COP28: El clima cambiante de Argentina afecta más a pequeños agricultores, mujeres, niñas, jóvenes e indígenas

EMIRATOS ÁRABES-

Por Gloria Púa Ulloa

El cambio climático está aumentando los fenómenos meteorológicos extremos y tiene impactos significativos tanto en los ecosistemas como en la vida de las personas. Las sequías, los huracanes, las inundaciones y los incendios afectan cada año a millones de personas en América Latina poniendo en peligro la soberanía alimentaria y provocando grandes movimientos migratorios en la región.  

El modelo económico extractivo y la deforestación promovida por el modelo económico hegemónico amenazan la continuidad de las comunidades rurales, indígenas y campesinas. Estas comunidades no solo enfrentan desafíos en sus métodos de producción de alimentos agroecológicos sino que también corren el riesgo de ser expulsadas de sus territorios. Aunque no hay cifras oficiales que indiquen el número de personas que se movilizan en la región debido a los desastres climáticos, algunas estimaciones sugieren que sin acciones concretas, millones de personas podrían verse obligadas a abandonar sus territorios debido a los impactos climáticos. 

En la provincia de Misiones, Argentina, donde el Servicio Evangélico de Diaconía-SEDI, miembro de ACT Alianza, centra sus esfuerzos y apoya a grupos de familias campesinas, los miembros de la comunidad hablan de lo crítica que es la situación debido a la prolongada sequía y los incendios forestales. Misiones es una de las pocas provincias del país que se caracteriza por un clima subtropical cálido sin estación seca. Sin embargo, períodos inusualmente largos de sequía están comenzando a afectar a la región. 

Debido a esto, muchas de las familias agrícolas e indígenas apoyadas por la SEDI han perdido rendimiento de vegetales y granos. El impacto es tan severo que no han podido conservar las semillas para la próxima temporada de siembra anual. Esto afecta significativamente sus estrategias para alimentarse a sí mismos y a sus comunidades, su principal medio de resiliencia durante períodos de crisis económica como la que afecta actualmente a la región. Algunos miembros de la comunidad dicen que se encuentran en una situación aún más apremiante que durante la peor parte de la pandemia de COVID-19. 

Los efectos del cambio climático se pueden observar en toda la región. Esto subraya la necesidad de medidas urgentes para frenar los impactos de un clima cambiante e implementar el fondo para pérdidas y daños. Los países que menos han contribuido al cambio climático son los más afectados por sus efectos y requieren mayores esfuerzos de adaptación. Los contribuyentes históricos al aumento de la temperatura global deberían asumir la responsabilidad de contribuir en términos de pérdidas y daños, mitigación y adaptación para proteger a las poblaciones más vulnerables. 

El cambio climático también contribuye al crecimiento de la pobreza extrema en la región. Las mujeres, las niñas y los/las jóvenes serán los más afectados si la situación empeora. Históricamente, han sido quienes más han sido afectados por las desigualdades económicas. El empeoramiento de la crisis obstaculiza sus posibilidades de llevar una vida digna y plena.  

¡Nuestro llamado es a que los estados en la COP28 expresen su compromiso genuino con la justicia climática y actúen ahora!

Gloria Pua Ulloa es socióloga y trabaja como responsable del Programa de Justicia de Género y Juventud en el Servicio Evangélico de Diaconía -SEDI- en Argentina. 

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