COLOMBIA-
Rafael Castillo Torres-
Hoy leemos en nuestra liturgia el pasaje de Mateo 9, 14-15 en el que se nos narra cómo los discípulos de Jesús no practicaban el ritual del ayuno.
Jesús establece una relación entre el ayuno y el entierro, y la opuesta, entre Jesús y la boda. La enseñanza es clara: la presencia de Jesús, antes que evocar la muerte orienta hacia la vida, incluso lo más gozoso de la vida como es una fiesta de boda: donde hay alegría, comida y bebida abundante, amor puro y disfrute de la entrega mutua de los seres humanos que se aman.
Los cristianos practicamos el ayuno desde el principio del s. II. En el siglo III los monjes nos lo van presentar como ideal de santidad. La Iglesia siempre ha tenido presente la crítica que Isaías hace del ayuno, pero sobre todo tendríamos que practicar la propuesta que nos hace el Señor: “El ayuno que yo quiero es este: abrir las prisiones injustas, liberar a los oprimidos, romper todas las cadenas; partir tu pan con el hambriento, hospedar a los sin techo, vestir al que ves desnudo y no cerrarte a tu propia carne.”
Que este, nuestro primer viernes de cuaresma, este acompañado de nuestros actos de piedad sincera como de nuestros gestos de solidaridad.
El autor es sacerdote católico en Cartagena
Nota de la Editora:
La Cuaresma es un periodo de 40 días en donde el cristianismo se preparan para la Pascua. Ésta inicia con el miércoles de Ceniza y finaliza así con el Domingo de Resurrección. En esta época tendrá cinco domingos de Cuaresma, los cuales son el día 6, 13, 20 y 27 de marzo y el día 3 de abril. A partir de ahí se abre el periodo de la semana Santa. La Semana Santa iniciará el Domingo de Ramos el próximo 10 de abril. Mientras que el Jueves Santo se registrará el próximo día 14 de abril, un día después se celebrará el Viernes Santo; el 16 de abril será el Sábado Santo y el Domingo de Resurrección el día 17 de abril.