El Tamarindo (Amnesty)
URUGUAY-
Germán Zarate de la Oficina de Diaconía Servicio y Justicia Social de la Iglesia Presbiteriana de Colombia, pedía ayuda urgente esta semana a la iglesias presbiterianas, ante el anuncio de desalojo a campesinos de la zona de El Tamarindo.
El Tamarindo, enclavado a las afueras de la ciudad de Barranquilla, departamento de Atlántico, en el norte de Colombia, se convertió en un refugio seguro para muchas personas a las que la situación de conflicto armado en el país fue desplazando de forma forzosa previamente. Las primeras familias se trasladaron a la tierra en 1999 y otras fueron llegando posteriormente, y se establecieron en cuatro zonas de la finca.
En 2008, empresas locales reclamaron la propiedad de la tierra a través de procesos legales. Las autoridades locales y las fuerzas de seguridad estatales intervinieron, y los primeros desalojos forzosos comenzaron. Ahora se comunicó de este desalojo judicial.
La Alianza de Iglesias Presbiterianas y Reformadas de América Latina (AIPRAL) manifestó su preocupación por este anuncio de desalojo prevista para para el viernes 4 de diciembre.
“Desde nuestra organización que representa a Iglesias Reformadas, Presbiterianas, Congregacionales, Moravas y Valdenses de toda América Latina y el Caribe conocemos personalmente la situación de la comunidad de El Tamarindo ya que los hemos visitado en varias ocasiones y nos hemos interiorizado de su situación legal, social y comunitaria”, dice el Rvdo Dario Barolin, secretario de AIPRAL.
Solicitan se suspenda la acción de desalojo contra la Comunidad de El Tamarindo y avalan en todos los términos el documento elaborado por la “Comisión Intereclesial de Justicia y Paz” con sede en Bogotá.
“Esperamos que la justicia y la buena voluntad sean las voces escuchadas por vuestra Inspección y las demás entidades del estado vinculadas a este caso”.