ARGENTINA-
La semana pasada se supo que el Gobierno nacional trabaja en un proyecto de una nueva ley de culto que reemplace a la Ley 21.745, de la dictadura militar. La idea viene desde el regreso a la democracia y se trabajaron varios borradores consensuados con las organizaciones religiosas pero ninguna prosperó. La Mesa Consultiva de Federaciones y Asociaciones de Iglesias Evangélicas de la República Argentina ha hecho llegar a las autoridades nacionales sus observaciones y consideraciones en el ánimo de lograr ahora un texto definitivo.
El pastor Néstor Miguez, presidente de la Federación Argentina de Iglesias Evangélicas-FAIE– informó a ALC que se ha generado un anteproyecto que recoge varios elementos de anteriores proyectos. “En este momento está en etapa de consulta con las distintas comunidades religiosas e iglesias, a los efectos de lograr un cierto consenso antes de enviarlo al congreso, que deberá tratarlo en su momento, esperamos que en las sesiones ordinarias de 2017”.
“Es demasiado temprano para adelantar mucho, dice, pues hay varias etapas aún por recorrer, pero a grandes rasgos se pueden enunciar una serie de garantías para la libertad de culto- aunque no igualdad, ya que la Iglesia Católica romana sigue teniendo una legislación aparte”. Recordemos que la reciente modificación del Código Civil y Comercial, incluyó a las confesiones religiosas en una lista de personas jurídicas privadas. Actualmente, los cultos -salvo la Iglesia católica- deben inscribirse como asociaciones civiles en la Inspección General de Justicia. La Iglesia católica seguirá siendo una persona jurídica pública.
El proyecto, dice Miguez, incluye una propuesta de objeción de conciencia, y la existencia de una persona jurídica religiosa. También se propone el reconocimiento de las funciones específicas de los ministros de culto (acceso a hospitales, cárceles, etc.).
Las iglesias evangélicas han constituido una Mesa Coordinadora de Federaciones y Asociaciones que incluye a la mayoría de las mismas, para poder ofrecer una respuesta consensuada al proyecto, cuenta. “En ese camino ha habido una reunión con las autoridades de la Secretaría de Culto donde presentamos ciertas sugerencias de cambios y adecuaciones que nos parecen necesarias para darle mayor entidad a la ley, por un lado, y evitar arbitrariedades o intromisiones estatales por el otro”, finaliza.
Jorge Gómez, director ejecutivo de ACIERA- Federación Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de Argentina– habló del alcance real de este anteproyecto de ley de culto, afirmando que “es superador en muchos sentidos, comparándolo con presentaciones anteriores que se han hecho; Toma aportes que hicimos en otro momento desde las federaciones evangélicas en el país”.
“Debe quedar claro que no buscamos privilegios, pero si contar con un marco legal que nos permita desarrollar la misión con igualdad de condiciones. Este anteproyecto es un paso hacia esa igualdad ya que contempla el hecho de lo que hoy no existe en Argentina”, subraya.
Gómez dice que tienen tres objetivos claros y definidos como iglesias reunidas en mesa coordinadora: Aprobación de una nueva ley de cultos que reemplaza a la que nos viene desde la dictadura; La no enseñanza religiosa en las escuelas públicas en todo el país y la organización del festejo por los 500 años de la Reforma protestante.
El derecho a la objeción de conciencia que está incluido en el proyecto ya ha sido ya cuestionado socialmente porque incluye (entre otras) la negativa a recibir una transfusión de sangre o -en el caso de los médicos- practicar un aborto. Este derecho se incluye como novedad dice el Dr. Raúl Scialabba, presidente del Consejo Argentino para la Libertad Religiosa (Calir).
ALC consultó a Gómez si la objeción de conciencia no atenta contra el cumplimiento de leyes civiles en el país. “Lo que el anteproyecto contempla con respecto a esto, son puntos generales y estamos en una etapa de diálogo, hoy figura como uno de los puntos pero está expresado en términos muy generales. Aún tiene que ser aprobado”, dijo.
Scialabba desgrana especificaciones legales del anteproyecto. “Este Anteproyecto de Ley Nacional de Libertad Religiosa para nuestro país, tiene en miras el reconocimiento de dicha libertad como eje central. Un punto central del texto es reglamentar las reformas sancionadas en el nuevo Código Civil y Comercial de la Nación reconociendo la personalidad jurídica especial de las iglesias, tal como lo expresa el artículo 148 inc. e. Se terminaría de esta forma, un sistema anacrónico que hace que todavía hoy las entidades religiosas tengan que adoptar formas asociativas extrañas a su propia naturaleza. Otro punto saliente del anteproyecto es que el Estado, garantiza plena autonomía para cumplir adecuadamente su misión”.
Incorpora, dice, una acción de amparo para tutelar los derechos consagrados en el Anteproyecto y añade al Código Penal a la libertad religiosa y de conciencia como un bien jurídico a proteger.
“Entendemos la propuesta como una instancia superadora a los distintos proyectos presentados en los últimos 25 años”, finaliza.