EL SALVADOR-
Cuarenta años han pasado de la fundación del Refugio Fe y Esperanza que albergó a cientos de personas que huían de varios lugares del país en busca de refugio por la guerra. Fe y Esperanza está ubicado en el Cantón Galera Quemada, municipio de Nejapa, al norte de la capital, San Salvador. Ahora es un espacio donde funciona la Iglesia Luterana Fe y Esperanza y donde la Asociación Memoria Histórica integrada por personas que vivieron allí, han creado un Memorial dedicado a las víctimas.
Todos los años el 5 de mayo, 28 de diciembre, y a partir de este 2022 también el 4 de agosto, son fechas de encuentro nacional es decir, llega gente que vivió allí de todo el país y que ahora a 40 años de historia viven en diversos lugares incluso en el extranjero.
Fueron 400 familias que llegaron al inicio, en un par de meses sobrepasó las mil doscientas, lo que llamó la atención inmediata de las autoridades de aquel entonces, tanto así que las y los refugiados vivían constante acoso y hostigamiento.
Este año, la celebración incluyó un culto dirigido por el Cuerpo Pastoral del Sínodo Luterano, la inauguración de Jardín Memorial, la presentación de un video que rescata la historia y los bienvenidos tamales de gallina.
Crónica de Rafael Menjivar