GUATEMALA-
En el marco de la 51ª Asamblea Ordinaria de la OEA-Organización de Estados Americanos, bajo el lema “Por una América renovada”, el martes 9 de noviembre de 2021 se llevó a cabo el Diálogo de Jefes de Delegación, el Secretario General, el Secretario General Adjunto y Representantes de Organizaciones de la Sociedad Civil, Trabajadores, el Sector Privado y Otros Actores Sociales de manera virtual siendo su sede la ciudad de Guatemala.
Pronunciamiento de la Coalición Religiones, Creencias y Espiritualidades en Diálogo con Sociedad Civil, con la representación de Sandra Mazo (de la organización CDD Colombia – Católicas por el Derecho a Decidir) quien tuvo a su cargo los tres minutos dados a cada coalición
El contexto de pandemia representa un gran desafío para las sociedades de América. Es un tiempo que ha evidenciado fortalezas y solidaridades, así como debilidades y carencias de nuestros sistemas, políticas y formas de convivencia. Se evidencia, por un lado, la gran capacidad de humanización, resiliencia y transformación que tenemos como sociedades cuando trabajamos unidas. Pero también revela las diversas formas de exclusión, silenciamiento y violencia que pueden despertar instancias de miedo e incertidumbre como las que estamos atravesando. Si hablamos, de una “América renovada”, debemos reconocer que aún tenemos un gran camino por andar para mejorar los mecanismos de participación ciudadana, ambientes democráticos y el desarrollo de políticas que velen por la garantía de los derechos, en momentos de crisis que requieren un compromiso de todas las partes.
La pandemia ha demostrado que comunidades, grupos, movimientos y organizaciones religiosas y espirituales han sido espacios para la acogida y la articulación con organizaciones de sociedad civil para trabajar por el bien común. Pero de la misma manera, somos testigos de cómo algunas voces religiosas actúan o son instrumentalizadas para fines que entran en tensión y contradicción con la legitimación de un ambiente democrático.
De aquí, que como Coalición de religiones, creencias y espiritualidades, queremos pronunciarnos en los siguientes aspectos:
- Vemos con preocupación la utilización de la idea de libertad religiosa como una forma de restringir otros derechos, libertades y políticas. Se apela a dicho término partiendo de una visión totalizante de las expresiones religiosas, negando así la pluralidad que compone las religiones y espacios espirituales en todos los temas que conciernen a nuestras sociedades. Por ende, La libertad religiosa no puede ser utilizada como un marco que legitima ciertas visiones y vulnera otras.
- De la misma forma, nos preocupa que algunas voces religiosas sean instrumentalizadas por ciertos movimientos y grupos políticos para negar los derechos a la inclusión, a la diversidad y a la igualdad, reflejando así una visión estereotipada y excluyente del mundo religioso y espiritual. Así como el mundo religioso es plural en términos de confesiones y expresiones rituales, también lo es en términos políticos, morales e ideológicos.
- Sostenemos que la mejor manera de abordar el mundo religioso en términos plurales y democráticos es profundizando el principio de Estado laico, necesitamos una separación real entre iglesia y Estado, y herramientas políticas y jurídicas que den cuenta de ello. Esto es el punto de partida para promover el pluralismo, la igualdad y la diversidad religiosa.
De aquí instamos a los Estados miembros de la OEA:
- A continuar fomentando espacios de diálogo y encuentro que valoren el principio democrático de las pluralidades religiosas y espirituales en nuestros países.
- A cumplir con los mandatos de la resolución de libertad religiosa del organismo, que instan a conformar un espacio de diálogo regional que dé cuenta de la mayor variedad de expresiones sobre estos temas.
- Y a seguir trabajando en los alcances e impactos de la propia resolución de libertad religiosa, para que sea una herramienta que promueva el rol democrático de las religiones y espiritualidades, en su articulación con las garantías de todos los grupos que componen el diálogo de sociedad civil.