“Despojo Egipcio” una perspectiva urgente para nuestra realidad

COLOMBIA-

Rev. Luis Andrés Caicedo-

Hace algunos días tuve la posibilidad de encontrarme con un texto que me llamo la atención a propósito del mes del metodismo, el libro es escrito por Dr. Albert Outler, titulado “Teología del Espíritu Wesleyano”.

El Dr. Albert Outler fue un reconocido teólogo y profesor estadounidense, conocido por su trabajo en el campo del metodismo y la teología wesleyana, es particularmente famoso por sus estudios sobre la vida y la obra de John Wesley, el fundador del metodismo.

Uno de los libros más destacados escritos por el Dr. Albert Outler es “Teología del Espíritu Wesleyano” (en inglés: “Theology of Wesleyan Spirit”) aquí se explora los principios teológicos centrales del movimiento metodista y su enfoque en la experiencia y el poder del Espíritu Santo.

En el primer capítulo de este libro, Albert Outler, plantea el “despojo egipcio” (metáfora que le da título a esta reflexión) es una alegoría tomada del pensador y teólogo cristiano Orígenes (figura prominente de la iglesia primitiva) y más tarde por el filósofo y teólogo San Agustín; metáfora utilizada para referirse a la posibilidad de pensar y hacer la reflexión teológica teniendo en cuenta la cultura y otras ciencias, dicho de otra manera, desde lo “secular”, con la finalidad de enriquecer la sabiduría cristiana y ser efectivos en la comunicación de la buena noticia para una determinada sociedad.

En este sentido, el autor plantea que, en el contexto del pensamiento de John Wesley, el término “despojo egipcio”, se utiliza para describir la estrategia que Wesley adoptó para despojar o apropiase del conocimiento secular, incluyendo letras, artes, filosofía, ciencia y concepciones políticas y morales, para ser aplicado dicho conocimiento en su ministerio.

Con base en este planteamiento, el autor se propone rescatar a Wesley del auge dominante que tiene que ver con una exaltación del personaje con las características de culto o construido como un héroe (práctica exacerbada hoy por las redes sociales que permiten expresar pensamientos e imágenes del fundador del metodismo sin profundizar en sus propuestas).

Ahora bien, Wesley no rechazó por completo el conocimiento “secular”, sino que buscó aprovecharlo y emplearlo de manera coherente con su fe cristiana. Su enfoque consistía en utilizar el conocimiento “secular” como una herramienta para contextualizar y comunicar el mensaje del Evangelio de manera efectiva a las personas de su época, esto, implicaba comprender la cultura y los tiempos en los que vivía, y relacionar la sabiduría secular con las verdades espirituales.

Agregado a lo anterior, la estrategia del “despojo egipcio” la realizaba Wesley de manera selectiva y crítica dentro del marco de su teología. Su objetivo era establecer conexiones significativas entre la fe cristiana, los desafíos y preocupaciones contemporáneas de las personas que le escuchaban y leían, utilizando los recursos intelectuales y culturales disponibles.

Ahora bien, la importancia de esta estrategia tenía que ver con la búsqueda de un significado teológico que diera razón de la conexión entre los descubrimientos científicos y las “verdades espirituales”, demostrando, de esta manera que, la fe y la razón no están en conflicto, sino que se complementan mutuamente. En este sentido, la estrategia le permitía una aplicación práctica y abordar estos temas desde una perspectiva teológica, logrando establecer una conexión más significativa con su audiencia y abordar las preocupaciones y preguntas concretas de ese momento.

Desde allí, Wesley demostraba que la fe cristiana no es algo aislado o desconectado de la realidad del mundo, sino que tiene implicaciones prácticas y puede ofrecer respuestas a las preguntas más profundas de la humanidad. Al mostrar cómo la fe y la ciencia pueden coexistir de manera coherente, Wesley daba testimonio de una fe sólida y razonable, lo cual era importante para ganar la confianza y el respeto de aquellos a quienes ministraba.

Sin embargo, la puesta en práctica de esta estrategia quedaría inconclusa, desde la perspectiva de Wesley, sino se pone en práctica en la comunicación sencilla de aquel análisis de la realidad con perspectiva teológica, de hecho, Outler, argumenta que, “hoy nos desafía a nosotros para ir y hacer lo mismo. Pero más vale que veamos de qué manera tan hábil lo hizo, porque su inmensa erudición nunca oscureció sus palabras sencillas para la gente sencilla, que por propia decisión fue su audiencia principal” (Outler, 1996, pág. 15)

En ese sentido, el desafío que percibía Albert Outler en el momento de escribir el texto, es también un desafío hoy, puesto que sostiene que, “Como sabemos bastante bien, los ministros cristianos de nuestros días están en una lucha angustiosa debido a una profunda crisis de identidad. Ya no son los “pastores”, de su pueblo o ciudad y, por lo tanto, ya no continúan influyendo decisivamente en los asuntos públicos ex officio” (Outler, 1996, pág. 26) situación que se hace evidente y se profundiza en el momento histórico al que asistimos. 

Por lo tanto, el llamado desde la estrategia de Wesley, según, Outler, es plantear de manera sencilla el evangelio en relación con la vida, en las diferentes circunstancias que viven los hombres y mujeres de la actualidad. Vaya reto.

En este sentido, surge una pregunta ¿Cuál es la importancia de la puesta en práctica de una estrategia como esta, de Wesley “despojo egipcio”, para la iglesia, los teólogos, pastores, laicos en una sociedad como la nuestra?

Ahora bien, los ministros cristianos en la actualidad se enfrentan a una profunda crisis de identidad y ya no tienen el mismo influjo en los asuntos públicos como en el pasado. Nos tendríamos que preguntar si ¿pueden poner el evangelio en relación con la vida y las preocupaciones cotidianas de las personas contemporáneas?

Hoy debemos reconocer que vivimos en una sociedad altamente influenciada por la cultura, la ciencia, la tecnología y el pensamiento secular. La estrategia del “despojo egipcio” implica comprender y dialogar con estos elementos de la cultura contemporánea para comunicar el mensaje del Evangelio de manera relevante y contextualizada, esto ayuda a la iglesia a conectarse con las preocupaciones, preguntas y desafíos que enfrenta la sociedad actual.

Al comprender el contexto cultural y las preocupaciones de las personas, la estrategia del “despojo egipcio” permite presentar el mensaje del Evangelio de manera más efectiva, al hacerlo, se puede establecer una conexión más sólida y auténtica con aquellos que buscan respuestas y significado en un mundo líquido y cambiante. Esto facilita la misión de la iglesia en una sociedad donde las personas pueden tener una amplia gama de experiencias y puntos de vista.

Comprender el mundo de hoy, que, dicho sea de paso, se construye bajo la lógica de la vulnerabilidad y la incertidumbre para los seres humanos, donde solo encuentran seguridad y libertad en las leyes del mercado, es un llamado urgente para la iglesia, teólogos, pastores, laicos y creyentes que quieren trabajar por “un mundo otro” o una “sociedad otra posible”, si es que este fuere su objetivo.  En ese sentido, necesitamos comprender el mundo de hoy que nos ha llevado a ceder nuestra libertad y seguridad para proteger la libertad y la seguridad del mercado, necesitamos comprenderlo para encontrar respuestas que brinden esperanza desde la fuerza de la vida y la vida pensada en el proyecto del Dios de la vida.

Un ejemplo de ello, lo plantea el concepto de “Adiafora” acuñado por el sociólogo Zygmun Bauman, y Leonidas Donkis[1]  dicho concepto nos plantea la perdida de sensibilidad frente a la circunstancias que vivimos y el sentido de moralidad, responsabilidad y ética frente a los otros, de hecho, nos plantean que “Mientras la actitud consumista lubrica las ruedas de la economía, lanza arena en los engranajes de la moralidad” (Baumna & Donskis, 2015) para resolver este “pecado social” la sociedad liquida expía y absuelve con el consumo característico del mercado y presenta este acto, como un acto moral.

Hoy tendríamos que ver, analizar y repensar nuestra realidad, pero, además, plantear la estrategia de Juan Wesley, dado que el momento histórico que vivimos se caracteriza por un descomunal individualismo, una fragmentación profunda de los vínculos sociales y una ausencia desproporcionada de solidaridad y compasión.

Un ejemplo palpable de esta situación es la red social Facebook, que no es otra cosa que la manifestación encarnada de una amistad liquida, porque allí se manifiesta el debilitamiento de los vínculos humanos, pero se presenta como la nueva política de inclusión y exclusión.

Hoy nos hablan del éxito, del reconocimiento, de ser famoso en las redes sociales, pero esto no es otra cosa que las trampas de la ley anónima del mercado, porque la vida en plenitud que se propone desde el proyecto del Dios de la vida está en la solidaridad, la compasión, el acompañamiento; nada de lo que hoy nos ofrece esta sociedad de consumo y liquida nos libera del mal que se cierne sobre la humanidad, que no es otra cosa, que la depresión, la ansiedad, las enfermedades mentales, la angustia, la vulnerabilidad, la incertidumbre; liberarnos de ese mal es posible con solidaridad, compasión, acompañamiento; Wesley lo comprendió en su contexto y para eso su estrategia fue tomar todas las herramientas que le brindaba su contexto para facilitar la vida de quienes encontraba en el camino.

Creo que aquí hay un llamado para nosotros y nosotras. Cuando recordamos el día mundial del metodismo, es importante tener esto presente, no solo para postear imágenes y frases de Juan Wesley, sino para poner en práctica la estrategia del fundador del metodismo para que la vida triunfe en medio de tantas circunstancias adversas, en especial para quienes la vida se les hace más dura.   

En conclusión: podemos decir que la estrategia de “despojo egipcio” es una estrategia para comunicar el evangelio desde una perspectiva contextualizada, que permite plantear una pertinencia del evangelio a las problemáticas que hoy se viven, desde esta perspectiva el evangelio responde a las preguntas de la vida contemporánea, pero no bastaría solo con eso, se debe plantear la comunicación o la forma de comunicarlo de una manera sencilla, esto es clave por las situaciones actuales de la sociedad en la que vivimos.

El autor es Obispo de la Iglesia Colombiana Metodista

Bibliografía

Baumna, Z., & Donskis, L. (2015). La cegera moral: La perdida de moralidad en la modernidad liquida. Barcelona : Editorial Paidós.

Outler, A. C. (1996). Teologia en el Espiritu Wesleyano . Nashville: Abingdon Press.


[1]   Concepto acuñado o desarrollado en el libro Ceguera moral. Bauman, Zygmun; Donskins, Leonidad. Ceguera moral: perdida de sensibilidad en la modernidad liquida. 2015. Barcelona: España. Editorial Paidós. En este texto se plantea la perdida de la sensibilidad en una sociedad como la nuestra. Perdida que ha llevado aun a la perdida de interés sobre asuntos pertinentes y cruciales para toda forma de vida. 

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