BRASIL-
Mensaje del obispo primado de la Iglesia Episcopal Anglicana de Brasil sobre la huelga general del 30 de junio en el país. “Retroceder jamás”. enfatiza, iniciando con el texto de Isaías 48: “Pero para los malos no hay paz, dice el Señor”.
Brasil agoniza hace casi tres años con todo lo que ha pasado desde las elecciones generales de 2014. Ya sabemos de color la trama de una historia que avergonzó y avergüenza a nuestro país. La Alianza falsa entre las fuerzas conservadoras de la política, los medios y el capital ha construido un perverso camino que a al país en contra del proceso de desarrollo con bienestar social.
La inmensa mayoría de nuestro pueblo se ha visto obligada a convivir con instituciones que han perdido completamente la conexión con la ciudadanía, con los derechos y con la dignidad.
La Ilegitimidad del gobierno expone la fragilidad del desmonte de los derechos laborales y sociales, precisamente porque están siendo hechos por los que sólo quieren ampliar beneficios e intereses.
Desmonte Ambiental, desmonte de políticas sociales, desmonte de la salud son facetas de un mismo monstruo.
Por todo ello, trabajadores y trabajadoras de todo Brasil van a cruzar los brazos este viernes 30 de junio para demostrar su indignación ciudadana. Para decir alto y claro que en este país hay gente que quiere luchar y va a luchar por el avance de los derechos. Gente que ha llenado la paciencia de tanto cinismo.
La Iglesia necesita oír la voz del pueblo. A ejemplo del Éxodo, podemos y debemos afirmar ante el faraón que Dios ha oído el clamor del pueblo y celebrará su liberación. Y, en contra de la expectativa de algunos que creen que la literatura bíblica es ingenua, fabulosa, fantasiosa, es bueno reafirmar que la historia se hace con fe, con resistencia y con lucha.
A los trabajadores y trabajadoras, a las personas del campo, a los estudiantes, a los jóvenes dirigimos nuestra palabra de valor para que no retrocedan ningún milímetro. No vamos a dejar que roben más allá de nuestro dinero nuestra esperanza. Los mayores ladrones son los que roban sueños y dignidad.
Vamos a parar a Brasil y revelar quién de verdad debe tener las riendas de la historia. Estas riendas tienen que estar en manos de quien trabaja y construye la verdadera riqueza de este país!
++ Francisco
Primado de la Iglesia Episcopal Anglicana de Brasil