SUIZA-
Durante una audiencia con el papa Francisco, en el Vaticano, la moderadora del Comité Central del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), Agnes Abuom, y el Secretario General del CMI, el Rev. Dr. Olav Fykse Tveit, discutieron sobre la importancia de la unidad de los cristianos para aportar un verdadero sentido de justicia a los asuntos que el mundo afronta hoy. En la reunión se habló también sobre la forma de intensificar las relaciones en el movimiento ecuménico único.
El Rev. Tveit dijo tras la reunión: “Estamos muy agradecidos por la reunión mantenida hoy con el papa Francisco, que ha sido muy constructiva y fructífera. Vivimos en una época en que el propósito y los objetivos del movimiento ecuménico son de gran relevancia. Teniendo en cuenta esa realidad, es necesario iniciar una nueva búsqueda de la unidad”, dijo. “A través de las múltiples dimensiones de su labor, el CMI contribuye a la unidad de la iglesia y, la unidad que el propio Consejo es capaz de expresar, a su vez, contribuye a la unidad de la humanidad”.
Tveit añadió: “Existe una voluntad por parte de las iglesias miembros y consejos asociados del CMI y otras entidades, en la Iglesia Católica Romana, de buscar un testimonio unido y un servicio común para unir nuestras metas y nuestros recursos en beneficio de quienes más necesitan nuestra atención”.
El Rev. Tveit afirmó que “tenemos una visión común del papel del movimiento ecuménico y de las necesidades de las iglesias en un mundo dividido y frágil”.
La Dra. Agnes Abuom subrayó: “La unidad de la iglesia y la unidad de la humanidad están conectadas entre sí”, a lo que añadió que “los esfuerzos ecuménicos no pueden lograr sus objetivos sin una comprensión profunda de lo que significa vivir juntos en el cuerpo de Cristo, en el amor de Cristo. Estamos trabajando, caminando y orando juntos”.
“Las numerosas manifestaciones de polarización, las brechas aun más profundas entre ricos y pobres, el extremismo y la violencia, la inquietud sobre el futuro del planeta Tierra y la supresión de la rendición de cuentas por nuestro hogar común y nuestro futuro generan una alerta constante por todo lo que defendemos”.
Además de destacar el importante papel de los líderes religiosos en la búsqueda de soluciones a los conflictos del mundo, Abuom y Tveit hablaron también sobre el cambio climático y la justicia económica como principales preocupaciones de la peregrinación de justicia y paz.
“El futuro de la humanidad está amenazado, los más pobres de entre nosotros ya están sintiendo las peores consecuencias. Le animamos a usted y a la Iglesia Católica Romana a unirse a nosotros para poner en marcha un verdadero cambio de las mentes, los corazones y las prioridades”, dijo Tveit.
El encuentro con el papa Francisco incluyó una oración común por la unidad, la paz y la reconciliación. La audiencia concluyó con el deseo compartido de buscar nuevas ocasiones para reunirse en 2018.
Visita a Roma los días 23 y 24 de agosto
La visita a Roma fue organizada por el Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos de la Iglesia Católica Romana. Se celebró asimismo una reunión especial con el cardenal Kurt Koch sobre el Grupo Mixto de Trabajo con la Iglesia Católica y el CMI.
El Rev. Tveit dio al cardenal Koch el documento del CMI “Growth in Agreement IV: International Dialogue Texts and Agreed Statements, 2005 – 2013”, que resume la historia del ecumenismo de la última década.
La delegación del CMI se reunió con la Dra. Flaminia Giovanelli, subsecretaria del Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz. La conversación se centró en la justicia climática y la COP23 en Bonn, las armas nucleares, la próxima consulta sobre migración y xenofobia, en diciembre, y las iniciativas de consolidación de la paz.
El miércoles la Dra. Abuom y el Rev. Tveit también visitaron la Comunidad de Sant’Egidio.
El Rev. Tveit relató: “Conocimos a cuatro jóvenes en Roma que han llegado a Italia como refugiados tras un peligroso viaje por el Mar Mediterráneo. Dos cristianos y dos musulmanes”.
“A través de la participación en los programas de Sant’Egidio han aprendido italiano, han llevado a cabo trabajos como voluntarios y ahora tienen un empleo”, añadió el Secretario General.
El Rev. Tveit expresó su preocupación por el hecho de que “hoy, para muchos en Europa, estas cuatro personas suponen un problema, e incluso un riesgo. Son cuatro seres humanos. Cuatro jóvenes encantadores y fuertes que aportan a Europa haciendo el trabajo que hace falta hacer”.