La Alianza Ecuménica por América Latina (AEAL) llamó a los movimiento populares, sociales, iglesias, fuerzas políticas progresistas y a todos los pueblos del mundo a solidarizarse con Venezuela, sus legítimos representantes y su proceso revolucionario.
Asimismo, pide a las iglesias de América Latina elevar y hacer oír su voz profética en búsqueda de la justicia, la paz y el derecho a la autodeterminación de los pueblos, al tiempo que convoca a los pueblos del mundo a apoyar la legitimidad de los procesos de cambio social impulsados por el gobierno venezolano y sus fuerzas sociales.
La AEAL es una instancia de encuentro representada por personas consecuentes, liderazgos comunitarios, colectivos sociales, educadores populares, académicos e intelectuales en diversos campos de las ciencias humanas y sociales en distintos países de América, dijeron a Prensa Latina los académicos costarricenses Mario Olivera y Abner Barrera.
Olivera, presidente de la AEAL, precisó que se trata de un espacio de reflexión crítica de nuestras realidades sociales a partir de una espiritualidad y conciencia latinoamericana, fundada en las exigencias de los Evangelios: el amor a Dios y al prójimo.
El sentido de la ternura, la compasión y la solidaridad son expresiones bíblico-teológicas que derivan de tales exigencias e invitan al diálogo fecundo, caracterizado por la alteridad del otro, arraigado en nuestros propios contextos y comprometido con la transformación de nuestras sociedades, sostuvo Olivera.
Por su parte, Barrera, uno de los coordinadores de la AEAL, señaló que desde la praxis política e histórica de la fe y con base en los tratados, pactos y convenios internacionales, esta Alianza Ecuménica reafirma el Derecho de los Pueblos a su dignidad, identidad, territorialidad, soberanía y autodeterminación.
Ello, prosiguió, ‘ante los graves acontecimientos provocados por prácticas sistemáticas injerencistas e intervencionistas del Gobierno norteamericano, la derecha continental, sus aliados regionales y la denominada oposición contra la hermana República de Venezuela y, consecuentemente, contra toda la Patria Grande’.
La Declaración de la AEAL recuerda que en mayo de 2018 se realizaron legítimamente elecciones presidenciales en Venezuela y en votación libre y soberana, el pueblo venezolano eligió a Nicolás Maduro presidente, con el 67,84 por ciento de los votos, superior a los obtenidos por el resto de los candidatos opositores.
Agrega que dichos comicios contaron la participación de delegaciones internacionales y más de dos mil observadores de Asia, África, Europa, Caribe, América Latina y Estados Unidos.
Sostiene que la Asamblea Nacional de Venezuela se encuentra en estado de desacato, cuyas actuaciones y pronunciamientos se califican como ‘actos nulos’ por parte del Tribunal Supremo de Justicia desde 2016.
Por ello, la AEAL considera que la autoproclamación de Juan Guaidó como ‘presidente encargado’ de Venezuela y el reconocimiento inmediato del Gobierno de Donald Trump y de otros países afines a las políticas de Washington constituye un acto premeditado y un paso más del proceso de intervención en esa nación suramericana.
Denuncia que el papel golpista encabezado por Estados Unidos constituye una demostración más del desprecio total hacia las normas y principios del derecho internacional y la soberanía de otros pueblos.
Tras rechazar todas las medidas y presiones de Estados Unidos, la AEAL asevera que el proceso de intervención en curso en Venezuela se suma a la larga lista de golpes de Estado, propiciado por los diferentes gobiernos norteamericanos a lo largo de la historia en América Latina.
Por todo lo anterior, la AEAL insiste en la necesidad de la solidaridad mundial con Venezuela, sus legítimos representantes y su proceso revolucionario.
Entre los firmantes de la Declaración sobresalen los obispos venezolanos Gamaliel Lugo y Élida Quevedo, la teóloga tica Silvia Regina, el sacerdote peruano Alejandro Cussianovich, el abogado nicaragüense Miguel Ángel Casco, el escritor mexicano Fernando Buen Abad, y el sociólogo brasileño Pablo Barrera.