CUBA-
Edel Rivero y Sayonara Tamayo-FUMEC/ALC-
¿Cómo se relacionan las motivaciones de los reformadores con nuestra mirada al contexto cubano, latinoamericano y caribeño de hoy? ¿Qué significa la Reforma para la iglesia cubana de hoy? Estas fueron las preguntas con las cuales inició la reflexión bíblica en la Conmemoración de la Reforma, el Rev. Joel Ortega Dopico, Presidente del Consejo de Iglesias de Cuba-CIC.
La inspiración de aquellas 95 tesis que el monje agustino Martín Lutero hizo públicas en las puertas de la catedral de Wittemberg continúa animando a quienes han respirado su aliento transformador desde entonces y a lo largo de casi quinientos años.
Desde la sola scriptura hasta el ecumenismo contemporáneo, la constante reformación de las iglesias protestantes ha tenido en los desafíos de sus contextos la motivación fundamental para el cambio que busca mantener la comunión con Dios en un camino de salvación para los pueblos.
La celebración ecuménica por el 499 aniversario del hecho, acontecido en Alemania el 31 de octubre de 1517, fue un espacio de muchas preguntas a la historia, pero también a los numerosos líderes de comunidades de fe que se encontraron en la sede del Consejo de Iglesias de Cuba en La Habana.
La búsqueda de la redención por los primeros reformadores estuvo movida por la compasión ante la realidad de los pobres. Fue en ella donde Lutero, Calvino, Melanchthon, Zuinglio y otros encontraron la inspiración y la urgencia para la reforma de la tradición eclesiástica de la Iglesia Romana. Liberador ha sido el camino de las últimas décadas en Cuba, entendido como un proceso también complejo, contradictorio e incomprendido desde la tradición hegemónica capitalista, pero inspirado igualmente en la realidad de la mayoría del pueblo que necesitaba ser redimido.
El mismo espíritu de Lutero, expresó Dopico, puede encontrarse en La Historia me absolverá, el alegato del entonces joven abogado Fidel Castro presentado ante un tribunal 436 años después de la Reforma y que sería la base del proyecto revolucionario.
El contexto cubano actual refleja el espíritu de constante renovación que también tiene la Revolución Cubana. Tendríamos que preguntarnos -expresó- si la iglesia está preparada para actuar con una visión liberadora ante esta realidad nacional, si las iglesias tienen respuesta para el desafío de la pobreza en el mundo de hoy que nos llaman como a pensar como aquellos reformadores.
“Es necesaria una salvación concreta y transformadora como la que buscaban los reformadores, no una salvación enajenante que se da en el más allá (…) Hoy como iglesia cubana tenemos que mirar a los reformadores que buscaron la manera de ser una iglesia más adaptada a su tiempo, identificada con la identidad de su pueblo. Ese es el desafío y el reto para la iglesia cubana y latinoamericana ante los problemas del hambre, del cambio climático, ante las teologías fundamentalistas y conservadoras, ante los problemas con las teologías de la prosperidad. Ante todo eso, la reforma tiene una palabra que darnos hoy, una palabra de salvación para el aquí y el ahora”, concluyó el Reverendo.
El 499 aniversario de la Reforma Protestante ha sido celebrado también en otras provincias cubanas como Holguín y Las Tunas con la presencia de más de 12 mil personas.
Al culto de La Habana asistieron también representantes de iglesias y organizaciones no cubanas como Sociedades Bíblicas Unidas, la Iglesia Reformada en América, la Universidad Bíblica Latinoamericana de Costa Rica, la Iglesia Nazareno de Canadá y el Ministerio Siervos Unidos del Mundo, de Estados Unidos.
Durante la liturgia se anunció que en Cuba la celebración de los 500 años de la Reforma Protestante ocurrirá del 9 al 13 de noviembre del 2017 en La Habana.