Asbury: El seguimiento a Jesús está lleno de emociones pero tiene tarea encomendada

PUERTO RICO-

Por Agustina Luvis Núñez-

Muchas personas me preguntan que pienso del fenómeno que está ocurriendo en la Universidad de Asbury, identificado como un avivamiento.

Según lo que leo, el Asbury Collegian informa que durante una llamada a confesión el pasado miércoles 8 de febrero, al menos 100 personas cayeron de rodillas y se postraron ante el altar. Desde entonces, la gente ha estado dando testimonios, leyendo las Escrituras y orando sin detenerse. Según el periódico, han participado estudiantes, profesores y líderes de la iglesia local.

Alexandra Presta, editora del sitio web dirigido por estudiantes The Asbury Collegian, escribió en un artículo publicado el 8 de febrero: “Compañeros, profesores, líderes de iglesias locales y estudiantes de seminario me rodean – todos ellos orando, adorando y alabando a Dios juntos. Las voces resuenan. La gente se inclina ante el altar, con los brazos extendidos”, escribió. “Un par de amigas se abrazan, una de ellas con lágrimas en los ojos. Un grupo diverso de individuos se agolpa al piano y cambian impecablemente de canción. Algunos incluso se sientan como yo, con los portátiles abiertos. Nadie quiere irse”.

Este tipo de experiencias se han dado en el mundo desde siempre. Responde a las prácticas espirituales y religiosas de las personas. Se ha dado en Asia, Africa, América Latina mucho antes de los eventos de este tipo en EU que comenzaron en el siglo 18.

El domingo, Presta, explicó a sus lectores que fue ‘el amor lo que reunió a la gente durante más de 100 horas en el auditorio de la universidad’.

Según el texto bíblico en Habacuc 3.2, el profeta le pide a Dios: “Oh Señor, he oído lo que se dice de ti y temí. Aviva, oh Señor, tu obra en medio de los años, en medio de los años dala a conocer; en la ira, acuérdate de tener compasión.”

Es una petición que en cada tiempo las acciones salvíficas, redentoras, liberadoras de Dios se den a conocer a través de su pueblo al mundo.

Eso es un avivamiento… si de este retiro salen a esa tarea sería maravilloso. Si por el contrario, si al igual que los discipulos de Jesús desean quedarse disfrutando en el Monte de la Transfiguración, es sencillamente un culto emocional, que ahí morirá. 

El culto al que nos llama el seguimiento a Jesús, es uno lleno de emociones, pero mas que eso es uno que culmina en el culto racional para cumplir con la tarea encomendada.

La autora es Decana Académica y de Asuntos Estudiantiles del Seminario Evangélico de Puerto Rico

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