Los inmigrantes que trajeron la fe protestante al sur entrerriano

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ARGENTINA-

Este año se conmemoran los 500 años de la Reforma encabezada por Martín Lutero, una revolución religiosa de impacto mundial. Para conocer sobre los orígenes del protestantismo en Gualeguaychú, provincia de Entre Ríos, y una zona con amplia presencia protestante, compartimos una entrevista realizada por el diario EL DIA al teólogo René Krüger.

Por Marcelo Lorenzo-

– ¿Quiénes trajeron a esta zona por primera vez la Reforma y bajo qué circunstancias?

René Krüger:- La presencia del protestantismo en Gualeguaychú tiene su historia y su prehistoria. Se remonta a Alemania, el país clásico de la Reforma protestante del siglo XVI; a Suiza, donde se produjo un movimiento prácticamente paralelo en el tiempo; pero de manera más directa a Rusia. Para mayor precisión, a la región del Volga, donde a partir de 1764 se instalaron familias evangélicas y católicas procedentes de tierras alemanas que respondieron a la invitación de la Emperatriz Catalina II, ella misma alemana y luterana de origen, a poblar las estepas a ambos lados del Río Volga y a formar colonias agrícolas. Cuando luego de un siglo de vida y trabajo comenzaron a caer medidas drásticas de rusificación y de quite de privilegios sobre el floreciente compacto sociocultural alemán del Volga, muchos colonos optaron por emigrar. Lo hicieron a los Estados Unidos, Canadá, Brasil y Argentina. La primera colonia alemana del Volga fundada en la Argentina fue Hinojo, en enero de 1878; y poco tiempo después se fundaron las aldeas en la Colonia Alvear, departamento Diamante. Una década después, un grupo de inmigrantes evangélicos provenientes del Volga llegó a Aldea Protestante; pero como allí ya no había tierras en venta, los inmigrantes tomaron la decisión de seguir viaje. Adquirieron tierras de Juan Spangenberg y fundaron en 1889 las tres aldeas San Antonio, Santa Celia y San Juan. Estas tres aldeas eran netamente evangélicas en su origen.

– ¿Todos estos evangélicos del Volga profesaban la fe luterana?

– La mayoría, pero también había algunas pocas aldeas de evangélicos reformados (es la rama de la Reforma que se remonta a Ulrico Zuinglio en la Suiza alemana y a Juan Calvino en la Suiza francesa). Los pobladores de Aldea Santa Celia eran todos reformados; los de San Antonio, en su mayoría también; los de Aldea San Juan eran luteranos. La Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP), en aquel momento con el nombre de Sínodo Evangélico Alemán del Río de la Plata, era una Iglesia unida de luteranos y reformados. Esta unión se había producido en Prusia en 1817, para posibilitar la celebración conjunta de estas dos corrientes en una sola Iglesia; la Iglesia Luterana en Rusia siguió con la misma modalidad y en el Río de la Plata también se produjo lo mismo. Fue la primera Iglesia que se hizo cargo de la atención pastoral de los alemanes del Volga evangélicos. Posteriormente llegaron varias familias evangélicas más desde Rusia y se instalaron en una región muy amplia al norte y al noreste de Gualeguaychú y a lo largo del Río Uruguay. Eran mayormente arrendatarios que formaban pequeñas comunidades evangélicas con capillas de barro y chapa. Pasado el tiempo del contrato de arrendamiento, muchas veces tenían que buscar otro campo donde trabajar como arrendatarios, y por eso esas comunidades no fueron estables sino “golondrinas”. Algunas tenían una vida algo más estable, pero finalmente también desaparecieron. De aquellos lugares solo quedan los hombres en los registros históricos: Villa Carlota, Estancia Selmira, Estancia Centella, El Moro, Campo Colorado. Posteriormente, una vez creada la Colonia El Potrero con el asentamiento de ex arrendatarios y ahora dueños de los campos adquiridos, se concentró toda la vida eclesiástica en una capilla en dicha colonia y a partir de 1967 en una iglesia de ladrillos y de hermosa arquitectura.

– ¿De qué manera se atendía espiritualmente a las comunidades locales?

– Las comunidades evangélicas formadas en esta región del sudeste entrerriano, incluyendo la comunidad de Urdinarrain, de Irazusta, las tres Aldeas y de todas las colonias de arrendatarios, fueron atendidas en un primer momento por pastores que venían de Santa Fe y de Aldea Protestante, y por otros más que hacían viajes periódicos a la zona. Era la institución del pastorado itinerante, creada por el Sínodo para la atención de miles de familias dispersas. En 1905, Alvino Matthesius, que había asumido temporariamente la atención pastoral de la zona de Urdinarrain, produjo una división en la membresía, originándose de esta manera otra Iglesia, que se constituyó como Iglesia Evangélica Luterana Argentina. En 1920 fue instalado el primer pastor estable del Sínodo en la zona, que atendía a los evangélicos alternadamente radicado en Urdinarrain y en Lucas González. En 1922 se produjo una segunda división, esta vez en San Antonio y por el maestro Jorge Geier, y que dio lugar a la Iglesia Evangélica Congregacional. Los alemanes del Volga evangélicos de Urdinarrain, Irazusta, las tres Aldeas, El Potrero, Perdices, El Alto, y pertenecientes a una de las tres Iglesias evangélicas, siempre tuvieron relaciones con Gualeguaychú, ya sea comerciales, bancarias, por razones de atención de la salud u otras. Con el tiempo, muchos de ellos, sobre todo de las colonias más cercanas, se radicaron en Gualeguaychú como resultado de las migraciones del campo a la ciudad, y así comenzó la vida eclesiástica evangélica de las tres Iglesias en esta ciudad. También hay alemanes del Volga católicos en Gualeguaychú, pero son menos que los evangélicos.

Culto en una comunidad de arrendatarios-1927

VINIERON A TRABAJAR LA TIERRA

– ¿Cómo hicieron los protestantes para adaptarse a un medio social mayormente católico?

– Los inmigrantes no vinieron como misioneros para convertir a personas de otro credo. Vinieron siendo agricultores y querían ser agricultores. Llegaron en busca de trabajo, pan y paz. La adaptación e integración fueron por la vía socioeconómica y posteriormente también educacional, y no hay que olvidar el factor decisivo que jugó el servicio militar obligatorio en la integración de todos los jóvenes de la enorme masa de inmigrantes que llegó a la Argentina. Al respecto, cabe recordar que los ideólogos del proyecto de inmigración de la Argentina, Sarmiento, Alberdi y José Ingenieros, querían “importar” a inmigrantes europeos para lograr el progreso del país; y Alberdi sostuvo que “traerlos sin su culto es traerlos sin el agente que les hacer ser lo que son”(según se lee en “Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina”). Con esto se refería nada menos que a la fe evangélica de buena parte de los inmigrantes. Estos ideólogos veían al Protestantismo como parte de la ofensiva contra el orden tradicional, considerándolo más abierto, crítico y liberal y relacionado con la democracia, la iniciativa privada y el trabajo. Así fue que se incluyó la libertad de conciencia y religión en la Constitución sancionada en 1853. Esto implicó que si bien el medio era mayormente católico, los protestantes podían ejercer su culto. Las congregaciones e Iglesias debían inscribirse como Personas Jurídicas y cumplir con los requisitos que marcaba la Ley para tales entidades.

– ¿Estos grupos sufrieron, acaso, algún tipo de discriminación?

– No me constan casos concretos de discriminación específicamente por la religión en Gualeguaychú y las aldeas. Dejo fuera de consideración las discriminaciones “habituales” en toda sociedad donde tienen que convivir personas de diferentes orígenes, hábitos, etnias, etc. El epíteto “ruso de m…” tenía su contraparte en “negro de m…” y otras expresiones de desprecio, pero esto no tenía nada que ver con la religión. En toda sociedad, por más integrada que sea, lamentablemente sigue habiendo discriminatorios. El bullying que sufren los chicos en la escuela y el acoso son actos de discriminación que existen también en las sociedades más desarrolladas y respetuosas del mundo, lo cual no los justifica de ninguna manera. En general, hay que decir que la sociedad argentina logró una integración mutua que no es habitual en todos los países con tanta inmigración dispar; y si bien no es perfecta y tiene hoy otros componentes problemáticos porque la atraviesan problemas socioeconómicos, es menos discriminatoria que otras. La legión de matrimonios mixtos es un testimonio fehaciente de que el amor puede más que el color, la religión o el nivel socioeconómico.

CULTURA IMPREGNADA DE FE

– ¿Cómo incidió la fe evangélica en el carácter y la vida de estos grupos humanos, es decir en su idiosincrasia?

– La fe evangélica que sostienen estos grupos no es un mero componente más de su idiosincrasia, sino que la ha moldeado esencialmente. Es su identidad. Siempre es difícil decir qué parte de la vida depende de qué herencia, pues la identidad de cada uno es formada en su familia, la escuela, la iglesia, el entorno social; y, además, está sujeta a constantes modificaciones a lo largo de la vida. Ahora bien, los alemanes del Volga que llegaron a la Argentina vinieron como cristianos conscientes, tanto los católicos como los evangélicos. La fe que sostenían le había dado forma esencial a su identidad. Vivían impregnados de ese espíritu que abarcaba prácticamente todos los aspectos de su vida. Era una cultura cristiana, según lo puede constatar todo investigador de la historia y la cultura alemanas del Volga hasta la emigración y luego en la Argentina (como también en los demás destinos a los que fueron a parar). Sus conceptos de matrimonio, familia, comunidad de fe, iglesia, libertad, responsabilidad, trabajo, compromiso, honestidad, respeto a las instituciones y a las autoridades, todo esto era sostenido por los valores de la fe cristiana ancestral. En algunos puntos, hoy pensamos y vivimos de manera distinta, y aquí pienso sobre todo en el esquema patriarcal que ha perdido su normatividad. Esto no es un juicio sobre el pasado ni sobre el presente, sino la constatación de cambios en la comprensión de modelos de vida. También hay que tomar en cuenta que al vivir hoy en una sociedad con gran interacción social, muchas instituciones, la influencia constante de los medios de comunicación y un proceso de secularización, la normatividad de lo cristiano ha perdido fuerza para muchas personas, para las cuales su fe ya no es EL dato fundamental de la vida, sino apenas uno más, y para otros, ya no tiene ningún valor.

– ¿Cómo practicaban estos creyentes su fe en la vida diaria o en los espacios de culto en el templo?

– La profunda fe de estos inmigrantes les permitió soportar y superar la miseria, la tristeza, el abandono por parte del Estado, el trabajo durísimo, las plagas (sequías, langostas), los precios bajísimos, la explotación por los dueños de las tierras, las enfermedades, la gran mortalidad infantil, la ausencia de una atención religiosa continua. En el pasado, muy pocos llegaron a perder la fe. A faltas de capillas y templos, se celebraban los cultos y actos religiosos en casas de familia, galpones o incluso al aire libre bajo un techo improvisado de lonas. Había muy pocos cultos por año con presencia de un pastor, que cuando llegaba, también realizaba bendiciones nupciales y confirmaciones. Los sepelios, devocionales y cultos leídos eran oficiados por maestros o personas preparadas. Esto se normalizó con la instalación de cargos pastorales en la zona. Desde la década del cuarenta, Gualeguaychú cuenta con un cargo pastoral de la IERP. También la Iglesia Luterana y la Congregacional tienen sus cargos pastorales en Gualeguaychú como también en Urdinarrain. La fe personal y familiar se nutría de la lectura asidua de la Biblia, oraciones y el canto de himnos religiosos en la rueda familiar. En ocasiones, las familias también leían semanalmente sermones de libros preparados para ese fin.

– ¿En qué lengua se oraba o se leían las Escrituras?

– Se leía la Biblia en alemán, en la traducción de Martín Lutero (es hasta hoy la versión oficial de la Biblia de la Iglesia Evangélica en Alemania). Oraciones, himnos, devocionales y sermones, como también los cultos y demás ceremonias, todo se hacía en alemán aproximadamente hasta mediados de la década del sesenta. Ahí empezó a crecer el empleo del castellano como idioma de la instrucción religiosa, ya que los niños y jóvenes entendían cada vez menos el idioma de sus abuelos y padres; y actualmente toda la vida religiosa en las tres Iglesias indicadas se realiza en castellano. Pero las personas de la tercera edad aún rezan en alemán y cantan canciones tradicionales en ese idioma en algunas comunidades.

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René Krüger es Pastor jubilado de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata, y fue profesor de Teología del Instituto Superior Evangélico de Estudios Teológicos (ISEDE), con sede en Buenos Aires, como también de la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica Argentina (UCA). Tiene dos doctorados en Teología y uno en Historia, ha escrito ensayos y libros sobre sus especialidades. También investiga la historia y la cultura de los alemanes del Volga, produciendo libros como “La dignidad no se negocia” y una colección de chistes alemanes del Volga, publicados en dialecto juntamente con su esposa Zully. Es conferencista y colabora con estudios sobre Biblia, fe y economía con diversos organismos ecuménicos internacionales. Y los días 15, 16 y 17 de este mes brindará en Gualeguaychú conferencias sobre la Reforma Protestante.

Nota original: http://www.eldiaonline.com/los-inmigrantes-trajeron-la-fe-protestante-al-sur-entrerriano/

 

 

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