El secretario general en funciones del CMI reflexiona sobre “nuestra vulnerabilidad compartida –y nuestro destino compartido– como una sola humanidad”

Fotografía: Ivars Kupcis/WCC

SUIZA-

CMI- En su intervención, el 30 de agosto, en el “Diálogo sobre la COVID-19 y sus consecuencias para la cooperación multilateral mundial”, el secretario general en funciones del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), el Rev. Prof. Dr. Ioan Sauca, ofreció un discurso de apertura centrado en los acuciantes esfuerzos para mantener el diálogo y la cooperación multinacionales después de la pandemia de COVID-19.

La conferencia fue organizada por la fundación Dialogue for Peace y moderada por el ex primer ministro de Noruega, Kjell Magne Bondevik. 

Junto con el CMI, representantes de la Liga Musulmana Mundial y de la Organización Mundial de la Salud compartieron sus experiencias con ministros, embajadores, políticos y asociaciones de paz, entre otros. 

El Rev. Sauca fue invitado al evento a raíz de la reciente concesión al Consejo Mundial de Iglesias del Premio Bridge Builder por su labor en la cooperación interreligiosa en pro de la paz. Otros de los ponentes principales fueron Su Excelencia el Dr. Muhammad Bin Abulkarim Al-Issa, secretario general de la Liga Musulmana Mundial, laureada también este año con el premio; Su Excelencia el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud, premiada el año pasado; y Su Excelencia, Jagan Chapagain, director general de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.

“De hecho, cómo no, es la pandemia lo que nos reúne hoy aquí, aun cuando el virus y sus variantes se propagan sin control y la colosal tarea de vacunar, proteger y asistir a la población continua mermando nuestros sistemas sanitarios y financieros”, dijo Sauca; “¡pero no dejaremos que merme nuestro valor y nuestras fortalezas!”.

Sauca ofreció un resumen de las distintas reacciones ante la pandemia en el CMI, en calidad de comunidad mundial de iglesias cristianas con más de 550 millones de miembros. “Puesto que, de pronto, los viajes del personal y las conferencias quedaron descartados, buena parte de la efectividad del CMI en este periodo se basó en su capacidad para crear rápidamente cauces de comunicación que permitieran la difusión de los relatos de toda la comunidad, informar sobre las iniciativas adoptadas en relación con la COVID-19 y destacar las mejores prácticas entre las iglesias en respuesta a la pandemia”, afirmó. “Gracias a ello, se han revelado ejemplos concretos de la adaptación efectiva y potencial de las comunidades religiosas”.

La identidad del CMI en calidad de comunidad unida en oración y servicio ha ganado visibilidad a través de la publicación de oraciones matutinas diarias y de oraciones semanales elaboradas por miembros de la comunidad, explicó el Rev. Sauca. 

“Como ven, este ha sido un periodo para aprender de nuevo sobre el rol del CMI y de la comunidad mundial en el trágico devenir de nuestro planeta y sus pueblos”, dijo. “Nuestra disposición a ser transformados y a transformar el mundo a través de la satisfacción de las necesidades concretas de los demás constituye una medida de nuestra responsabilidad, en calidad de individuos e iglesias”.

Es nuestra responsabilidad y nuestra vocación contribuir multilateralmente a aliviar esta pandemia, aseveró Sauca. “Fundamentalmente, creo que hemos aprendido la importancia real de nuestro trabajo, no a pesar de nuestra identidad religiosa, sino gracias a ella”, dijo. “Nuestra identidad como comunidad cristiana mundial nos permite abordar esta crisis en sus dimensiones culturales y espirituales más profundas, derribar barreras y tender puentes, y trabajar basándonos en las relaciones”.

Las organizaciones religiosas se encuentran en una posición única para intervenir localmente de forma práctica en los asuntos de la atención sanitaria, afirmó Sauca. “El aprendizaje fundamental de esta pandemia ha sido el de nuestra vulnerabilidad compartida –y nuestro destino compartido– como una sola humanidad”, concluyó. “Ahora sentimos con mayor intensidad la fragilidad de la vida humana; es más, de toda la vida en este planeta”.

Discurso completo: Diálogo sobre COVID-19 y las consecuencias para la cooperación multilateral global – por el Secretario General interino Rev.Dr. Dr. Ioan Sauca, 30 de agosto de 2021

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