Hacia una arquitectura financiera internacional: Ética y economía, un binomio a respetar

Encuentro de Arquitectura económica global. En el centro, la Rev. Dora Arce Valentin (ALC Noticias)

ARGENTINA-

Por Leonardo D. Félix-ALC Noticias-

Cerca de 60 personas de reconocidos ámbitos económicos, religiosos, sociales y políticos se dieron cita en uno  de los salones del Palacio General San Martín, dependiente de la Cancillería Argentina, en la ciudad de Buenos Aires, dentro del encuentro, titulado:  “Diálogo de alto nivel sobre arquitectura financiera internacional: ética y economía”.

Tal como adelantó ALC Noticias en su nota: Organizaciones nacionales e internacionales promueven diálogo por una economía más inclusiva en la región, este martes 29 de noviembre comenzó por la mañana el encuentro de Diálogo sobre Economía y ética en el marco de una arquitectura financiera.

Distintos representantes de la región se dieron cita para brindar una primer aproximación a la temática planteada y coincidir en lo oportuno de este nuevo encuentro en vistas a la próxima reunión del G20* en el 2018 que será en Argentina.

El Secretario de cultos de Argentina, Embajador Santiago Estrada, comenzó agradeciendo a los organizadores del evento, haciendo una síntesis de la temática a tratar el 29 y 30 de noviembre. “Cada punto prioritario que se tocará en estos días, responsabilidad social empresaria,  desigualdades estructurales sociales del trabajo, financiamiento para el desarrollo de países y personas (entre otros), tiene una fuerte incidencia en la vida de las naciones y personas con consecuencias importantes para el desarrollo de la economía de nuestros países, como también para lograr una convivencia justa y adecuada entre todos nosotros” – continuó diciendo – “quiero destacar de este congreso, la constante referencia a la ética en cada uno de los  temas a tratarse, como base de la construcción conjunta. La misma suele ser la gran ausente en estos debates”.

Por último concluyó: “cualquier análisis que se haga sobre el sistema financiero internacional y su preponderancia sobre los sectores productivos por sobre la implementación de modelos económicos alejados de los reales intereses de los destinatarios, así como las políticas que no alcanzan a cubrir las necesidades de recursos reales, pone en evidencia la ausencia de elementos de justicia y ética, que permita lograr los recursos necesarios para encontrar las soluciones indispensables”

Por su parte Jorge Srur, representante del CAF-Corporación Andina de Fomento – Banco de Desarrollo Regional,  así como Gustavo Béliz, director actual del INTAL – BID -Banco Interamericano de Desarrollo, coincidieron en la importancia capital de este evento, agenda central de varios organismos regionales en los últimos meses, y el protagonismo de lo “Religioso” y sus valores en esta temática. “deben ser guía y orientación para el mundo en la actualidad” – afirmó en más de una oportunidad.

Béliz, hizo hincapié en el alcance de la innovación tecnológica como factor a tomar en cuenta en el avance del siglo XXI, y que fue parte de las temáticas abordadas hasta el día de hoy por el G20*. “Somos el continente de la esperanza, el de mayor desigualdad del planeta y el más violento a la vez. En estudios hechos por nosotros, el 71% de la población en el continente, apunta a la integración regional y un 73% coincide que están gobernados por grupos que concentran el poder económico. Ahora me pregunto ¿Un robot hubiese hecho mejor este trabajo que los seres humanos? En todo caso, estos cambios no dependen de una tecnología que, siempre, es instrumental. Suponer lo contrario puede llevarnos a construir una sociedad con medios, pero sin fines. Donde todo tenga precio, pero nada valor.

La más grave colonización es nuestra paciente indiferencia en medio de la impaciencia del vértigo tecnológico y la contracultura del descarte. En todo caso, el riesgo no radica en máquinas inteligentes que puedan reemplazar la capacidad de trabajo del ser humano, sino en las personas desalmadas” concluyó.

Por su parte, los religiosos presentes, Mons. Jorge Lozano, Presidente de la comisión episcopal de Pastoral Social de la Iglesia Católica en Argentina y la Reverenda Dora Esther Arce coincidían en que se debe denunciar los actuales mecanismos económicos que hoy sumen a millones de seres humanos en la pobreza y una vida sin dignidad.

“El proceso de globalización – dice el obispo Lozano- nos ha llevado a ser interdependientes pero no necesariamente más solidario. Como el papa Francisco señala: “ha ido creciendo la globalización de la indiferencia”. Seguimos tolerando que unos se consideren más dignos que otros, como si hubieran nacido con mayores derechos. Esta situación en una burla a la declaración universal de los Derechos Humanos” concluyó enfáticamente, el presidente la comisión episcopal de Pastoral Social en Argentina.

Por su parte, la Reverenda Dora Esther Arce Valentín – representante de la Comunión Mundial de iglesias Reformadas – asumía con fuerza que: “el tema de la justicia económica y ecológica ha estado presente desde hace mucho tiempo, tanto desde nuestros discursos teológicos, como en la plataforma programática en la promoción de espacios de acción y reflexión en nuestras iglesias miembros.”

“Siguiendo los postulados de la confesión de Acra (año 2004), basada en la convicción teológica que las injusticias económicas y ecológicas de la economía global, requieren que la familia reformada responda como asunto de fe en el Evangelio de Jesucristo, esto quiere decir – continuó Arce – que, las profundas desigualdades económicas, no son solo problemas sociales, políticos o éticos, sino que están integrados a la fe en Jesucristo y afecta a la integridad de la iglesias. Ser fieles al pacto con Dios requiere que cristianas y cristianos individualmente y como comunidades de fe tomen una postura contra las injusticias económicas y ecológicas”.

En función de esta declaración base, la comunión reformada siguió trabajando para poder pensar un plan de acción que ponga andar, junto con el Consejo Mundial de Iglesias, Federación Luterana Mundial, Consejo para la Misión y otros, un proceso de concientización, transformación y educación. Dicha acción programática está basada en tres ejes:

• Sector financiero
• Finanzas públicas y deudas
• Gobernanza económica global.

“Se trata de buscar una economía para la vida y por la vida, proponer acciones para trabajar ecuménicamente que permitan encontrar una nueva arquitectura financiera más justa que tome en cuenta la vida y reduzca la brecha profunda entre ricos y pobres”, concluyó Arce.