ESPAÑA-
La Comisión Permanente de la Iglesia Evangélica Española– IEE- emitió una declaración frente a la sentencia del Procés. En ella afirman: “Nuestra iglesia siempre será favorable a los procesos de paz y de mediación, pero armados estos desde la justicia necesaria. La reconciliación es la posibilidad de volver a tender puentes y establecer bases de diálogo firmes que permitan a los pueblos construirse en justicia, dignidad y libertad. Para la Biblia justicia no es solo el proceso jurídico, sino el reconocimiento legítimo del anhelo de plenitud para todas las partes.”
Aquí la nota completa:
La IEE considera que la justicia, como bien supremo, es esencial y determinante en la manifestación del reino de Dios, por lo cual nuestra lucha y trabajo estarán siempre en favor de construir en base a ella el nuevo mundo inaugurado en Jesús.
Por esa razón, frente a la sentencia dictaminada contra líderes políticos y sociales de Catalunya, incluso pudiendo aceptar que se ha cumplido la ley, creemos que no ayuda a una solución justa al proceso catalán. Consideramos que hace falta voluntad política real para solucionar sin injusticias este proceso.
Para la IEE esta sentencia pone de manifiesto el riesgo a que nos abocamos cuando criminalizamos posicionamientos políticos e ideológicos, afectando, no solamente a Catalunya, sino también las libertades que hoy podemos vivir en nuestro territorio, conseguidas con la lucha y la implicación de una sociedad que se esforzó y se movilizó para conseguirlas.
Nuestra iglesia siempre será favorable a los procesos de paz y de mediación, pero armados estos desde la justicia necesaria. La reconciliación es la posibilidad de volver a tender puentes y establecer bases de diálogo firmes que permitan a los pueblos construirse en justicia, dignidad y libertad. Para la Biblia justicia no es solo el proceso jurídico, sino el reconocimiento legítimo del anhelo de plenitud para todas las partes.
Pese a la resolución judicial el conflicto no ha quedado cerrado, la voluntad de expresarse en referéndum no ha mermado y la tensión ha aumentado. La expresión de la voluntad popular no ha encontrado caminos fáciles para expresarse y en lugar de construir nos vemos hoy destruyendo más aún los puentes que era necesario tender.
Descartada la violencia y la rebelión por la sentencia del Tribunal Supremo todo muestra que la vía política y del diálogo era la única posible, y ante este escenario nos preocupa que no se tiendan puentes ni se encuentre la voluntad política de establecer caminos de reconciliación.
Necesitamos que cada persona y cada familia, como cada pueblo, pueda expresar sus razones en paz.
Necesitamos la suma de todas las voluntades para encontrar puntos en común que sean más fuertes que las diferencias y caminar la senda de una diversidad reconciliada.
Queremos manifestarnos a favor del pueblo de Catalunya, en todos sus vertientes políticas e ideológicas. Estamos con los que protestan y reclaman justicia, que van mucho más allá de los que quieren la independencia, y también al lado de aquellos que, de una forma u otra, sufren también por la situación política que, como era de prever, la resolución judicial no ha podido arreglar.
Tenemos esperanza de que la dinámica que se está imponiendo se supere a favor de procesos de futuro y de consenso.
“El amor y la verdad se encontraran; la paz y la justicia se besarán” (Salmo 85, 10)