¿Una huelga de mujeres en Brasil?

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BRASIL-

Por Carmela Zigoni y Keyla Mafalda-

Atónitas, indignadas, heridas, hemos asistido a la ofensiva de la violencia contra las mujeres en Brasil. Las proporciones de la violencia se han vuelto insoportables y la impunidad no puede continuar.

El caso de la adolescente violada por más de treinta hombres en Rio de Janeiro ha ganado visibilidad en la prensa y está generando conmoción nacional. Las instituciones policiales y de justicia, que deberían proteger la adolescente y punir los agresores, ya están actuando para la responsabilización de la víctima, aunque haya un video asustador publicitado en la internet.

Todavía este no es un hecho inédito. Tampoco será el último. No se nos olviden las Queimadas, la Banda New Hit (los culpables se rinden cuentas), del médico Roger Abdelmassih, que fue perdonado por el juez Gilmar Mendes (ha violado decenas en su consultorio, fue condenado a 278 años de cárcel), de la agresión a la diputada Maria do Rosário, a quien el diputado Jair Bolsonaro dijo “Jamás voy a violarte, pues tu no lo mereces” (todavía ni siquiera ha sido condenado por falta de decoro parlamentario). No se nos olviden las más de 50 miles de violaciones a cada año registradas en Brasil, tampoco que estos datos son subnotificados en el universo de las 527 miles de tentativas de violación (datos del IPEA) – en el hogar, en la calle, por la mañana, tarde y noche, mujeres, niñas.

Al largo de décadas, nosotras, mujeres brasileñas, hemos luchado para garantizar nuestros derechos, arreglando nuestro tiempo para el trabajo, los hijos, el trabajo doméstico y la participación en la vida pública. Por veces lo es exhaustivo, pero seguimos adelante, pues lo es necesario.

En los últimos años han tenido centenas de manifestaciones. Las Margaridas siguen a marchar a cada año, pero la violencia en el campo no disminuye. En 2015, las mujeres contra Cunha ocuparon las calles contra el Proyecto de Ley 5069/13 (PL de la violación), que dificulta la atención a las víctimas, todavía Eduardo Cunha (PMDB) sigue dando órdenes en el país, puesto que es uno de los principales articuladores de la investidura contra a la democracia que vivimos ahora mismo. Tuvimos, aún, la emblemática Marcha de Mulheres Negras de 2015, en contra el genocidio de los jóvenes negros, en contra el hecho de que son las mujeres negras las más vulnerables entre todas nosotras.

En cima a los casos de violación, hay aún las muertes decurrentes del aborto inseguro, violencia obstétrica, epidemia de cesarianas, misoginia en la atención del Estado acerca del virus Zika, aumento de muertes de transexuales, asesinato de niños indígenas, perjuicios contra mujeres quilombeas y contra religiones de matriz africana.

NO ESTAMOS A SALVO. NO SOMOS OÍDAS

Estamos siendo ridiculizadas por las instituciones públicas que deberían proteger las mujeres. Es sólo recordarnos que un violador confeso se ha reunido con el Ministro de la Educación en la última semana.

¿Qué podemos esperar de nuestro presente y nuestro futuro, de nuestras propias vidas y de nuestras hijas, madres, hermanas, amigas?

Tenemos algo a nuestro lado: somos trabajadoras. Contribuimos a la economía y al sostenimiento de la sociedad. ¿Y si parásemos por un día?

En 1975, en Islandia, ellas decidieron parar. En el “Día de folga de las mujeres”, como se ha llamado, 90% de las mujeres del país decidieron enseñar su importancia y declararon una huelga, parando el trabajo no sólo fuera del hogar, sino negándose a realizar las tareas domésticas. El resultado fue lograr derechos sociales y de trabajo y más puestos en lugares de poder.

¿Una huelga de mujeres en Brasil sería posible? Algunos movimientos sociales ya vienen haciendo esta convocatoria en las redes sociales. Creemos que cada mujer, en cada sitio del país, todas unidas y apoyándose, sí que podría parar.

Sería fundamental contar con el apoyo de los movimientos organizados de mujeres, sindicatos, colectivos feministas, movimientos de mujeres negras, lesbianas, transexuales, madres por la igualdad, madres en contra el genocidio de los jóvenes negros y también las organizaciones que tienen compromiso con los derechos humanos.

Nosotras gritamos: “Hombres, ¡paren!” Pero ellos no paran.
Estamos cansadas. Pero no de luchar por nuestros derechos.
Entonces, ahora mismo, quien para somos nosotras. ¡Es grave! ¡Es huelga!

#GreveDeMulheres #EstuproNuncaMais

Traducción: Candida de Souza

Referencias:
IPEA: Nota Técnica Nº 11/2014 – Estupro no Brasil: uma radiografia segundo os dados da saúde http://www.ipea.gov.br/…/nota…/140327_notatecnicadiest11.pdf
Greve na Islândia: http://www.bbc.com/…/n…/2015/11/151102_islandia_feminismo_hb

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