CUBA-
“Estamos viviendo una aguda crisis económica y de valores desde el “período especial” (década de los 1990), cuando se disolvieron la Unión Soviética y los países socialistas de Europa Oriental, de la cual aún no hemos logrado recuperarnos. A lo largo de todos estos años, esta crisis se ha ido agravando por varios factores. Por un lado, la política agresiva de los gobiernos de los EE. UU. contra Cuba, particularmente durante la administración de Donald Trump, la cual impuso 242 medidas contra nuestro pueblo para tratar de ahogarnos, gran parte del tiempo durante la pandemia de la COVID-19”, dice una carta del Seminario Evangélico de Teología de Matanzas-SET– con firma de su Rector, Carlos E. Ham S.
Aquí la carta completa:
Queridos hermanos y queridas hermanas de iglesias e instituciones contrapartes del SET, les saludamos en nombre de nuestro común Señor Jesucristo, a la vez que les damos muchas gracias por sus expresiones de preocupación y por sus oraciones en relación con la situación actual por la que atravesamos en nuestro país.
Estamos viviendo una aguda crisis económica y de valores desde el “período especial” (década de los 1990), cuando se disolvieron la Unión Soviética y los países socialistas de Europa Oriental, de la cual aún no hemos logrado recuperarnos. A lo largo de todos estos años, esta crisis se ha ido agravando por varios factores.
Por un lado, la política agresiva de los gobiernos de los EE. UU. contra Cuba, particularmente durante la administración de Donald Trump, la cual impuso 242 medidas contra nuestro pueblo para tratar de ahogarnos, gran parte del tiempo durante la pandemia de la COVID-19. En la sesión del 23 de junio pasado de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas, 184 naciones votaron a favor de la Resolución de Cuba en contra del bloqueo, con 2 votos en contra y 3 abstenciones.
Por otro lado, la pandemia de la COVID-19, que ha traído varias consecuencias negativas: la muy lamentable pérdida de seres queridos, lo cual produce un gran impacto emocional en el pueblo. Pero, además, el Estado pierde millones de dólares sobre todo por la caída del turismo y aún así invierte millones de dólares para tratar de sanar y salvar al pueblo. Un significativo ejemplo de ello es el desarrollo de la investigación científica y la producción de cinco candidatos vacunales contra la COVID-19 (Soberana 01/02/Plus, Abdala y Mambisa). Recientemente Cuba autorizó su vacuna Abdala, en medio del peor brote de la pandemia. El proyecto mostró una efectividad superior al 92% con la aplicación de tres dosis en la última fase de ensayos clínicos y se convierte en la primera vacuna latinoamericana. Sin embargo, estamos sufriendo un colapso de instituciones de salud, particularmente acá en la ciudad y la provincia de Matanzas, el actual epicentro de la pandemia en estos momentos y hay una gran escasez de medicamentos.
Y finalmente, la crisis se ha intensificado por las medidas económicas tomadas por el Estado a comienzos de este año. Aún cuando se han aumentado de salarios y se ha reiterado la promesa de que nadie se quedará desamparado, lo cierto es que la población tiene que pagar a veces cinco veces más por concepto de alimentos y de los servicios de electricidad, agua, gas, teléfono, etc.
En los últimos días, particularmente el pasado domingo 11 de julio, ha habido disturbios, protestas y vandalismos, fundamentalmente causadas por muchas insatisfacciones acumuladas, todos estos años, que se han agravado estos últimos meses, pero además porque han sido alentadas y promovidas desde fuera del país (de manera muy oportunista) y también desde dentro de la nación, a través de las redes sociales. Aún cuando ya no existen estos disturbios en el país como ocurrieron el pasado domingo, existe una “tensa calma”.
Como iglesias estamos intercediendo por nuestro pueblo consolando, cuidando, produciendo y compartiendo sentido, ofreciendo un mensaje de fe (fortaleza y esperanza), de diálogo, reconciliación y paz con justicia. Además, ofreciendo ‘solidaridad y testimonio’, realizando obras de diaconía o servicio (a través de los proyectos de Aguas Vivas, ayudando con la alimentación de los más vulnerables, sirviendo con el lavado de ropa, sobre todo de las personas más ancianas).
En el caso del SET, en días pasados del mes de junio, el único Hospital Pediátrico de la provincia de Matanzas sobrepasó su capacidad máxima. El Ministerio de Salud Pública de la provincia solicitó al Seminario que sirviéramos como un centro anexo del hospital para alojar a niñas y niños sospechosos de la COVID-19, con sus respectivos acompañantes, a lo cual se accedió, siguiendo la larga tradición de servicio a la sociedad civil matancera de nuestra institución.
El 20 de junio se realizó una reunión conjunta y se laboró intensamente para crear las condiciones en el edificio de visitantes, protegiendo además tanto de los miembros de nuestra comunidad, como de las propiedades. Fue posible habilitar 120 capacidades distribuidas para pacientes niños positivos a la enfermedad, niños con sospecha de la enfermedad y un familiar acompañante. Además, se atienden personas adultas, sospechosas y positivas a la COVID, así como se hospeda un equipo de 10 personas, médicos y enfermeras para la atención hospitalaria. Desde el día 21 junio la instalación ha estado ocupada al máximo de su capacidad, dando altas a los que se restablecieron, pero también trasladando a la unidad de cuidados intensivos a los que así lo requirieron.
En estos momentos están laborando en las distintas áreas 10 trabajadores del SET. El equipo de la cocina elabora cada día alimentos para 140 personas, que incluye el desayuno, almuerzo, comida y dos meriendas. Además, aun cuando el Ministerio de Salud Pública está facilitando toda la logística, incluyendo los alimentos, el SET aporta con la infraestructura, cubriendo sus gastos.
En el orden docente, el campus en Matanzas está cerrado y nuestro Instituto Superior Ecuménico de Ciencias de las Religiones (ISECRE) continúa laborando de manera virtual aún en medio de las “vacaciones”. Nos estamos preparando para comenzar el nuevo curso académico 2021-2022 el lunes 30 de agosto y estamos aprendiendo a realizar los procesos de enseñanza/aprendizaje a distancia para lo cual apreciamos el compartir de las prácticas de instituciones hermanas en el exterior que tienen más experiencia. Entendemos que el gran desafío para nosotros hoy es la formación de un pastorado y liderazgo renovado en las iglesias y en otras expresiones religiosas que sirven en Cuba, para los nuevos tiempos, para este Kairós de nuestra nación, en un período post-COVID que ya no será igual y para participar proactivamente en la nueva sociedad que estamos tratando de construir.
Apreciamos mucho su consistente acompañamiento solidario, a través de sus oraciones y por medio de la incidencia pública para levantar el bloqueo, que incluso daña directamente nuestras relaciones bilaterales de misión, al obstaculizar el envío de recursos financieros a nuestro Seminario, incluyendo desde otros países, por su carácter extraterritorial. Solicitamos una campaña internacional que se oponga a una posible intervención militar contra nuestro país, instigada por políticos en esa nación, sobre todo de origen cubano. Apreciaremos, asimismo donaciones de medicamentos y alimentos para lo cual enviaremos próximamente las indicaciones.
Muy agradecidamente, su hermano en misión,
Respuesta al Comunicado del SET de Cuba en ALC Noticias
La situación actual de estallido social en Cuba, responde únicamente al deseo del pueblo cubano a cambiar su realidad. Solo un profundo deseo de dignificar sus vidas, motiva a un pueblo a tomar las calles en medio de todo tipo de carencias y la amenaza de una Pandemia. Si bien es verdad que ciertos motivos justifican las limitaciones materiales, lo cierto es que el reclamo popular va dirigido a un gobierno que no ha tenido la destreza para mejorar las condiciones de vida del pueblo, ni alcanzar cierto grado de desarrollo. Las protestas de estos días son claras en sus demandas, piden libertad y vida, mientras muestran el repudio al presidente cubano impuesto que ha llamado a la lucha entre hermanos, un llamado de odio y separación, ratificado que las calles y el país es solo para los que están a favor de la mal llamada “revolución”.
Las iglesias e instituciones religiosas cubanas, operan en el país bajo la anuencia del gobierno cubano a través de la Ofician de Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista. Esta es la razón por la que vemos sus posturas oficialistas y politizadas, en un intento mas de empatizar para mantener los limitados privilegios que le permiten la subsistencia dentro del país.
Pienso que ante la crítica situación humanitaria cubana, no es momento de repetir discursos oficialistas, ni realizar valoraciones de causas e intereses políticos. En cualquier caso, ni siquiera esta es una misión de la iglesia en Cuba, ni en el resto del mundo. No obstante, quisiera aclarar dos cuestiones distorsionadas en el comunicado: Primero, esta manifestación no está siendo financiado por los EE.UU. sería imposible y más aun con las limitaciones del dólar americano para circular dentro de la isla. Lo segundo, es que EE.UU. no está buscando justificar una intervención, de hecho, la administración actual ni siquiera está considerando esa posibilidad. En años anteriores hubiera sido probable, pero no en este momento.
El bloqueo ha sido durante más de 60 años, la justificación perfecta para la situación deplorable del pueblo cubano. Nadie merece vivir su única vida bajo una eterna situación de emergencia, que requiere demasiado sacrificio humano continuado. La vida que Dios no da es para vivirla a plenitud con lo especial que Él pone en cada uno de nosotros. Los rostros de los cubanos de hoy muestran desesperanza, tristeza y desconsuelo.
Y me surgen las mismas preguntas durante estos días: ¿Está la iglesia cubana reconociendo el rostro de Jesucristo en el pueblo masacrado y avasallado? ¿Acaso la iglesia e instituciones religiosas cubanas están subiendo a la Cruz con Jesucristo?; ¿o están sujetando los clavos que lo hieren y atan? ¿La iglesia en Cuba está dispuesta a vivir el calvario para alcanzar una nueva etapa en la vida del pueblo cubano?
La respuesta es evidente: NO; y queda demostrado en este tipo de comunicados; en el silencio y la sordera de muchas otras iglesias con representación dentro de Cuba.
Invito a todas las iglesias cubana a vivir este viacrucis al lado de su pueblo de un modo viable, consolador y mediador. Los templos en Cuba, de todas las iglesias, bien podrían permanecer abiertos ofreciendo agua fresca, algunos alimentos o simplemente cobija y cuidados a los heridos de las manifestaciones que hoy en Cuba NO están siendo atendidos en las instituciones de Salud “Publica” por orden expresa del gobierno. Redoblen las campanas de todos los templos a cada hora, como señal de que el Espíritu Santo vive en cada uno de nosotros para inspirarnos a hacer lo correcto.
Muchas iglesias en Cuba han olvidado los años más álgidos de la “revolución” cuando se ordenaron a quemar las biblias y otras artes y artículos religiosos como señal de apoyo al materialismo comunista. Cuando profesar una Fe implicaba NO ser admitido en la universidad o negado de un puesto laboral; Cuando las iglesias quedaron vacías y destruidas y los cultos se celebraban para solo dos o tres personas, a expensas de las represalias que podían aplicar. En ese momento, igual que siempre el pueblo tuvo la razón, y fueros estas personas los verdaderos héroes de la Fe cubana y a los que hoy de le debe el florecimiento y la existencia de tantas iglesias dentro de la isla.
Les ruego que busquen el compromiso cristiano que nos une y encuentren la manera adecuada de ofrecer apoyo al pueblo cubano, a ese pueblo que ha sido tentado a perder la Fe y que sin embargo la ha hecho resurgir. A ese pueblo en busca de la dignificar sus vidas como valor sagrado del regalo que Dios nos hace. Al pueblo que busca la libertad de opinión, de pensamiento y de Fe. Por derecho propio todos debemos ser libres para elegir nuestro destino, así que no pongamos mas distancias repitiendo el discurso oficialista de un sistema fallido. Sigamos el llamado que Dios nos hace de permanecer al lado del pueblo de Dios que siempre ha tenido la razón a la largo de la historia.