Cada 30 de agosto conmemoramos el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzosas. Una fecha declarada de manera oficial por la Organización de las Naciones Unidas. Esta iniciativa la comenzaron los familiares organizados en la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos-Desaparecidos (FEDEFAM), lucha que concluyó con una resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el 21 de diciembre de 2010
La desaparición forzada se usa a menudo como estrategia para infundir el terror en los ciudadanos. La sensación de inseguridad que esa práctica genera no se limita a los parientes próximos del desaparecido, sino que afecta a su comunidad y al conjunto de la sociedad, dice Naciones Unidas.
La desaparición forzada se ha convertido en un problema mundial que no afecta únicamente a una región concreta del mundo. Las desapariciones forzadas, que en su día fueron principalmente el producto de las dictaduras militares, pueden perpetrarse hoy día en situaciones complejas de conflicto interno, especialmente como método de represión política de los oponentes. Es motivo de especial preocupación:
- el acoso de los defensores de los derechos humanos, los parientes de las víctimas, los testigos y los abogados que se ocupan de los casos de desaparición forzada;
- el uso por los Estados de la lucha contra el terrorismo como excusa para el incumplimiento de sus obligaciones;
- y la todavía generalizada impunidad por la práctica de la desaparición forzada.
En varios países del continente se empieza o continúa buscando la verdad y la justicia ante desapariciones forzadas realizadas por las fuerzas del estado durante gobiernos “de factos” frutos de golpes cívicos-militares.
En Argentina, esta fecha llega en medio de reclamos por la desaparición del joven artesano Santiago Maldonado. Según manifestantes integrantes de la comunidad mapuche Pu Lof, fue detenido por efectivos de la Gendarmería Nacional en Cushamen, Chubut.
En México varias organizaciones populares, colectivos de familiares de detenidos-desaparecidos y organismos defensores de los derechos humanos reivindican esta fecha, porque esta práctica aberrante no se ha erradicado, al contrario el gobierno mexicano continúa con la ejecución de este flagelo; son más de 350 mil víctimas las que ha generado la violencia institucional y el terrorismo de Estado en ese país.
El número de Estados que recurre de manera directa o indirecta a la desaparición forzada de periodistas que consideran molestos va en aumento en todo el mundo, de acuerdo con el organismo civil Reporteros Sin Fronteras (RSF). En un análisis publicado en ocasión de este día, RSF destacó que con frecuencia la desaparición de periodistas es perpetrada por las mismas autoridades.
En otras ocasiones, puntualizó RSF, son individuos o grupos los que actúan con el consentimiento del gobierno los que detienen y privan de su libertad a la persona que buscan silenciar.
Pero las desapariciones siguen y somos testigos de discursos negacionistas que invisibilizan o minimizan la magnitud y atrocidad de este crimen.
El negacionismo tiene consecuencias abrumadoras para las víctimas y supone un retroceso en las medidas de reparación -esto es, las diferentes formas como un Estado puede hacer frente a la responsabilidad internacional en la que ha incurrido.