Haití: Entre la Esperanza y la Rebeldía

(Reuters)

“Hoy más que nunca Haití y el pueblo haitiano demandan de solidaridad global de los pueblos y sectores comprometidos con la paz mundial para revertir la realidad de falta de institucionalidad, de pobreza, corrupción oficial, exclusión social y violación de derechos humanos ante la ilegitimidad de una democracia usurpada por el poder político.
Haití es hoy como ayer víctima de un modelo mundial de desarrollo económico donde prevalece la injusticia social por encima de las necesidades de los seres humanos y la preservación de la biodiversidad como centro de un idóneo PLAN DE GOBIERNO a favor del pueblo y de la naturaleza”, afirma un Manifiesto de la Alianza CONVIDA – 20.

El Manifiesto sigue diciendo:

Haití presenta un estado de inestabilidad política inmanejable que está poniendo al borde del abismo, la capacidad de espera de una población condenada por el racismo y el colonialismo, realidad que se hace inaceptable caracterizada por la falta de respeto a la institucionalidad democrática, la inexistencia de garantías constitucionales y el predominio de intereses de los sectores dominantes y del capital internacional produciendo una crisis política y humanitaria.

Haití es una democracia en ciernes con ensayos fallidos y obstaculizados por los antecedentes de dictaduras y tiranía tuteladas y apoyadas desde centros de poderes externos que le han imposibilitado echar bases sólidas para el desarrollo de un proyecto de nación acordes a con los ideales
de la revolución haitiana de paz, justicia y fraternidad.

Haití sigue acumulando desesperanza y olvido conjuntamente con una cosecha de historia en resistencia y solidaridad para las libertades de los pueblos de América Latina y el Caribe, sentando las expresiones más incondicionales de entrega para con sus vecinos.

Ante estos nuevos desafíos por la paz de Haití, la Comisión de Pueblos Originarios y Afrodescendientes de la Alianza Mundial CONVIDA 20 demanda el respeto de la autodeterminación del pueblo haitiano en la necesidad de vivir en un estado de legalidad y justicia social amparado en la constitucionalidad y exigimos el cumplimiento de las bases legales que permitan que, a partir del 7 de febrero, Haití cuente con un consenso
político, social y popular que permita conducir al a su pueblo por senderos de la paz.

Nos unimos a las voces del pueblo haitiano en resistencia que claman en las calles por el respeto a la Constitución. Pedimos al presidente Jovenel Moise dejar el poder el próximo 7 de febrero de 2021, para dar paso a la conformación de un gobierno de transición de unidad nacional que organice elecciones libres y proporcione garantías constitucionales para que con la más amplia participación popular se defina y garantice
el destino democrático del pueblo haitiano.

Las adhesiones y el manifiesto completo puede bajarse aquí en PDF

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