SUIZA-
Durante el servicio especial que dio clausura al Sínodo General de la Iglesia de Suecia, el 24 de noviembre, la arzobispa Antje Jackelén pidió oficialmente disculpas a los Sami, en nombre de la Iglesia de Suecia, por los históricos abusos cometidos contra ellos.
El servicio tuvo lugar en la catedral de Uppsala, en presencia del Sínodo General, representantes del pueblo Sami y de la sociedad Sueca y testigos internacionales.
Mientras la arzobispa Jackelén recordaba el relato bíblico de Lucas sobre la mujer encorvada durante dieciocho años, Samis y no Samis, junto a dirigentes de iglesias luteranas de los vecinos países nórdicos, formaron un círculo en torno a una llama prendida frente a la catedral.
“En calidad de arzopispa de la Iglesia de Suecia, hoy me presento ante ustedes, el pueblo Sami, para reconocer que no les hemos tratado como a iguales. Hemos estado metidos en nosotros mismos, no nos hemos opuesto al racismo ni al abuso de poder. Nuestras espaldas están encorvadas por el peso de la culpa. Hemos puesto injustas cargas sobre ustedes. Hemos cargado a sus ancestros con una vergüenza y un dolor que han sido heredados por las nuevas generaciones”.
Jackelén agregó: “No podemos deshacer lo que ya está hecho, pero podemos arrepentirnos de nuestra contribución en la historia colonial de Suecia. Podemos sentir remordimiento por nuestra incapacidad y nuestra falta de voluntad para aceptar la verdad y tratarles como a iguales”.
Los Sami relataron experiencias personales de maltrato, historias sobre la colonización de las tierras Sami y espantosas vivencias de los niños y niñas Sami en los internados.
“Los testimonios que hemos escuchado hoy confirman la complicidad de nuestra iglesia con los abusos perpetrados contra los Sami”, aseveró la arzobispa Jackelén. “Las heridas, el dolor, la vergüenza, la aversión de uno mismo, la rabia y los recuerdos dolorosos son reales. Cuando traicionamos al pueblo Sami, también traicionamos a Dios. No hemos sido fieles en nuestro discipulado. No hemos estado atentos a la presencia del Espíritu Santo en la Creación”.
Advirtiendo que la iglesia no debe repetir los errores del pasado, Jackelén formuló la siguiente petición: “Mientras esperamos, oramos a Dios y le pedimos que nos ayude a tratarnos unos a otros cada vez más como iguales. Que no repitamos los errores del pasado. Que todos dejemos que nos toque Jesús, quien se arrodillaba para enderezar a quienes se torcían. Tanto los que soportamos la carga de las víctimas como los que soportamos la carga de las injusticias cometidas en nombre de la iglesia. Los que soportamos la carga de la culpa de los responsables y los que soportamos la carga del sufrimiento de las víctimas. Para que reconozcamos a Cristo los unos en los otros”.
Los miembros de la comunidad Sami que asistieron al servicio describieron el evento como el comienzo de un largo viaje. “Creo y espero que esta disculpa nos lleve a un cambio”, dijo Ingrid Inga, presidenta del Consejo Sami de la Iglesia de Suecia. “Ha sido un gran honor formar parte de esta disculpa, que no son meras palabras vacías de la iglesia, pues viene acompañada de compromisos que se cumplirán a lo largo de un proceso de diez años”.
En junio de 2021, la Junta de Gobierno Central de la Iglesia de Suecia decidió que se ofrecería una disculpa oficial al pueblo Sami. En el marco del proceso de reconciliación, la Iglesia de Suecia trabaja en ocho compromisos y objetivos que se llevarán a cabo durante el próximo decenio.
Está previsto que la iglesia ofrezca una segunda disculpa oficial durante la conferencia de la iglesia Sami, en Lulea, en octubre de 2022.
Vea el servicio completo en la catedral de Uppsala
Fuente: CMI
Traducción: ALC Noticias