Manifestación en Lima (J.Fonseca)
PERÚ-
Paulo Barrera-
Juntando al genocida Alberto AF (ahora suelto, vivito y coleando), al corrupto PPK, a la “diabólica” (engañosa) Meche y al experimentado nuevo Ministro del Interior Vicente Romero, fujimorista hasta los tuétanos, tenemos a una verdadera jauría de lobos, de la cual los/las policías de la USE son apenas sus empleados. Es poco común, pero no inédito, que un importante grupo de cristianos y cristianas se manifieste con postura decidida y discurso diáfano en una marcha ciudadana contra el indulto al más cruel dictador de la historia del Perú, como lo hicieron decenas de hermanos/as, católicos y evangélicos de las más distintas denominaciones, incluyendo pentecostales.
La gran mayoría formada por jóvenes (hombres y mujeres), pero también algunos “dinosaurios”, como ellos mismo asumen. Si las generaciones anteriores no se sintieron desafiadas por ese hecho es porque ya murieron espiritualmente, no llegan a ser ni siquiera lámpara escondida o sal insípida. O, opción también plausible, son fujimoristas o apristas; es decir, están al lado del enemigo común de la patria: el engendro del FUJIAPRISMO/PPK.
No, no eran un bando de desorientados. Estaban muy bien organizados, con megáfonos propios, banderola con identidad propia, carteles con mensajes políticamente muy maduros. Todo de producción propia, artesanal, sin imposición de cualquier líder, nada de alienación ni improvisación. Me consta. En el escenario religioso peruano son la contraparte de CMHNTM y la prensa aún no les ha prestado atención. Corearon al mismo ritmo que el mar de ciudadanía que inundó las calles de Lima “FUERA FUERA PPK”, “EL INDULTO ES UN INSULTO”, “VICENTE ROMERO, NO TENEMOS MIEDO” e IGLESIA ESCUCHA, ÚNETE A LA LUCHA”, entre otros.
Pastores, pastoras, presbíteros y muchos laicos y laicas. Sin duda que son una minoría. Cuatro gatos, puede decir la multitud de indiferentes, sumados a los seguidores de la otra jauría, la “espiritual”: Julio Rosas, Rodolfo Gonzáles, Alberto Santana, etc. Pero es precisamente ese un elemento importante del mensaje profético. Su legitimidad política y teológica no resulta del número. Resulta de su sintonía con la verdad ciudadana que busca la justicia social negada y postergada a las víctimas del gobierno de AF por las élites sociales representadas por el FUJIAPRISMO. Verdad que se va abriendo paso en medio de lobos rapaces, políticos y religiosos, que actúan de forma coordinada. Quién no recuerda el show midiático de Santana y Keiko en el coliseo Amauta, con un grupo de pastores haciéndole el juego a la “diabólica” (de diabolos) Keiko durante su última campaña. Quién no recuerda las siniestras palabras de Rodolfo Gonzáles orando por Keiko. ¿Necesitan, los cristianos, alguna otra prueba de que Dios no escucha las oraciones de esos lobos disfrazados de pastores?
El movimiento “Cristian@s por la Democracia”, así se denominaron en la marcha, muestra haber superado los límites que las iglesias y denominaciones, pastores, obispos y apóstoles (luego tendremos Querubines y semidioses) imponen a sus feligreses con mensajes más fujimoristas que bíblicos. Muestra también, el movimiento, clara comprensión de que el enemigo estratégico no es CMHNTM, ni el “qué dirán nuestros hermanos”.
Está claro para el movimiento que el enemigo lo constituyen “principados y potestades” del rango del fujiaprismo aliado ahora al gobierno con pies de barro de PPK. Ningún mesianismo en el movimiento, diferente, por tanto, a algunos énfasis de la Teología de la Liberación de décadas pasadas. Además de carteles y firmes convicciones el grupo llevaba su agua y vinagre. “Astutos como serpientes” además de “simples como palomas”. Saben bien en dónde están y a dónde el compromiso cristiano los ha enviado.