Ante el clamor por los estudiantes desaparecidos

Apoyo_Normalistas-2

MÉXICO

Leopoldo Cervantes-Ortiz

Ante las crecientes manifestaciones de protesta y de exigencia por que aparezcan vivos los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, la sociedad mexicana se encuentra hoy en un verdadero marasmo de dudas, escepticismo e indignación. Lo que produce más rabia y desesperación es el hecho de que ninguno de los tres niveles de gobierno haya asumido su papel de garante de las libertades y la seguridad de las personas. Pasmosamente se asiste a un espectáculo en el que los políticos de turno que encabezan esos niveles siguen sin ofrecer pistas o, al menos, alguna posibilidad de resolución del gigantesco problema en que se encuentran y que ha trascendido hasta alcanzar a la opinión pública global.

Desde la presidencia de la República hasta las autoridades municipales, pasando por la Procuraduría General de Justicia y la gubernatura estatal, que ya ocupa otra persona, nadie es capaz de ofrecer una mínima respuesta a los reclamos de los familiares, estudiantes, movimientos sociales, organismos defensores de los derechos humanos, iglesias y otros grupos que siguen demandando, en todos los tonos posibles, la presentación con vida de los estudiantes desparecidos entre el 26 y 27 de septiembre pasado.

Por el contrario, al cumplirse un mes de lo sucedido, y cuando los diversos movimientos se organizaron para agrandar la protesta masiva, la incertidumbre aumenta y el temor de que se anuncie en algún momento que, efectivamente, fueron asesinados crece en todos los espacios e instancias. La suspensión de labores en algunas escuelas y universidades entre el 5 y 7 de noviembre, es una muestra de que el descontento ha alcanzado ya dimensiones inimaginables en los últimos años.

El ayuno de 43 horas convocado por algunos grupos le ha otorgado a la protesta un perfil que tampoco se había visto en los tiempos recientes ante situaciones similares. En el ámbito religioso, varias iglesias se han manifestado a favor de la presentación con vida de los estudiantes: los jóvenes luteranos de la Iglesia Cristo de la capital, luego los seis obispos metodistas del país y, en los últimos días el Movimiento Estudiantil Cristiano por la Equidad (MEC) y la Comunión Mexicana de Iglesias Reformadas y Presbiterianas. Los primeros, en un documento emitido el 19 de octubre, afirman: “El silencio nos hace cómplices, hermanos, hermanas, en este día los invitamos a alzar la voz, a no quedarnos callados, a ayudar, a ser empáticos con los que sufren y sobre toda a que la violencia no se nos haga costumbre”.[1]

Los obispos metodistas señalaron que “la lucha de poder que se da entre las mafias y el crimen organizado, pero también en las instituciones, lo que ha derivado en el hallazgo de fosas clandestinas no sólo en Guerrero sino en muchas partes del país”,[2] en abierta alusión al descubrimiento de otros restos humanos, lo que ha generado aún más molestia entre la población. El MEC, el 11 de octubre, y la FUMEC (organismo que agrupa a movimientos estudiantiles a nivel mundial) en su sección latinoamericana el 13 de octubre, lanzaron una campaña de solidaridad y denuncia por estos lamentables hechos. Promovieron en redes sociales la campaña “Todos somos Ayotzinapa”[3] y el 4 de noviembre convocaron a una jornada ecuménica de solidaridad, oración y ayuno, además de que se sumaron a una de las mayores marchas.[4]

La CMIRP, a su vez, el 26 de octubre, justo un mes después de los acontecimientos, dio a conocer un comunicado en el que se exige la presentación con vida de los normalistas, la superación de la impunidad, juicio y castigo a los responsables, además del resarcimiento a todos los afectados y el restablecimiento del estado de derecho, entre otras cosas.[5] El Consejo Mundial de Iglesias (CMI) se hizo eco de estas expresiones de dolor y protesta en una nota publicada en su página principal.[6] La iglesia Católica, por su parte, se expresó así: “Al tiempo de expresar nuestra preocupación por toda forma de violencia, corrupción, actividad ilícita, nexos con el crimen organizado e impunidad, hacemos un llamado a las autoridades a redoblar esfuerzos para encontrar a los estudiantes desaparecidos, sancionar a los culpables y hacer prevalecer el estado de derecho, a fin de garantizar la seguridad y una vida digna a todos los mexicanos y mexicanas.”.[7]

Luego de varias semanas de marchas en diversas ciudades del país y del mundo, la captura del ex presidente municipal de Iguala, José Luis Abarca, y de su esposa, María de los Ángeles Pineda, habría hecho pensar en un camino de solución, pero tampoco se avizora que abone de forma inmediata para ello. El contexto político, en este caso, se ha viciado bastante por las disputas entre los partidos para inculparse mutuamente, aunque ha sido el PRD, de centro-izquierda, el más afectado, pues Abarca pertenece a ese partido, el cual se ha deslindado de sus acciones.

Algunos analistas, como Héctor Palacio y Raúl Zibechi se han expresado en términos muy duros acerca de la fragilidad del Estado de derecho en México y de la incapacidad gubernamental para hacer justicia. Palacio escribió “El horror, el terror y el error de ser mexicano y vivir en México”, donde afirma: “Algunos ya explican que la omisión del gobierno federal, del PRD y demás autoridades o instituciones, se habría debido a los compromisos de este partido en torno al Pacto por México en el proceso de las reformas impulsadas por el gobierno federal. […]¿Se trata de un crimen de Estado o de la organización delictiva o de ambas partes? ¿Qué se necesita para que México sea un país “normal” en el cual la sociedad pueda vivir su vida en paz?”.[8] Zibechi, citando a la cadena informativa Al Jazeera, comenta que el número de muertos, decapitados y desaparecidos en México es superior a los ocasionados por el Estado Islámico.[9] Luis González de Alba ha sugerido que, en realidad, el problema de fondo en la región de Guerrero es el comercio de la amapola para la producción de opio (98% del total que se envía a Estados Unidos) y que los estudiantes quedaron en medio de una venganza entre narcotraficantes.[10]

Con la conferencia de prensa del procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, el viernes 7 de noviembre, en la que anunció la captura de tres personas miembros de la organización “Guerreros unidos”, que participaron en el secuestro de los estudiantes, quienes declararon que éstos fueron calcinados,[11] el sesgo del asunto sigue siendo impredecible, aunque la protesta continuará, lo mismo que la exigencia por la aplicación de la justicia. Ciertamente, el gobierno no ha aceptado del todo dicha versión, lo que no aminora en absoluto la tensión, porque acaso el simbolismo mayor de la cínica respuesta de las autoridades federales sea la despótica reacción del procurador, quien se ha manifestado “cansado” de la manera en que los padres de los estudiantes desaparecidos se han conducido con él en su afán por obtener alguna respuesta a sus legítimas demandas.[12]

[1] “Pronunciamiento de jóvenes luteranos de México por Ayotzinapa”, en Boletín Alas, núm. 95, p. 33, www.amerindiaenlared.org/biblioteca/6361/boletin-alas-n95-

[2] Carolina Gómez Mena, “Lamentan obispos metodistas lamentan obispos metodistas violencia en México”, en La Jornada, 30 de octubre de 2014, www.jornada.unam.mx/ultimas/2014/10/30/lamentan-obispos-metodistas-violencia-en-mexico-5151.html; El texto completo del comunicado se puede leer en: www.facebook.com/cmirp/photos/pcb.550626741735360/550625138402187/?type=1&theater.

[3] “FUMEC lanzó la Campaña Solidaridad “Todxs Somos Ayotzinapa””, en ALC Noticias, 28 de octubre de 2014, https://alc-noticias.net/es/2014/10/28/fumec-lanzo-la-campana-solidaridad-todxs-somos-ayotzinapa/

[4] “Convocan a una Jornada Ecuménica de Solidaridad, Oración y Ayuno con Ayotzinapa”, en ALC Noticias, 4 de noviembre de 2014, https://alc-noticias.net/es/2014/11/04/convocan-a-una-jornada-ecumenica-de-solidaridad-oracion-y-ayuno-con-ayotzinapa/

[5] Texto del comunicado: www.facebook.com/cmirp/photos/pcb.548046368660064/548045358660165/?type=1&theater.

[6] “Campaña de la juventud cristiana exige justicia para los estudiantes desaparecidos de México”, en Consejo Mundial de Iglesias, 9 de noviembre de 2014, www.oikoumene.org/es/press-centre/news/christian-youth-campaign-demands-justice-for-mexico2019s-missing-students, 9 de noviembre de 2014.

[7] “Comunicado del consejo de presidencia de la CEM sobre los acontecimientos en Ayotzinapa”, 28 de octubre de 2014, en Boletín Alas, núm. 95, pp. 13-14.

[8] H. Palacio, “El horror, el terror y el error de ser mexicano y vivir en México”, 7 de octubre de 2014, en www.sdpnoticias.com/columnas/2014/10/07/el-horror-el-terror-y-el-error-de-ser-mexicano-y-vivir-en-mexico

[9] R. Zibechi, “Un Estado fallido planificado”, 24 de octubre de 2014, http://alainet.org/active/78251.

[10] L. González de Alba, “Elena Poniatowska ya perdió la vergüenza”, en Etcétera, 27 de octubre de 2014, www.etcetera.com.mx/articulo/elena_poniatowska_ya_perdio_la_verg%C3%BCenza_luis_gonzalez_de_alba/31269/.

[11] Ignacio Alzaga y redacción, “Mataron y quemaron ‘a 43 o 44’ en Cocula”, en Milenio Diario, 8 de noviembre de 2014, www.milenio.com/politica/Mataron-quemaron-Cocula-normalistas-restos-humanos-Iguala-homicidio-Guerreros-Unido_0_405559472.html.

[12] Héctor Schamis, “Ya me cansé”, en El País, Madrid, 8 de noviembre de 2014, http://internacional.elpais.com/internacional/2014/11/08/actualidad/1415413389_224616.html

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