Foto ACI Prensa
CHILE-
El Movimiento de Estudiantes Cristianos (MEC-Chile; miembro de FUMEC, Federación Universal de Estudiantes Cristianos) se unió- a través de una declaración pública- en un gesto solidario a la congregación de salesianos por el saqueo y violencia acontecidas ayer a su Iglesia de la Gratitud Nacional ubicada en el centro de Santiago. La Iglesia de la Gratitud Nacional, emblemático templo católico de Santiago de Chile, fue atacada por encapuchados tras una marcha estudiantil, quienes también sacaron una imagen de Cristo crucificado y la destrozaron en plena vía pública.
Desde el MEC-Chile rechazan la violencia realizada por individuos hacia el patrimonio religioso y nacional, en el contexto de un movimiento social que lucha por una mejor educación.
En ese sentido, repudian los métodos de violencia utilizados, que han atentado la iconografía de la iglesia cristiana afectada y su lugar de encuentro comunitario.
“Reprochamos estos actos, dicen, al igual que la violencia que acontece en el mundo hacia la destrucción de mezquitas musulmanas, templos budistas, sinagogas judías o lugares sagrados indígenas, todos espacios de encuentro de la diversidad de creencias”.
En ese sentido, hacen un llamado “a visibilizar y denunciar aquella violencia que también está ocurriendo en otras localidades de nuestro país, donde se han violentado también los lugares de culto pertenecientes a los pueblos indígenas. Es lamentable que se dañe una imagen, pero repudiamos también cómo la figura de Cristo identificada en los más desposeídos, las mujeres, los/as niños/as, inmigrantes, entre otros grupos, es vulnerada y violentada día a día en nuestro país”.
Como grupo de estudiantes con vocación ecuménica, se unen en solidaridad ante estos tristes acontecimientos, haciendo un llamado a no criminalizar el movimiento estudiantil por estos hechos realizados por un grupo minoritario de personas que no representa el sentir de los/as que luchan.
Por ello consideran que estas situaciones “no solo se tratan de malas prácticas individuales, que deben ser correctamente investigadas y sancionadas, sino que son el reflejo de una sociedad desigual e injusta que se aleja de la búsqueda y construcción del Reino de Dios. Prácticas que también son utilizadas por las fuerzas policiales, quienes hacen uso de la fuerza desmedida hacia los/as estudiantes y ciudadanos/as -como la mujer que sufrió un aborto a causa de los golpes por parte de una carabinera-, pero que no logran detener a estos grupos minoritarios que actúan a través de la violencia”.
Lo anterior, ha contribuido a la criminalización del movimiento estudiantil por parte de la prensa; así como desde la clase política, quienes en diez años no han logrado una solución a las demandas estudiantiles y terminar con la educación de mercado que impera en el país.
Es por esto que como MEC-Chile reiteran compromiso con la lucha de los y las estudiantes de América Latina y el Caribe, desde el sentido profético que surge de su fe, el que llama a construir un mundo de justicia y paz, donde la vida sea privilegiada ante todo.
“Desde los principios que mueven nuestro accionar, concordamos con aquellas movilizaciones sociales que buscan la construcción de una sociedad más justa e igualitaria, en la medida en que se logre terminar con un Estado neoliberal que se ha instalado en nuestro país. Es por esto, que ante todas las injusticias presentes en nuestro país, como movimiento cristiano nos oponemos y deseamos su cambio desde un sano ejercicio político y deliberativo”.
Hacen un llamado a las organizaciones de la sociedad civil, incluidas las religiosas, a que alcen su voz proféticamente a denunciar este tipo de prácticas que dañan no sólo a un grupo religioso, sino que a la sociedad entera.
Consideran, finalizando, que “Construir un Chile más justo y solidario es una expresión del testimonio de quienes seguimos al Cristo resucitado y abrazamos la esperanza radical en el Reino de Dios”.