
ITALIA-
En 2022 hubo 24.369 denuncias de personas desaparecidas en Italia, una media de 67 al día, un 26,4 % más que en 2021; entre estos, 47 son menores, de los cuales 36 son extranjeros/as y 11 son italianos/as. Estos son los datos que surgieron del informe anual del comisionado del Gobierno para las personas desaparecidas Antonino Bella , presentado al Ministerio del Interior. Solo en el año de la guerra, desaparecieron 70 niñas y niños ucranianos.
“El número total de denuncias ha aumentado con el aumento de los flujos migratorios: casi dos tercios se refieren a ciudadanos/as extranjeros/as -se recordó- 15.152 en total (un número que aumentó un 32,35% más que el año anterior)- y en particular a menores, 13.002 de los cuales fueron reportados como desaparecidos el año pasado, casi 36 por día […]», se lee en el informe.
Desde 2013, Viminale ha contado 180.827 informes de personas desaparecidas, 118.178 personas rastreadas mientras tanto. De los 24.000 desaparecidos el año pasado, se han encontrado 12.170, mientras que 175 están muertos. También hay 942 mayores de 65 años, casi todos italianos y en su mayoría hombres, el 80% fueron encontrados posteriormente; 4.128 muchachos italianos dados por desaparecidos y mil aún por encontrar».
Pero el dato es aún más preocupante porque en los últimos diez años, como recuerda el Editor Social , «103.842 menores extranjeros no acompañados (MSNA) llegaron solo por mar a Italia, en su mayoría adolescentes y preadolescentes, pero no pocas veces también niños y niñas, con una promedio de 15.000 visitantes anuales. Es lo que se desprende del informe de Save the Children “Ocultos a la vista – Frontera Sur” , que pone de relieve una acogida a menudo inadecuada, sobre todo en el primer nivel, y la necesidad de una distribución uniforme de las estructuras en todo el territorio y la promoción de la familia. custodia.
La dramática situación de los últimos días en Lampedusa pone de manifiesto la necesidad de una red estructurada de acogida, especialmente para los más vulnerables, como los menores que llegan a nuestras costas sin padres y adultos como referentes. Aunque los y las menores no acompañados son, por tanto, una presencia habitual en nuestro país, los centros de primera acogida gubernamentales previstos por la ley nunca se han puesto en marcha e incluso los Centros Extraordinarios de Acogida, que deberían representar la solución de último recurso, contaban a 31 de diciembre de 2021 con tan solo 519 plazas. .
Mirando la tendencia relativa a las plazas financiadas en el CAS de 2018 a 2021 -escribe de nuevo el editor de Social-, parece evidente que la intención de distribuir a los y las menores por todo el territorio nacional a su llegada se fue desestimando paulatinamente, hasta concentrarse en Sicilia y en Calabria casi todos los CAS menores activos a fines de 2021.
Solo en 2021, en los países de entrada de la UE (Grecia, Italia (10.053), Bulgaria, España, Chipre y Malta) se registraron como llegadas 17.200 menores no acompañados, lo que representa el 71 % de todos los menores, incluidos los que llegan con familias que han entrado en Europa. También en 2021, Alemania (73.245) y Francia (25.750) registraron el mayor número de solicitudes de asilo de menores (incluso en la familia), en Italia hubo 11.569 solicitudes de menores, de las cuales 3.257 fueron no acompañados”.
Los y las menores no acompañadss son una prioridad en el sector de acogida de la Diaconía Valdense: “Necesitamos cambiar el paradigma de la acogida, dada la magnitud y tipología del fenómeno migratorio […]”, recordó el secretario ejecutivo de la diaconía desde el primer Días de la invasión ucraniana Valdense, Gianluca Barbanotti. “Está -sostenía Barbanotti- el tema de los menores: estamos hablando de un millón de menores de 18 años”. Una alarma prudencial que, a la luz de los trágicos datos surgidos en los últimos días, parece haber sido poco escuchada por las instituciones.
Fuente: RIFORMA, traducción de Claudia Florentin, ALC Noticias