Consigue registro el PES, partido de inspiración evangélica

Hugo Eric Flores del PES

Hugo Eric Flores del PES

MÉXICO-

Por Leopoldo Cervantes-Ortiz

El Partido Encuentro Social (PES), dirigido e integrado por algunos militantes evangélicos, obtuvo su registro luego de las elecciones del pasado domingo 7 de junio. Así lo dio a conocer el Instituto Nacional Electoral (INE) luego de que alcanzó 8 diputados, gracias al 3.38% de los votos a nivel nacional con un total de un millón 325 mil sufragios, atribuidos por la dirigencia a la participación de los “cristianos” en la elección, y a la propaganda televisiva encabezada por el comediante Héctor Suárez. No sucedió lo mismo con los Partidos Humanista y del Trabajo que no alcanzaron el mínimo de 3% para mantener su registro.

En entrevista con El Universal, Hugo Éric Flores Cervantes, presidente del PES, y quien será también diputado federal por el principio de representación proporcional, afirmó que el voto de los cristianos le permitió a su partido conservar el registro y, al mismo tiempo, negó que el PES sea un partido confesional: “Aunque me vayan a tachar de políticamente incorrecto, tuvo que ver con el voto de la gente que tiene creencias religiosas como yo las tengo”.[1] Subrayó que los ministros de culto no participan directamente en el partido, pero no dejó de observar que “mucha gente que ha venido conformando esta opción política […], no tengo duda de que mucha de esa gente votó por nosotros y que se vienen en el futuro millones de votos a favor de Encuentro Social cuando demostremos que lo que decimos vamos a luchar para que se cumpla”.

Entre las propuestas del PES sean mencionado: quitar el fuero a los legisladores, acabar con el financiamiento a los partidos, recortar el gasto de la burocracia, una reforma para acabar con el sistema presidencialista del país y cambiar el sistema asistencial, aunque también Flores se refirió a la mayor presencia de ministros de culto en la política.[2]

Señalado en varias ocasiones como integrante de un movimiento evangélico, así como alguien muy cercano al presidente Ernesto Zedillo, y de haber establecido alianzas con el Partido Revolucionario Institucional, el Partido Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática, esto es, con casi todo el espectro político,[3] días antes de las elecciones se volvió a hacer mención de sus veleidades ideológicas, así como su pasado como funcionario en el gobierno de Felipe Calderón, cuando fue inhabilitado para ejercer cargos públicos.

Bernardo Barranco (quien ofrece otras cifras: 2 431 900 votos) observó que el PES aglutinó “las sensibilidades y agendas evangélicas que en los últimos quince años han ganado espacios en los diversos tejidos sociales de México”, en la línea de lo analizado por Jean-Pierre Bastian desde hace varios años:[4] “…los dirigentes pentecostales latinoamericanos se han transformado en actores políticos que organizan partidos confesionales. […] Ante marcos dualistas de ficción jurídica, presente en la región latinoamericana, estos movimientos buscan una negociación eficaz a partir de la cultura política real, marcada por el corporativismo. Mediante la intercambiabilidad del voto religioso cautivo, estos actores entablan una relación clientelar con el Estado y actores políticos que buscan ante todo desalojar a la Iglesia católica de su relación privilegiada con el aparato estatal” (Énfasis agregado).[5] Obviamente, Flores niega que existan prácticas corporativistas en su organización.

A su vez, Carlos Martínez García se refirió al eslogan brasileño “hermano vota por hermano”, que tantos dividendos le ha dado a la “bancada evangélica” en el país sudamericano, algo que Flores no se atrevió a promover dadas las características de la ley electoral en México. Citando a Luis Hernández Navarro, Martínez recordó que Flores Cervantes “viró radicalmente en sus alianzas y convino un acuerdo electoral con los adversarios ideológicos del cristianismo evangélico mexicano”.[6] Y añadió: “Para obtener su objetivo, lograr posicionarse de manera importante entre el electorado evangélico, desde el inicio el PES fue pensado para ganarse la simpatía y confianza de tal sector de la población”. Martínez García incluyó en su artículo un correo electrónico (pésimamente escrito) enviado a algunos líderes protestantes para solicitar su voto por el PES. Se trata, una vez más, de la estrategia llevada a cabo en varios países para vincular la fe evangélica con determinadas orientaciones ideológicas llevadas a la arena pública para desde ahí tratar de imponer una agenda marcada por ideas religiosas conservadoras.

En la entrevista citada líneas arriba, Flores abundó sobre lo que representó para su partido mantener el registro nacional y, con un tono de proyección triunfalista hacia el futuro, aventuró: “Ojalá logremos avanzar en el Conreso, ojalá haya la voluntad política suficiente. Nos gustaría que se acabaran las alianzas electorales, que se diera un paso a coaliciones de gobierno no tan legisladas como las que tenemos, que son absurdas. […] Vamos a ser no una oposición férrea, sino que intente ser inteligente, que no va a proponer boicots ni vetos ni cierres, sino que va a proponer ideas de transformación del país”.

Con la moneda aún en el aire, en los próximos meses se podrá vislumbrar qué tipo de política partidaria encarnará el PES, puesto que la mirada de la sociedad estará sobre él y se percibe como muy difícil que logre salir creativa y propositivamente, ya no digamos de los estereotipos propios de estas agrupaciones, sino de la compleja maraña que es el sistema polpitico mexicano a fin de aportar verdaderas ideas y prácticas que lo renueven.

[1] Misael Zavala, “Cristianos y Héctor Suárez nos dieron el registro”, en El Universal, 22 de junio de 2015, www.eluniversal.com.mx/nacion-mexico/2015/-34cristianos-y-hector-suarez-nos-dieron-el-registro-34-1109062.html

[2] Héctor Gutiérrez, “PES busca llevar a la política activa a ministros de culto”, en El Financiero, 18 de junio de 2015, www.elfinanciero.com.mx/nacional/pes-busca-llevar-a-la-politica-activa-a-ministros-de-culto.html: “”.

[3] Cf. L. Cervantes-Ortiz, “Los ‘hijos de Lutero’ en México: un recuento histórico con nombres”, en Carlos Mondragón González y Carlos Olivier Toledo, coords., Minorías religiosas: el protestantismo en América Latina. México, UNAM-Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe, 2013 (Política, economía y sociedad en América Latina y el Caribe, 17), p. 249; y Claudia Herrera Beltrán, “En breve, pacto de Calderón con evangélicos críticos de Fox”, en La Jornada, 11 de febrero de 2006, www.jornada.unam.mx/2006/02/11/index.php?section=politica&article=017n1pol.

[4] J.-P. Bastian, “Los nuevos partidos políticos confesionales evangélicos y su relación con el Estado en América Latina”, en Estudios Sociológicos, El Colegio de México, XVII, 49, 1999, pp. 153-173, http://codex.colmex.mx:8991/exlibris/aleph/a18_1/apache_media/J72DQIBRPHNT3AM4LE1SQ5YMBK51JI.pdf

[5] B. Barranco, “Elecciones e irrupción de evangélicos en 12015”, en Milenio, 17 de junio de 2015, www.milenio.com/firmas/bernardo_barranco/Elecciones-irrupcion-evangelicos_18_537726308.html. Cf. B. Barranco, “Partido Encuentro Social”,

[6] C. Martínez García, “Partido Encuentro Social: hermano vota por hermano”, en La Jornada, 27 de mayo de 2015, www.jornada.unam.mx/2015/05/27/opinion/017a1pol.

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