Foto de archivo
NICARAGUA-
Por Trinidad Vázquez-
Gran expectativa ha creado la visita del Secretario General de la Organización de Estados Americanos-OEA, Luis Almagro, el próximo 1 diciembre a esta capital, anunciando la oposición y sectores sociales que lo recibirán con marchas y un amplio informe sobre las elecciones en el país que son cuestionadas y calificadas como “violentas”.
Violeta Granera del Frente Amplio Democrático, llama “farsa electoral” al proceso donde se reeligió el presidente Daniel Ortega. Adán Bermúdez de la Coalición Democrática Nacional, asegura que en el informe que le presentarán al señor Almagro detalla la gran abstención el día de las votaciones y un sin número de irregularidades así como el exagerado uso de los recursos del Estado en la campaña a favor del gobernante Partido Frente Sandinista.
José Adán Aguerri, presidente del Consejo de la Empresa Privada, dice que siguen observando cuestionamientos de diversos grupos al proceso electoral pasado.
En tanto, el Rev Saturnino Cerrato, líder evangélico que se lanzó como candidato presidencial por la Alianza Liberal Nicaragüense, aunque reconoció a Ortega como ganador, denunció irregularidades, como que le pusieron fiscales sandinistas el día de las votaciones.
El Movimiento por Nicaragua (MPN) no reconoce los resultados de las votaciones y demanda que se realicen nuevas elecciones transparentes con observación internacional y el ex ministro de educación, Carlos Tunnerman, expresó que el problema es que los políticos se preocupan solo por ocupar un escaño en la Asamblea Nacional y no por ver la necesidad del país.
Con este panorama, el Cardenal Leopoldo Brenes, ha llamado a aprovechar el diálogo con la OEA en busca de la reconciliación y la paz en el país.
“Estas elecciones están ensangrentadas, llenas de luto, de odio y dolor”, afirma el alcalde del Municipio de Ciudad Antigua, Henry Quiñonez, al comentar el triple crimen ocurrido en Cerro El Coyol, comarca La Magdalena, el 6 de noviembre, día de las elecciones presidenciales, y sobre el cual el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), concluyó que se trató de ejecuciones sumarias.
El informe del Cenidh determinó que los asesinados Nahúm Mendoza Arriola, Margarito Mendoza Sevilla, su yerno y el joven Santos Armando Pérez López, “fueron ejecutados y torturados”.
El Cenidh recomienda una investigación exhaustiva sobre las causas en que murieron las tres personas, la que debe incluir a militares y policías asignados a esa zona como posibles responsables y ejercer la acción penal correspondiente. Al tiempo que demanda el cese de la intimidación y hostigamiento en esa zona.
Ante un grupo de alcaldes del antiguo Partido liberal independiente, ex contras, así como Luis Callejas, de la Coalición Opositora Nacional y Violeta Granera, del Frente Amplio Democrático, Quiñónez presentó las fotografías de prueba de cómo quedaron los cuerpos de las tres víctimas que, según dijo, recuerdan los episodios vividos entre los años de los ochenta y noventa.
El informe del Cenidh dice que los tres cuerpos presentaban heridas en el cuello, cuchilladas en los pies y en otras partes del cuerpo. Dos de ellos tenían las piernas y pies quebrados, todos perforaciones por impactos de bala y charneles de granada.
“Ya abrieron heridas demasiado profundas”, afirmó Quiñónez, al tiempo que reiteró su temor a que él pueda ser involucrado más adelante en un hecho delictivo para desacreditarlo, asesinarle o ser encarcelado. “No tengo bandas de narcotraficantes, ni delincuentes, porque de eso es que nos tildan a muchos de los alcaldes”, advirtió Quiñonez .
Nelda Mendoza, hermana de Nahúm, dijo que si bien es cierto su hermano había dejado la casa para alzarse en armas por la persecución que sufría, ese día estaba desarmado. En el informe del Cenidh en los testimonios de la viuda de Margarito, Wendy Mendoza, explica que esa mañana él había bajado al lugar con un machete a cortar leña y con el propósito de encontrarse con su suegro y Santos Armando, pues tenían seis meses de andar alzados. Media hora después Wendy Mendoza, dijo al Cenidh, que escuchó una fuerte detonación “presuntamente de granada de mano”, a los 10 a 15 minutos escuchó varias detonaciones de arma de fuego.