CDD Argentina
ARGENTINA-
Este 28 de septiembre, Día de Acción Global por un Aborto Legal, Seguro y Gratuito, Católicas por el Derecho a Decidir en Argentina se pronuncia y convoca “a todos los sectores y al Estado en todos sus niveles a comprometerse en la defensa y en el trabajo para hacer efectivo el derecho a la Interrupción Voluntaria del Embarazo y para asegurar el acceso igualitario al mismo”.
El 28 de septiembre fue establecido por unanimidad como el “Día por el Derecho al Aborto en América Latina y el Caribe” en 1990 durante el V Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, en San Bernardo (Buenos Aires). Desde hace más de 30 años, los movimientos feministas y grupos de mujeres de todo el mundo se convocan para exigir a los gobiernos la despenalización del aborto y el acceso a prácticas seguras, con el propósito de reducir las muertes por aborto y defender la soberanía y la libre determinación sobre nuestros cuerpos.
Se trata de una jornada para hacer visible una de las principales causas de muerte de mujeres en los países en que el aborto es ilegal y las oportunidades reales de acceso efectivo en los países en que la interrupción del embarazo ha sido legalizada.
En unos pocos meses se cumeplen 2 años desde la sanción de la Ley 27.610 que consagró el aborto legal en la Argentina. Los últimos tiempos han estado signados por grandes avances en materia de derechos humanos de las mujeres y colectivos LGBTIQ+. Pero a la vez, los discursos conservadores y las violencias extremas se extienden desafiando los paradigmas democráticos desde los que construir ciudadanías plenas, sexualidades placenteras y mayores condiciones de justicia e igualdad.
El compromiso de los distintos sectores, de las organizaciones y de los medios de comunicación con un debate sensible que involucra a toda la sociedad y con la divulgación de las acciones tendientes a profundizar políticas públicas que garanticen los derechos conquistados, resulta clave para avanzar en la ampliación de oportunidades, en la construcción de acuerdos respetuosos y en la implementación de prácticas institucionales que aseguren el acceso igualitario y sin restricciones a la IVE y a la ILE.
Como mujeres católicas, continuamos construyendo argumentos a favor del derecho a decidir, trabajando en los territorios de todo el país, para monitorear y favorecer la implementación efectiva de los derechos consagrados.
A la par de otras organizaciones de América Latina y el Caribe, para fortalecer procesos de debate e incidencia que posibiliten la despenalización y legalización del aborto en el mundo, pero especialmente en nuestra región, escenario de profundas desigualdades en materia de derechos sexuales y reproductivos.
Con equipos de salud amigables que, en distintos puntos del país, acompañan procesos de toma de decisión, desde la empatía y el respeto a la autonomía.
Con comunidades de mujeres indígenas organizadas, que reflexionan y debaten DDSSyRR desde sus cosmovisiones, levantando barreras lingüísticas para visibilizar sus luchas y desarmar desigualdades históricas.
De la mano de nuestra Guardia de Abogadas Feministas que, desde diferentes provincias, acompaña judicialmente para revertir procesos de obstaculización en el acceso a derechos.
Desde nuestras redes ecuménicas, en intersección con compañeras cristianas y de otras expresiones de fe con quienes caminamos hace mucho tiempo, desandando las violencias dentro y fuera de las iglesias.
Con nuestra Red de jóvenes, formando y multiplicando argumentos a favor de la ESI y del protagonismo político de las nuevas generaciones en la defensa de sus derechos.
En un proceso de trabajo decisivo y asertivo de construcción de alianzas y de incidencia política, para ampliar la participación, la igualdad y las libertades de las mujeres.