede de Echmiadzin. La celebración fue oficiada por Su Santidad Karekin II, Catolicós de Todos los Armenios, presidente del CMI en Oriente Medio,  y Su Santidad Aram I, Catolicós de la Santa Sede de Cilicia.

En la procesión participaron miembros del Comité Ejecutivo del CMI, como el arzobispo Vicken Aykazian, de la Iglesia Apostólica Armenia (Santa Sede de Echmiadzin), y el arzobispo Nareg Alemezian, de la Iglesia Apostólica Armenia (Santa Sede de Cilicia).  También asistió a la ceremonia el secretario general del CMI, el Rev. Dr. Olav Fykse Tveit, así como el arzobispo emérito Anders Wejryd, de la Iglesia de Suecia, y Su Beatitud John X, patriarca de la Iglesia Ortodoxa Griega de Antioquía y todo el Oriente, ambos presidentes del CMI,  además de muchos otros representantes de las iglesias miembros del CMI.

La ceremonia de canonización celebrada en la Santa Sede de Echmiadzin fue seguida por cien tañidos de las campanas de prácticamente todas las iglesias armenias en la noche del jueves. Esta celebración ha constituido el primer rito de esta índole ofrecido por la Iglesia Apostólica Armenia en los últimos 400 años.

Muchas otras iglesias de todo el mundo se unieron a este repique de campanas, entre ellas las catedrales de Notre Dame de Paris y de Estrasburgo, la catedral del Cristo Redentor de Moscú, la catedral de Buenos Aires y la Catedral de San Patricio de Nueva York.

El secretario general del CMI fue también uno de los ponentes invitados al acto conmemorativo del centenario del genocidio armenio celebrado en Ereván (Armenia) el 23 de abril.

«Recordamos hoy antes que nada al medio millón de víctimas del genocidio, a estos hombres, mujeres y niños armenios. Recordamos también a los otros cientos de miles de cristianos de ascendencia aramea, caldea, asiria, siria y griega, y a todos los demás que perecieron en aquellos tiempos de guerra y violencia incontrolada, muchos de ellos miembros de otras confesiones, como la fe islámica», declaró el Rev. Tveit en su alocución durante este acto.

«Aquellos que niegan o atentan contra la vida y la dignidad de un hermano o hermana, minan y destruyen tanto la humanidad de la víctima como la suya propia. Hoy somos conscientes de esta realidad mutuamente destructiva.  Recordamos juntos y rendimos homenaje a estas víctimas inocentes.  También nos unimos para recordar que estos actos inhumanos tuvieron realmente lugar.  Esto es algo que puede y debe llevarnos a la reconciliación y la sanación de las memorias marcadas por antiguas hostilidades.  Desde nuestra humanidad contemplada como un todo, necesitamos tanto la justicia como la paz», recalcó el Rev. Tveit.

Y prosiguió diciendo: «La vida y la muerte nos vienen del prójimo. Esta es una afirmación espiritual de la tradición cristiana que debemos a San Antonio, un monje de Egipto de los siglos  tercero y cuarto.  Es nuestro legado común de los primeros años de Armenia y su historia cristiana».

Durante la Sesión de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas de 1979, el Consejo Mundial de Iglesias pidió públicamente el reconocimiento del genocidio armenio por parte de las Naciones Unidas.

El Rev. Tveit recordó también cómo, en 1983, la sexta Asamblea del CMI en Vancouver  apoyó esta petición, destacando que el silencio de la comunidad internacional y los esfuerzos deliberados por negar incluso hechos históricos han sido invariablemente motivo  de angustia y desesperación en aumento para el pueblo armenio, las iglesias armenias y muchas otras comunidades.

«Las iglesias cristianas han celebrado recientemente la resurrección de Cristo.  En este glorioso momento de la Pascua, recordamos en nuestras oraciones a las víctimas del genocidio, participando en la muerte y resurrección de Cristo.  En nuestro credo, confesamos nuestra esperanza en la santa comunidad, en el perdón de los pecados y en la resurrección de los muertos a la vida eterna.  La injusticia, la violencia, el pecado y la muerte no saldrán victoriosos», añadió.

Concluyó diciendo: «Hoy, la memoria de las víctimas nos lleva a tomar medidas proactivas para poner fin a todos los atentados contra la humanidad y contra nuestra dignidad».

El Consejo Mundial de Iglesias (CMI) organizó un culto especial el pasado 24 de abril en el Centro Ecuménico de Ginebra.  El secretario general del CMI predicará en la catedral de Washington D. C. durante la Conmemoración nacional del centenario del genocidio armenio que tendrá lugar el próximo 7 de mayo.

Alocución del secretario general del CMI en los actos conmemorativos del centenario del genocidio armenio celebrados en Ereván (Armenia) el 23 de abril de 2015

Iglesias miembros del CMI en Armenia

Conmemoración del centenario del genocidio armenio en Washington D.C. (en inglés)

Foto: Ceremonia de canonización de las víctimas del genocidio armenio. CMI/Marianne Ejdersten

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