FRANCIA-
La organización protestante Cimade no se anda con rodeos. En un comunicado, señala la “acogida muy selectiva” de Francia, que se prepara para recibir a decenas de miles de turistas en el marco de los Juegos Olímpicos de 2024. Y esto, “en un momento en que en la Unión Europea se están dedicando recursos considerables a erigir barreras físicas, jurídicas y tecnológicas para cerrar las fronteras a quienes se considera indeseables. El equipo de La Cimade rechaza esta lógica de clasificación”.
La asociación humanitaria de origen protestante no pierde de vista su objetivo: «¡Defender la igualdad y el derecho de todos a la libre circulación!» Las operaciones llevadas a cabo a petición de las autoridades públicas “para invisibilizar la creciente precariedad” han dado lugar a “una auténtica limpieza social” en la capital de Francia. «Miles de personas, hombres, mujeres y niños que dormían en las calles, han sido desplazados, evacuados y expulsados de la capital, sin que se les garantizara ninguna solución duradera. Una situación que no podemos aceptar para que las desigualdades y la exclusión de los más desfavorecidos dejen de crecer”, subraya La Cimade.
Recuerda también que “para tener todo listo a tiempo – y a bajo coste – para los Juegos Olímpicos, muchas empresas no dudaron en emplear trabajadores indocumentados en las obras de las sedes olímpicas”. Trabajadores sin contrato ni nómina, privados de vacaciones y horas extras. “No se hace nada para que estas personas, que contribuyen activamente a la sociedad, puedan escapar de la precariedad y vivir en paz”, lamenta la asociación.
No olvidemos que los Juegos Olímpicos de París, como otros grandes eventos deportivos, seguramente traerán récords tristes. Estos encuentros “pueden conducir a un aumento del mercado de las redes de tráfico de seres humanos y, en particular, de la explotación sexual de niñas menores de edad, a menudo extranjeras”.
Durante estos Juegos Olímpicos, la Cimade anima a Francia a hacer todo lo posible para respetar su compromiso como signatario del Convenio europeo para la lucha contra la trata de seres humanos. «¡Juntos pedimos medidas para proteger a las víctimas y, en particular, el acceso a un permiso de residencia para los extranjeros indocumentados!», concluye.
La Cimade acompaña y aconseja más de cien mil personas; emigrantes, refugiados y solicitantes de asilo y facilita un apoyo legal a los extranjeros, asistiendoles al acceso a sus derechos. La Cimade interviene dirigiendose a los responsables por acciones de alegato; informa y conmueve la opinión pública acerca de las migraciones.
Fuentes: Cimade y Riforma