INGLATERRA-
La Comunión Anglicana mundial emitió un documento donde da cuenta de que cada parte de la comunión está respondiendo en algún nivel a la pandemia de COVID-19 (Coronavirus). Algunas provincias se han ocupado de la situación durante más tiempo y hay lecciones importantes que aprender de sus respuestas pastorales y prácticas que promueven la salud pública, mantienen un sentido de comunidad y la esperanza de construcción. Sobre todo, es hora de reconocernos a nosotros mismos como el Cuerpo de Cristo, para apoyarse mutuamente y para reflejar la preocupación de Dios para todas las personas, especialmente los más vulnerables, dicen.
La Iglesia de Inglaterra, en respuesta a las recomendaciones del gobierno, ha puesto el culto público en espera para ayudar a prevenir la propagación de COVID-19. En un mensaje a la Iglesia de Inglaterra, los arzobispos de Canterbury y York, dijeron: “Nuestra vida se va a caracterizar menos por la asistencia a la iglesia el domingo, y más por la oración y el servicio que ofrecemos cada día …. Les instamos hermanas y hermanos a convertirse en una especie diferente de la iglesia en estos próximos meses: la esperanza arraigada en el ofrecimiento de la oración y la alabanza, y desbordante en servicio al mundo … “. Los arzobispos también están llamando a un Día de Oración y Acción para el Domingo de las Madres (22 de marzo).
La Alianza Anglicana al mismo tiempo sigue trabajando en otros temas: la enfermedad, los conflictos, el cambio climático y la pobreza – que siguen afligiendo a muchas comunidades, que se hace aún más vulnerables a causa de esta pandemia.
Alianza Anglicana
Consulta mundial
El lunes 16 de marzo, la Alianza Anglicana convocó una consulta global en línea para reunir las lecciones aprendidas hasta ahora de cómo están respondiendo a los anglicanos COVID-19 a través de la comunión. Entre los y las participantes había líderazgo de la iglesia, representantes de organismos de desarrollo anglicanos, la salud y expertos legales y procedían de casi todas las regiones de la Comunión.
Aquí compartimos los aprendizajes clave y algunos ejemplos de las mejores prácticas de la llamada. También han construido un repositorio de recursos, estudios bíblicos, etc. en la página web que pueden ser adaptados para diferentes contextos, por lo que podemos aprender unos de otros/as.
La Rvda. Canon Rachel Carnegie, Directora Ejecutiva de la Alianza Anglicana, inicie la llamada recordando a todos que, si bien estamos en un momento muy difícil, el mundo y la Iglesia se han enfrentado a tiempos muy difíciles en el pasado – y vienen a través de ellos. Por tanto, es importante que frente a esta situación actual con la esperanza, que animemos unos a otros, aprender unos de otros y, sobre todo, que tenemos un cuidado especial para los que ya están en mayor riesgo en nuestras comunidades. Dios está con nosotros, ya que “nada nos puede separar del amor de Dios en Cristo Jesús Señor nuestro.” (Romanos 8:39).
¿Qué puede hacer la Iglesia?
A partir de la experiencia de dar respuesta a otras situaciones de emergencia y epidémicas de la Iglesia, sabemos que hay tres funciones clave que la Iglesia puede desempeñar en esos momentos para promover la prevención y la resistencia:
- Para dar esperanza y luchar contra el miedo con información precisa y aliento a través de nuestra fe.
- Para mantener el culto y la más amplia comunidad conectada, si es necesario a través de mensajes, teléfono y en línea, en el caso de la cuarentena y la interrupción.
- Para mostrar la compasión y el cuidado de Dios a los afectados en nuestras comunidades, recordando que los que ya están más vulnerables serán las y los más afectados.
Prevención y Atención en y a través de Iglesias
A través de estudios de caso de la Iglesia de Inglaterra, la Diócesis de Singapur y la Red de Salud Anglicana se identificaron algunos aprendizajes clave para las iglesias a apoyar la prevención de la infección y el cuidado de los vulnerables en ya través de las iglesias. Estas ideas vinieron de Rev. Gina Radford, sacerdotiza y asesora en COVID-19 a la Iglesia de Inglaterra y anteriormente parte del gobierno del Reino Unido como subjefa médica; el Ven. Wong Tak Meng, presidente del Grupo de Trabajo Diocesano COVID-19 en Singapur, y el Obispo Michael Beasley, presidente de la Red de Salud Anglicana y epidemiólogo. Con más contribuciones de otros participantes de todo el comunión, se destacaron las siguientes lecciones:
Respuesta general:
- Construir esperanza y mantener las conexiones de la comunidad.
- Siga directrices de gobiernos y provinciales / diocesanos en cada contexto.
- Crear un grupo de trabajo COVID-19 a nivel provincial y diocesano. Puede incluir líderes de la iglesia (ordenados y laicos, hombres y mujeres), la salud pública, los expertos legales y de comunicación, líderes juveniles, etc. por lo que reúne una serie de habilidades y perspectivas.
- Comunicar la información fáctica en línea con mensajes de salud pública del gobierno y la mostrar cuando una información es errónea.
Respuesta dentro de la Iglesia:
- Poner medidas de higiene y de comportamiento para la prevención de la infección en los servicios.
- Mantener la vida de culto y las conexiones parroquiales virtualmente, a través de diferentes medios, cuando las congregaciones no son capaces de reunirse.
- Live-stream o los servicios de registro para los feligreses que tienen auto-aislamiento y si los servicios están suspendidos.
- Coordinar la atención pastoral y espiritual a los miembros de la iglesia en auto-aislamiento y soporte para los auto-aislamiento en la comunidad en general, al mantener en contacto en línea, a través del teléfono, la radio local, a través de mensajes, etc. Podemos mantener ‘la distancia física’, mientras que el ser social y espiritualmente cercano.
- Apoyo a todas las parroquias para desarrollar un plan de acción para su preparación y respuesta.
- Desarrollar Planes de Continuidad del Ministerio, en caso de que cualquier clérigo o agentes claves de la iglesia no se encuentre bien.
- Crear recursos públicos de información: cartas, fichas de noticias, vídeos, páginas web y otros recursos – por ejemplo, sobre las precauciones en el culto, un mensaje espiritual de los líderes de la iglesia, etc.
- Esperanza de construcción y temores y emociones de dirección de las personas en este momento, utilizando recursos bíblicos y espirituales. (Ejemplos de estudios bíblicos y oraciones se subirán en breve en nuestra página web.)
- Enviar hojas de servicio y oración para que los feligreses pueden unirse en casa al mismo tiempo cada día.
Respuesta dentro de la comunidad más amplia:
- Mantener cuidado práctico, a través de medidas de seguridad, para los y las más vulnerables, por ejemplo, las personas sin hogar, para que puedan comer en su lugar como fuera disponible.
- Recordar los hechos más vulnerables a través de la situación, incluidos quienes pierden ingresos y el apoyo social.
- Alentar a las y los trabajadores de la salud que están llevando a una mayor tensión en esta pandemia, la oferta de oración, pastoral y fuerte apreciación del público.
- Construir preparación de la comunidad y la resiliencia, la identificación de las personas, habilidades, activos y recursos en una comunidad a prepararse para la posible situación cada vez más grave – y para aumentar la resiliencia de la comunidad para una rápida y efectiva recuperación una vez que la pandemia ha pasado.
Sin embargo, se reconoce que algunos miembros de la iglesia, especialmente los ancianos o aquellos sin acceso digital, pueden tener dificultades para relacionarse con esto, ya sea tecnológicamente o emocionalmente, por lo que también se están buscando alternativas. Ideas que están siendo probados incluyen personas que comparten en un servicio individual a una hora determinada con una hoja de oración común entregada, haciendo sonar la campana de la iglesia para significar que la gente está orando en su casa, y la recolección (donde sea permitido) en los hogares en pequeñas cantidades a la participación en un servicio , un estudio de la Biblia o para ver una transmisión en vivo o grabación juntos.
Katie Mears comparte tres puntos clave que la gente necesita en tiempos de crisis:
- conexión con la comunidad
- información – precisa y contextual
- agencia – la capacidad de los individuos para tomar decisiones significativas, aunque dentro de las opciones limitadas.
Este último punto es muy importante para garantizar que no reducimos los grupos vulnerables, como los ancianos, a ser visto pasivas ‘objetos’ de la atención sino animarles a ver qué opciones tienen de control personal y cómo puede ser también una fuente de esperanza y aliento a los demás.
Nagulan Nesiah describe la ecuación de la resiliencia como una forma útil de pensar a través de una situación difícil y la formulación de un plan de respuesta basado en los activos locales (recursos, habilidades y experiencia).
Capacidades: ¿Cuáles son las personas, las fortalezas, recursos, bienes, redes, etc. que se pueden extraer de?
Peligros: ¿Cuál es la información gubernamental sobre el virus y la información del gobierno local acerca de la incidencia local, etc.?
Vulnerabilidades: ¿Quién es particularmente vulnerable en su comunidad? ¿Quien ya es vulnerable y que llegará a ser vulnerables a través de la pérdida de ingresos, la falta de espacio seguro, etc,?
Y en conclusión:
Al reflexionar sobre nosotros mismos como una familia humana mundial
No puede haber una tendencia en los momentos de pandemias para que las naciones en estrecha y protegerse a sí mismos, pero también tenemos que llegar a nivel mundial para los demás, para aprender y compartir recursos y animarse unos a otros.
Somos una sola familia humana en una casa compartida. Esta vez ha mostrado cómo inter-relacionados y son interdependientes que somos.
Como comunión global que pertenecen al cuerpo de Cristo, sin dejar de participación en cada uno hay otros esperanzas y sufrimientos, y para apoyarse mutuamente en la oración y la acción.
El Secretario General de la Comunión Anglicana, el Reverendísimo Dr. Josías Idowu-Fearon, ha escrito a todas las provincias que dice: “Como todos como naciones, iglesias e individuos responden a la Covid-19 pandemia, deseo expresar sentidas oraciones para todos ustedes como actuar y servir como líderes del ministerio, los ciudadanos, y los hijos de Dios conectado el uno al otro.”
La Alianza Anglicana continuará convocar consultas regionales y globales para construir nuestro aprendizaje común de las mejores prácticas en las respuestas a la iglesia COVID-19. Vamos a documentar esto en nuestra página web y compartir enlaces a los recursos. Por encima de todo, nos comprometemos a mantener la comunidad en todos los niveles y para la construcción de la esperanza –
“Para nada nos puede separar del amor de Dios
en Cristo Jesús Señor nuestro “. (Romanos 8:39)