Alianza ACT beneficia a 146 familias con ayuda humanitaria en Aldea la Trementina Zacapa

GUATEMALA

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Por Mayra Rodriguez

Es la mañana del sábado 21 de marzo, los rayos del sol empiezan a despuntar, dejando sentir un calor que alcanza los 37 grados centígrados. Cristian de 10 años y sus hermanos Walter de 12, Maribel de 8 y Selvin de 5, junto a su madre, Adela Suchité de 30, se confunden entre el grupo de personas que conversan mientras esperan para recibir ayuda humanitaria en la Casa Campesina, de la Iglesia Luterana Guatemalteca ubicada en Zacapa, uno de los departamentos, afectados por la sequía que imposibilitó el logro de sus cosechas. Es la segunda vez que llegan a traer alimentos y están emocionados porque el sábado 28 de marzo, de nuevo están citados para la última entrega.

Cristian y su familia son parte de las 146 familias beneficiadas con provisiones alimenticias que la Acción Conjunta de las Iglesias (Alianza ACT) hace llegar a través del Concejo Ecuménico Cristiano de Guatemala y la Iglesia Luterana ILUGUA.  La entrega se realiza en el mes de marzo, dividida en tres raciones otorgadas el 6, 21 y 28 de marzo, y que suman 3 quintales de maíz, 75 libras de frijol y 30 libras de incaparina, en el que la Alianza ACT invirtió 17mil 350 dólares.

Al igual que Cristian y sus hermanos, muchos niños y niñas acompañan a sus mamás y les ayudan a acarrear las bolsas con los alimentos, varios de ellos caminando descalzos sobre las calles polvorientas. Van riendo y bromeando, deteniéndose por ratos para descansar y tomar aire.  “Esto pesa, pero gracias a Dios dice mi mamá que ya tenemos para el mes” dice Cristian refiriéndose a la bolsa donde lleva las 75 libras de frijol y el tiempo que les tardará el producto. Walter, el hermano mayor de Cristian, ayudado por su madre, pone el quintal de maíz sobre su diminuta espalda y queriendo acortar el recorrido, emprende la carrera hasta su casa, no sin antes decirles a sus hermanos que se apuren para ir al río a darse un baño y refrescarse el cuerpo.

ACT GUATEMALA 2

Ya en la vivienda, construida con bajareque, adobes y nylon,  Adela acomoda sobre el piso de tierra los bultos marcados con la etiqueta actalianza, cerca de donde junta el fuego para cocinar.  La casa es más bien una choza de una sola pieza de 4 x 3 metros en donde duermen, cocinan y comen los 5 integrantes de la familia.  Ella cuenta que su esposo, Salvador, con quien se juntó cuando ella tenía 13 años, está trabajando en las meloneras, propiedad de terratenientes que producen melón y que pagan unos $8 dólares por el día trabajado. Menos del salario mínimo aprobado por el gobierno para el trabajo de campo. Pero Adela está contenta porque el esposo está trabajando y percibe ese ingreso. Pero eso pasa solamente 3 meses al año.  “Voy a sacar el maíz, él ya no tardará en venir a almorzar” expresa mientras se acerca al fogón y retira una olla con maíz cocido.

Adela lava el maíz con agua que sus hijos han ido a traer al río y afirma que la ayuda alimentaria es de enorme beneficio para su familia. “Esta es una verdadera ayuda, ya tenemos para pasarla estos días, pero estamos preocupados, porque el año pasado no logramos ni siquiera semilla para  sembrar ahora, y de todos modos, la tierra está seca, ya no quiere dar” dice Adela.

Mientras tanto Cristian y sus hermanos están listos para ir al río.  Selvin, el más pequeño de los varones, lleva a su mascota, un perrito al que llama Cachorrito. “El también necesita bañarse” dice. Y entre risas y algarabía, los tres niños salen al río, mientras su hermana Adela, tiene el encargo de ir al molino de la aldea a moler el maíz y regresar para ayudar hacer el almuerzo, que ese día será frijoles y tortillas.

En las mismas condiciones que Cristian y su familia, viven muchos niños y sus familias en la comunidad conocida como la Coyotera en la Aldea La Trementina, Zacapa, en donde no hay energía eléctrica y tampoco agua potable.  Los caminos y los pisos de las viviendas son de tierra. Las estructuras habitacionales son de nylon, barro y lámina de zinc. No hay letrinas.    Esta realidad se repite en otras comunidades del oriente del país, en donde se ha declarado crisis alimentaria y en donde incluso han muerto niños y niñas, por falta de alimentos.   Pero esta vez,  146 familias beneficiadas por la Alianza ACT tienen asegurados “sus frijolitos y sus tortillas” como ellos dicen, para los siguientes tres meses.

Fotos: 146 familias de la Aldea La Trementina, Zacapa recibieron ayuda humanitaria consistente en alimentos que la Alianza ACT envió a través del Concejo Ecuménico y la Iglesia Luterana ILUGUA.

Fotos: Cristian y su familia son parte de las 146 familias que la Alianza ACT benefició con entrega de alimentos a través del Concejo Ecuménico Cristiano de Guatemala y la Iglesia Luterana ILUGUA.

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