Lucha y resistencia por la tierra en el sur del Bolivar

Caldwell Manners/ECAP

Caldwell Manners/ECAP

COLOMBIA-

Especial para ALC Noticias-

Equipos Cristianos de Acción por la Paz (ECAP) es una organización internacional que acompaña a comunidades que se encuentran en riesgo, para protegerlas, visibilizar sus esfuerzos y, junto con otras entidades, contribuir a desenmascarar y transformar estructuras de dominación y opresión a través de la no violencia activa. Desde el 2001, ECAP se encuentra en Colombia invitada por la iglesia Menonita y actualmente realiza su trabajo prioritariamente en el Magdalena Medio, acompañando comunidades rurales y organizaciones de derechos humanos de la región.

Un equipo de la Iglesia Diálogos y Fe de las Asambleas de Dios de Colombia hizo parte de la Delegación en Semana Santa, organizada anualmente por ECAP y cuyo objetivo es involucrar más personas en estos procesos y crear lazos de solidaridad con las entidades y comunidades a quienes ellos les sirven. En esta ocasión se planeó la visita a las comunidades de Buenos Aires y  de Las Pavas, en el departamento de Bolívar, donde aproximadamente un grupo de 123 familias campesinas se encuentran en disputa legal por la tenencia de sus tierras contra la empresa de aceite de palma Aportes San Isidro que se ha apropiado fraudulentamente de cientos de hectáreas.

Las comunidades han tenido que soportar el desplazamiento por el despojo violento de sus tierras en tres oportunidades, en 2003 y 2007 por parte de grupos paramilitares de la región, y en el 2009 cuando los empresarios palmeros solicitaron a las autoridades los desalojos policivos. Desde la Asociación campesina de Buenos Aires- ASOCAB,  siguen luchando  para reclamar su derecho a la tierra que representa la vida  y la subsistencia para ellos y sus familias.

Pese a que en el año 2013 ASOCAB recibió  el premio nacional de paz debido a su resistencia pacífica frente a los actos violentos, quema de cultivos, quema de casas y constantes amenazas de las que vienen siendo víctimas por parte de los empresas palmeras, las familias de Buenos Aires y las Pavas que retornaron por última vez a sus tierras en el 2011, siguen esperando que las decisiones de la Corte Constitucional y el Consejo de Estado se hagan efectivas y por fin les entreguen los títulos de las tierras por las que tanto han sufrido. Mientras tanto continuarán aguardando en Dios quien ha sido el motor fundamental para resistir más allá de sus propias fuerzas.

 “Su visita fue como agua que cae sobre una planta seca, nos ayuda a reverdecer, tenemos esperanza de que volveremos a nuestra tierra a cultivarla para nosotros y para ustedes, esta historia no solo es nuestra, también es la suya”, fueron algunas de las expresiones que marcaron el corazón de las personas que hicimos parte de la Delegación.

                                                                                                 Equipo editorial Iglesia Diálogos y Fe

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