SICSAL clama justicia por el crimen del adolescente José Antonio Elena Rodríguez

El mexicano José Antonio Elena Rodríguez y el agente Lonnie Swartz. Fuente: telemundo20.com

EL SALVADOR-

El Servicio Internacional Cristiano de Solidaridad con los Pueblos de América Latina – SICSAL- constituido en 1980 se manifestó ante el asesinato del adolescente mexicano José Antonio Elena Rodríguez asesinado en 2012 por un agente de la estadounidense patrulla fronteriza en Nogales.

La declaración completa dice:

  1. Manifiesta su solidaridad a la familia del adolescente mexicano José Antonio Elena Rodríguez asesinado en 2012 por un agente de la estadounidense patrulla fronteriza en Nogales.
  2. Repudia la impunidad en la que se mantiene su caso, ya que, en un segundo juicio que se adelantó en Tucson Arizona el pasado mes de noviembre de 2018, se absolvió de culpa el oficial Lonnie Swartz quien había disparado en repetidas ocasiones al adolescente.
  3. Llama a las autoridades judiciales del Estado de Arizona para que se cumpla con la nueva reunión programada por el juez de conocimiento del caso y ejerzan con imparcialidad  el  derecho  en  favor  de  la  verdad en la protección  del más débil, de modo que el daño moral que ha venido padeciendo la familia Elena Rodríguez sea resarcido, conforme a los estándares de verdad, justicia y reparación integral del derecho internacional de los derechos humanos.
  4. Considera que el crimen de José Antonio y la impunidad de que sigue siendo víctima, son una expresión de los tratamientos crueles y degradantes que vienen dando a las hermanas y hermanos de Centro América y de otras áreas del continente que, buscando mejores condiciones de vida, migran hacia los Estados Unidos.
  5.  Se adhiere a lo expresado por un miembro de SICSAL el pasado mes de noviembre tras el encuentro fronterizo en Nogales, en la misma área del crimen de José Antonio, en la que fue posible constatar, por parte de los participantes la existencia de un campamento de detenidos en el lugar conocido como “Tornillo” donde las autoridades migratorias de Estados Unidos concentran a 1800 niños, algunos de ellos con más de 4 o 5 meses de permanencia, y que se están construyendo más tiendas para albergar a 3600 niños. Campamento al que no se permitió el acceso de las organizaciones humanitarias para entrar en contacto con los jóvenes.

“Estos campos no deberían existir! Las familias no deben ser separadas! Los muros no deben ser construidos! Las familias y los niños migrantes no deben tener lágrimas en los ojos! Los migrantes, los refugiados y los  solicitantes de asilo deben ser acogidos con beneplácito!”.

6. Reitera el llamado vehemente a las autoridades judiciales encargadas del caso, a hacer justicia entendiendo que un paso importante en el camino de la superación de esta grave crisis humanitaria y de derechos humanos, es el acceso a la justicia por el caso del crimen de José Antonio. Hacemos nuestras hoy las palabras proféticas de San Óscar Arnulfo Romero, cuando llamaba en su país a los militares salvadoreños a dejar de atentar contra su propio pueblo. Palabras que ahora las podemos aplicar a la guardia fronteriza y a las autoridades judiciales de Estados Unidos:

“En nombre de Dios y en nombre de este sufrido pueblo, cuyos lamentos suben hasta el cielo cada día más tumultuosos, les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios: Cese la represión”.

Diciembre 2018
Mons. Raúl Vera López (México) Rvda. Emilie Teresa Smith (Canadá)
Co-Presidente Co-Presidenta
CONSEJO DIRECTIVO: Vidal Rivas (Estados Unidos), Maricarmen Montes (México), Kora Martínez (Centroamérica), Julín Acosta (Caribe), Abilio Peña (Región Bolivariana), Gerardo Duré (Cono Sur), José Manuel Mira (Europa), Sean Cleary (Asia-Oceanía)
MIEMBROS HONORARIOS: Mons. Alvaro Ramazzini, Mons. Pedro Casaldáliga, Profesora Zoraida Trinidad
Armando Márquez Ochoa (El Salvador), Secretario

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