ARGENTINA-
El 20 de junio se llevó a cabo el Encuentro de la Pastoral Social Evangélica (PSE) en Mar del Plata, con el propósito de iniciar un camino hacia la regionalización en el Partido de la Costa, uno de los mandatos del pre-encuentro nacional realizado en marzo en la localidad de Escobar.
Con gran expectativa, comunidades de fe, pastores, pastoras, laicos y laicas de diversas identidades evangélicas y experiencias territoriales, con compromiso con el proyecto liberador de Jesús y el pueblo marplatense, se congregaron por la tarde en la Iglesia Reformada “Arca de Noé”. Se generó un encuentro de intercambios y presentación de la propuesta de la PSE, que da inicio a la construcción de un instrumento pastoral que pretende fortalecer y acompañar a las comunidades evangélicas que realizan una misión encarnada en la región e intervenga en los conflictos que atraviesa el pueblo trabajador.
Uno de los primeros pasos fue designar una comisión coordinadora temporal que trabaje para la próxima convocatoria, donde ya se comience a tejer una red de experiencias, capacidades, dones y ministerios que estén al servicio del pueblo y busquen la dignidad de todas las personas.
De parte de la Mesa de Coordinación de la PSE nacional participaron los pastores Diego Mendieta y Gerardo Oberman.
La expectativa por el armado de esta herramienta pastoral fue muy importante y generó una amplia participación, que llegó casi a una treintena muy diversa de mujeres y hombres. También se dio la ocasión de participar de algunas entrevistas en medios locales.
Lucía Maureliz, trabajadora social, expresó al finalizar el encuentro que “salimos motivados y esperanzados en poder constituir y consolidar la PSE en Mar del Plata y la zona”. Lucía, junto a Luciana Tauri, coordinadora del Club de niños y niñas de la comunidad anfitriona, serán dos de las encargadas de darle continuidad al proceso en la región.
Pablo Alaguibe, de la Iglesia de la Unión Evangélica y promotor de una mirada comprometida con la realidad desde el Evangelio, compartió la siguiente reflexión sobre lo que generó en encuentro: “Llegar inquietos, preocupados, indignados, con frío y con preguntas. Y encontrar hospitalidad. Espacio para el no saber, y para buscar juntos. Es esperanzador encontrarse, tan distintos de caminos y de historias, y tan parecidos de corazón. Agrademos a la Pastoral Social Evangélica por proponer este espacio. En Mar del Plata se sufre mucho. No es una ciudad feliz. Pero Dios está. Y no está tomando sol en la playa. Está caminando por los barrios y los paisajes que nadie quiere ver. Que él nos enseñe a caminar así. Eso deseamos. Y que nuestras vidas y recursos sean instrumentos de su justicia.”
En esa esperanza ponemos en las manos de quien es Padre, Madre, Compañía solidaria en la huella, Soplo que impulsa y anima a la misión comprometida con la plenitud de la Vida, esta nueva experiencia de armado territorial, dicen desde la Pastoral Social Evangélica.