La paradoja del poder en Jesús de Nazareth

CHILE-

Por Andrés Contreras Opazo-

Hablar de Jesús de Nazareth siempre es complejo, porque se dan muchas tensiones o caracterizaciones importantes que hay que destacar, sobre todo por la razón que la obra de Jesús dejo un legado para todos los siglos de historia, y además también para todas las naciones.

Jesús de Nazareth aparece en la historia humana no solo como un líder o Mesías religioso, sino también como un líder y Mesías político, que vino a cambiar y a transformar todo aquello que no tenía relación o que oprimía la vida abundante que merece cualquier ser humano de cualquier clase social. Por consiguiente, su legado políticamente se relaciona con la justicia y con la libertad, que son temas también del ámbito jurídico, y que han resonado a través de la historia no solo como ejemplo para entregar justicia y libertad a las aldeas de Galilea en el siglo I, sino que también para fomentar la justicia y la libertad para todos los pueblos oprimidos y excluidos en todos los siglos de historia. Incluso, se podría hablar que Jesús de Nazareth también influenció en la mirada de soberanía del territorio de Galilea, lo cual es posible también, y con esa palabra de soberanía, aun mas haría de la obra de Jesús algo mucho más general, holístico e inclusivo sobre la mirada de los territorios excluidos de cualquier siglo y nación.

Por otro lado, Jesús como el Cristo, el hijo de Dios, también se presenta ante el poder romano con una mirada crítica ante lo que Roma hacia o entregaba, por eso es que además Jesús tenía cierta diferencia con la “pax romana”, y el mismo afirmaba que ofrecía otro tipo de paz, muy diferente, es decir el Reino que Jesús el Cristo promulgaba, ofrecía una paz muy distinta a la de Roma, con otra ética y otra moral. Así también, en Jesús se aprecia una apertura a dialogar y a debatir con el Imperio Romano, pero no desde la fuerza o del poder al estilo romano, sino como decía mi maestro de teología de Argentina, en Jesús se presentaba una estrategia del “no-poder”, y desde este posicionamiento más pacífico, Jesús entonces se conmueve de las necesidades y vulnerabilidades de los pobladores de la Galilea antigua. Entonces este “no poder” es justamente una paradoja, ya que en Jesús el Cristo se aprecia que Jesús enfrenta al Imperio y lo vence desde el amor, la misericordia y desde un poder paradójico que incluye la justicia y la libertad, ya que Jesús desde su debilidad y vulnerabilidad como campesino o carpintero de Galilea, da a conocer el gran poder que tenía entregado por el Padre Dios. Entonces la paradoja se da cuando se enfrenta al poder político romano con la mirada del Espíritu y no desde la fuerza. Por consiguiente, en el movimiento de Jesús de Nazareth se aprecia cierto porcentaje pequeño de contrahegemonía y de resistencia pacífica.

Así entonces, la paradoja del poder en Jesús de Nazareth, no es otra cosa que esta apertura del Galileo a enfrentar al Imperio Romano con sabiduría y con mucha inteligencia desde su propio movimiento que Él construye con sus discípulos. Por lo tanto, la paradoja del poder en Jesús viene dada por su esencia como hijo de Dios, y esa esencia es solo justicia y libertad, que son términos que la teología política también lo ha tomado. Por eso también se puede decir que la teología política no parte necesariamente en Schmitt o Metz, sino que parte en Jesús de Nazareth con los temas de justicia y libertad. Son estas dos últimas palabras las que más envuelven toda la teología de los evangelios, por lo tanto, hay que tomarlo muy en cuenta ya que envuelven toda la ética y moral del Reino de Dios.

Finalmente, en Jesús se puede analizar un acercamiento a la paradoja del poder porque Jesús no usa el poder como abuso dictatorial como lo hacía el Imperio Romano, sino que, en Jesús como líder y Mesías político, se puede analizar otra mirada del poder, ya que es un poder que en Jesús se ve de mayor y mejor manera repartido y distribuido. Hay que recordar que el poder en Jesús de Nazareth se entiende y se comprende como algo totalmente distinto a como se puede entender el poder desde una ideología o desde alguna ciencia o disciplina, ya que el poder en Jesús tiene una apertura a destacar la mirada del Reino de los Cielos, que es muy distinto incluso a la mirada eclesiástica. El poder en Jesús el Cristo es paradójico, pero lo es no desde el autoritarismo sino lo es desde la misericordia, justicia, libertad y soberanía. Por consiguiente, si la praxis del poder en Jesús de Nazareth el Cristo es distinto, entonces podría ser posible seguir su ejemplo.

Sobre el autor: : Magister en Educación Superior mención Pedagogía Universitaria, Postítulo en Innovación y Creatividad Educativa, Bachiller en Teología, Diplomado en Teología Latinoamericana, Diplomado en Teología, Diplomado en Políticas Públicas y Territorio, Diplomado en Pedagogía Universitaria, Diplomado Formación Pedagógica en Educación Superior, Licenciado en Educación, Profesor de Música.

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