CHILE-
Andres Contreras Opazo-
A pesar de mi pasado de cultos o liturgias evangélicas y mis actuales liturgias de misas donde me congrego en una parroquia católica, quisiera en esta columna dar a conocer-desde un pensamiento crítico-una mirada teológica acerca de este tema, que me parece muy pertinente, vinculante y contextual a un Siglo XXI que es muy plural, inclusivo y holístico.
Partir diciendo que respeto mucho a varias teólogas y teólogos que enfatizan la importancia de la liturgia en una nación, ya que justamente la liturgia no solo anima y refuerza nuestro corazón y cerebro cristiano, sino que nos lleva a la contemplación, meditación y reflexión de como esto divino o sagrado, nos muestra
su bondad, misericordia y voluntad en cada paso que damos como cristianos. Y si bien esta mirada a moldeado varios siglos de teología católica y evangélica, nos enfrentamos en el Siglo XXI a otro tipo de espiritualidad, más diversa y heterogénea, donde no podemos hacer evangelio y praxis cristiana igual que en siglos anteriores, ya que si esto es así, es un grave error hermenéutico bíblico- teológico, porque el Evangelio de Jesús el Cristo, hijo de Dios, y Mesías religioso- político, debe amoldarse a los cambios de la sociedad y del mundo, sino es así, queda afuera, bloqueado y sin lugar a dar las luchas cristianas, que también son luchas políticas y económicas.
Así entonces, debemos en este siglo co-construir otro tipo de Cristología, una que baje y que salga fuera de la santidad del Templo, allí donde habitan la mayor de las vulnerabilidades y sufrimientos espirituales, políticos, económicos y sociales de los pueblos y de la sociedad civil en general. Por eso es que muchos
organismos, instituciones y cristianos de izquierda-cristiana dentro de los cuales me identifico, se han tratado de hacer los mayores y mejores intentos por llevar el Evangelio de Cristo a otros lugares, entre ellos la pobreza extrema y multidimensional. Por eso es que en cada siglo de historia y en los que vendrán, el Evangelio de Cristo siempre tendrá una tensión dialéctica con lo político y la política de cada nación, y esta dicotomía es hermosa por un lado pero un poco peligrosa por otra. Por consiguiente, tanta oración a veces es muy necesaria, pero no es bueno quedarnos solo en la ortodoxia, sino que ir hacia una ortopraxis de nuevos lentes donde veamos a Cristo no solo crucificado, sino también resucitado ayudando y consolando todo sufrimiento político de los pueblos de todos los continentes.
Por eso es que decir, mencionar y hablar de Cristo nunca ha sido necesariamente hablar de Templo, de hecho desde la teología de los evangelios lo que más sorprende que las intervenciones de Jesús no son tanto en sinagogas, sino que fuera de ellas. Y esto habla de un Cristo que analiza que la mayor y mejor hermenéutica no está solo en interpretar los textos bíblicos, sino en interpretar el zoe griego y su tensión con el bios, es decir, la vida de las personas de todas las clases sociales. Así entonces, Cristo es el hijo de Dios que le da importancia a la vida del pueblo no a los Templos necesariamente. Si nos quedamos en las liturgias de los Templos nos olvidamos de la sociedad civil. Por eso es urgente reformar y cambiar nuestras Cristologías.
Finalmente, si Cristo siempre ha estado más afuera que dentro del Templo, entonces la teología de Pablo de Tarso de los dolores de parto no son dolores litúrgicos, son dolores de vida humana en cualquier siglo y en cualquier nación.
Por consiguiente, es preferible siempre tener miradas más progresistas del Evangelio que miradas tan conservadoras o neconservadoras, ya que los análisis más progresistas, tienen mayores análisis de justicia y libertad, que son los pilares centrales del zoe y del Evangelio de Jesús el Cristo, el Salvador de la humanidad. Y si Cristo esta fuera del Templo, entonces hay que volver a los minerales, porque allí está la vida integral y la salvación del ser humano.
El autor es Magister en Educación Superior mención Pedagogía Universitaria, Prostitulo en Innovación y Creatividad Educativa, Bachiller en Teología, Diplomado en Teología Latinoamericana, Diplomado en Teología, Diplomado en Políticas Publicas y Territorio, Diplomado en Pedagogía Universitaria, Diplomado Formación Pedagógica en Educación Superior, Licenciado en Educación, Profesor de Música. Pedagogo, Teólogo y Escritor.