Presente la Comunión Mexicana en la Asamblea General de la CMIR

Rev. Gordillo y Dra. Elsa Tamez

Rev. Gordillo y Dra. Elsa Tamez

MÉXICO-

Leopoldo Cervantes-Ortiz-

El Rev. Silfrido Gordillo Borralles, Coordinador general de la Comunión Mexicana de Iglesias Reformadas y Presbiterianas (CMIRP) se encuentra en Alemania participando como observador en la XXVI Asamblea General de la ahora Comunión Mundial de Iglesias Reformadas (CMIR) gracias a una invitación de ésta. Desde allá accedió a responder este breve cuestionario. Recientemente, la CMIRP obtuvo su membresía en la Alianza de Iglesias Presbiterianas y Reformadas de América Latina (AIPRAL), lo que seguramente acelerará su ingreso a la Comunión Mundial.

Estimado hermano: ¿en qué etapa del proceso de integración Comunión Mundial de Iglesias Reformadas se encuentra esta nueva agrupación eclesial?

La CMIRP nació el 28 de octubre del 2012, después de cuatro años y ocho meses de nuestra formación como Comunión de Iglesias y después de varios debates acerca del rumbo que  ésta debería tomar. Creo que hoy hemos encontrado ese camino que en su momento soñamos. Las diferencias existen, humanamente eso es pan cotidiano, sin embargo esas diferencias nos han dado luz para consolidarnos. A casi 5 años, vislumbramos a las comunidades y colegas con mayor participación, mejor integración pero, sobre todo, comprendiendo los principios que nos han consolidado en un proyecto de trabajo. Creo que pasamos por un buen momento, el Señor ha sido bueno y fiel con nosotros y las puertas se nos han abierto en las relaciones con otras iglesias, instituciones, organizaciones, la más clara es haber sido aceptados como miembros de AIPRAL y ahora la invitación a participar como observadores en la CMIR.

¿Cuáles son las expectativas con este viaje a la luz del reciente ingreso de la CMIRP a AIPRAL?

De antemano debo de agradecer a las iglesias que conforman AIPRAL por el apoyo brindado para ser miembros de esta gran asociación de iglesias en América Latina. Ellos han fortalecido nuestra unidad y nos han animado a seguir trabajando en el proyecto del Reino de Dios. La invitación de la CMIR surgió por el interés que tenemos de ser miembros, y nuestra presencia a través de un servidor como observador genera interés en ambas partes.  Nuestra solicitud está en la mesa de la CMIR, aunque de antemano nos han hecho saber que en esta asamblea será complicada nuestra recepción, pero guardamos la esperanza que todo esto se dará en los tiempos de Dios.

¿Considera que la vinculación al campo reformado latinoamericano y mundial de la CMIRP le abre nuevos horizontes a la presencia reformada en México?

Por supuesto, sin duda alguna. Es un gran reto el que tenemos. Debemos reconocer la presencia reformada en México a través de otras iglesias e instituciones; no somos pioneros en ello, pero puede contribuir el hecho de que frente a los desafíos sociales podamos dar respuestas que orienten la participación de las comunidades eclesiales en una labor más práctica. Los 500 años de la Reforma nos hacen repensar nuestra teología, doctrina e interpretación bíblica. Los principios del Reino de Dios así como los principios de la Reforma no se pueden pasar por alto frente a los desafíos sociales.

¿Qué opinión le merecen los recientes documentos de trabajo de la CMIR en camino hacia esta Asamblea General?

El proyecto de Dios desde el principio siempre ha sido un proyecto de vida, pero este proyecto está siendo amenazado con un capitalismo avasallador que no respeta la vida de ningún tipo. Los temas a abordar en esta asamblea de la CMIR son prioritarios y urgentes, y es necesario que en la unidad de la iglesia caminemos juntos para generar esperanzas de vida en la humanidad y la creación de Dios en general. Los temas a abordar en esta asamblea deben hacernos repensar el evangelio de Jesús. Con el lema “Dios de vida: renueva y transformamos” se plantean desafíos hacia la iglesia para repensar nuestra fe en la vida práctica, tales como la justicia social, económica, ecológica, el ecumenismo, y en el marco de la celebración de los 500 años se abordará desde esos principios de la Reforma, como la justificación por la fe, la sola Escritura, el sacerdocio universal, la sola gracia, desde los contextos local, regional y global.

La celebración de los 500 años de la Reforma Protestante es el telón de fondo de todo lo que se realice este año en las iglesias. ¿Cree usted que la CMIRP tiene un papel que cumplir en la promoción de la teología y la identidad reformadas?

Definitivamente sí, pues es un gran desafío, primero porque la teología reformada en México se ha ido diluyendo frente a fundamentalismos que existen en las iglesias, una ideología que bloquea a la iglesia para que continuamente se esté reformando, para que tenga influencia en la sociedad necesitada de justicia frente a tantos problemas y corrupción. Segundo, frente al avance de grupos llamados iglesias hacen más bien negocios promoviendo la llamada “teología de la prosperidad”. Como CMIRP tenemos que unirnos con otras iglesias de herencia protestante y promover no sólo los  500 años de la Reforma, sino lo que ésta fue y ha sido desde su comprensión de las Escrituras frente a una sociedad devastada por el pecado que cada día lleva a la muerte a miles y miles de personas por falta de comida, vestido, techo, etcétera.

¿Qué impacto ha tenido la Confesión de Accra en el ámbito presbiteriano mexicano?

Creo que muy poco. Como CMIRP, desde que nos formamos acordamos tomar la Confesión de Accra como parte de nuestras confesiones, la hemos estudiado en nuestras comunidades de fe y de alguna manera pastores e iglesias nos hemos comprometido a abordar los temas no sólo teóricos sino también prácticos. De acuerdo con nuestro contexto, Accra debe ser una confesión que oriente nuestras reflexiones teológicas en temas como la economía, la ecología y la justicia.

¿Le parece necesaria y útil la producción de nuevos materiales teológicos y doctrinales para afrontar los tiempos actuales desde una visión de fe y esperanza cristianas?

Richard Shaull decía que reformarse no es repetir la Reforma sino recrearla, y para mí recrearla implica releer la Biblia desde el contexto que a cada uno nos toca vivir y desde esas relecturas tanto del contexto bíblico como social van surgiendo nuevas propuestas teológicas y doctrinales que generan esperanza en la iglesia y el mundo.

¿Qué mensaje enviaría usted a las comunidades reformadas y protestantes de América Latina?

Continuar en el proyecto de trabajo que AIPRAL ha desarrollado en conjunto con las iglesias. Mostrar nuestra solidaridad con las iglesias y sociedades que mayormente afrontan situaciones que atentan contra la vida en todas sus dimensiones, solidarizarnos y hacer frente a todo ello con el poder del evangelio y del Espíritu pues esas fuerzas del mal destruyen la vida.

 

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