PALESTINA-
Por invitación del Consejo para la Misión Mundial, una comunidad mundial de iglesias en conjunto en la misión, teólogos y teólogas cristianos y musulmanes, se reunieron del 28 al 31 octubre en Belén – en la Palestina ocupada-a considerar “La Misión en el contexto del Imperio: Un llamado a la resistencia Teológica Global en Palestina”.
El encuentro reunió a treinta y dos teólogos, académicos y líderes cristianos y musulmanes de treces países diferentes, con diferentes experiencias contextuales del imperio global que impactan en la vida de los colonizadores, pueblo colonizado y lugares, esclavizados pueblo, y los explotados junto con los desposeídos y desplazados. Por la Alianza de Iglesias Presbiterianas y Reformadas de América Latina participó su Secretario General, el pastor Dario Barolin.
Definimos imperio, dicen, después de la Confesión de Accra, como la “convergencia de los derechos económicos, políticos, culturales, geográficas y militares imperiales intereses, sistemas y redes que buscan a dominar el poder político y la riqueza económica. Por lo general obliga y facilita el flujo
de la riqueza y el poder de las personas vulnerables, comunidades y países al más poderoso. El Imperio hoy cruza todas las fronteras, tira y reconstruye identidades, subvierte culturas, subordinada estados, naciones y marginaliza comunidades religiosas.
Este coloquio teológico se unió a la corriente de reflexión bíblica y teológica crítica inaugurado por Amman Call (2007) y la Perspectiva de Berna (2008).
“Es nuestra esperanza que este coloquio contribuirá a revitalizar y mundial ecuménico bíblica y teológica
reflexión que cuestiona cualquier alianza con el proyecto colonial del Imperio”.
“El proyecto colonial de asentamientos que Israel sigue aplicando es un reflejo del imperio. La violencia
es endémica del mismo. La comunidad internacional ha demostrado su apoyo a la expansión
de Israel, con el envío de la ayuda que proporciona el hardware – infraestructura y armamento”, consideran.
Algunas teologías tienen software creado por el imperio, subrayan.
“Nuestra exposición a los territorios ocupados palestinos nos abrió los ojos a las condiciones que el pueblo palestino soporta”. Vimos:
asentamiento ilegal como una señal del control total del estado israelí sobre la vida de Palestinos.
la expansión de los asentamientos coloniales en Cisjordania, dejando a la gente sin tierra y el agua
las humillaciones diarias de los pueblos colonizados privados de derechos civiles y políticos
el falso dios de la seguridad que se ha convertido en una industria, probado a través militar ocupación y comercializado en el mundo
desarraigo de olivos para construir más muros de segregación, los asentamientos y carreteras
Entre los temas que discutimos a través de debates interdisciplinarios fueron las influencias del sionismo mundial cristiano, el silenciamiento del post-Holocausto judío-cristiana, con críticas al Estado de Israel, y las intersecciones conspirativas de la ley, la raza, la casta, la orientación sexual e identidad de género y edad…
El llamado “proceso de paz de Oslo” que se inició en la década de 1990 ha perdido toda credibilidad sin
soluciones en el horizonte. Este es un momento Kairos. Tenemos el desafío de agudizar nuestra
enfoques para la interpretación bíblica y teológica y la resistencia ética, dicen.
Nos parece, afirman, que la interconexión de nuestras luchas globales, a través de nuestro diálogo con los otros es una llamada común a unirnos en solidaridad hacia un nuevo oikumene.
Instamos a la comunidad transnacional:
Responder a la Kairos Palestina llamando a venir, ver y caminar en los pasos de Jesús con el pueblo de Palestina.
Boicotear viajes gratuitos ofrecidos a los teólogos, pastores y líderes de la iglesia por el lobby israelí
Participar en campañas que apoyan la preservación de antiguos olivos y la plantación de nuevos olivos en tierras palestinas.
Hacer un llamado a los seminarios para romper el software teológico del imperio (es decir, el desmantelamiento de la
ideologías que apoyan regímenes opresores).
Hacer un llamado a comuniones mundiales a adoptar y participar en un proceso de empoderamiento de las voces de las comunidades subyugadas que desafían al imperio.
Hacer un llamado a las iglesias para desafiar cualquier tipo de cooperación militar entre sus países y Israel.
Fomentar el uso de las redes sociales para informar, conectar y movilizar a las comunidades hacia un mundo basado en la justicia y una cultura que nutre la vida.
Hacer un llamado a las comunidades internacionales para apoyar una solución política basada en
el derecho internacional en Israel y Palestina.