BOLIVIA-
(CECOPI/Radio Atipiri)- Sí, todos los días del año deberían ser 25 de noviembre. Y no es que esta jornada sea especial para la humanidad, sino que es en esta fecha, o en días previos, en el que las autoridades gubernamentales, instituciones, medios de comunicación y la sociedad civil vuelcan su mirada hacia la violencia contra la mujer.
La escalofriante tasa de feminicidios en Bolivia —de enero a noviembre de 2017—, hace pensar que de poco o nada ha servido recordar este día puesto que falta poco para superar la cifra que nos dejó el 2016 (104 casos).
Según un reciente reporte de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en el país se registró al menos 100 feminicidios en lo que va del año, cifra que preocupó a esta organización al punto que sugirió al gobierno boliviano emitir la declaratoria de “alerta nacional” para así implementar acciones de prevención, atención y protección conforme a un Plan de Atención de la Alerta.
El reporte, basado en las estadísticas de la Fuerza Especial de Lucha contra la Violencia (FELCV), muestra que pese a tener la Ley 348 Ley Integral para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia en plena vigencia, la realidad es otra puesto que en la última semana ocho feminicidios han sido reportados en el país.
A estos datos se añade el último informe del Ministerio Público que señala que hasta el 20 de noviembre se han registrado 28.060 denuncias sobre casos de violencia contra la mujer y 92 casos de feminicidio en el país. Santa Cruz toma la delantera con 7.872 casos, sigue La Paz con 7.469 y Cochabamba se ubica en el tercer lugar con 5.586 casos.
En cuanto a los feminicidios, las estadísticas señalan que La Paz encabeza la lista con 26 casos, sigue Cochabamba con 22 y Santa Cruz es tercero con 16 casos. Oruro es cuarto con 9 casos y siguen Chuquisaca (8 casos), Potosí (5 casos), Tarija (4 casos) y Beni (2 casos).
¿Cómo vamos en El Alto?
Los datos de la ciudad de El Alto evidencian una situación mucho más preocupante por el crecimiento desmedido de los casos de feminicidio. Según el reporte de la Defensoría del Pueblo, en la urbe alteña se ha incrementado hasta en un 200% en 2017.
“Es un tema muy sensible para El Alto, pero también muy preocupante por las estadísticas que tenemos en cuanto a violencia y feminicidios. Tenemos un reporte oficial de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia que indica que en El Alto ha crecido en un 200% la tasa de feminicidios”, refirió Juan Carlos Lizondo, representante especial de la Defensoría del Pueblo en El Alto, durante la realización de una feria de prevención organizada dentro de la campaña “Todos los días son 25 de noviembre” en contra de la violencia hacia la mujer en la urbe alteña.
El representante señaló que en el 2016 se registraron cinco feminicidios, cifra que fue superada ampliamente hasta noviembre de este año, pues la FELCV reportó de 15 feminicidios a la fecha.
La situación de vulnerabilidad de las mujeres en El Alto, según Lizondo, va de la mano con la concepción machista que se mantiene en la población alteña, algo que finalmente repercutiría en los índices de violencia hacia las mujeres.
“Los juegos electrónicos cada vez más centrados en la violencia para los jóvenes, el carácter sexista de la televisión que otorga una calificación de objeto sexual a la mujer, entre otras cosas, son factores que alientan el machismo”, dijo.
Lizondo señaló que hay otro dato que debería llamarnos la atención y es respecto a la naturalización de la violencia contra las mujeres.
“Los datos de la FELCV muestran que la mayor parte de los casos de violencia es en estado de sobriedad. A veces pensamos que la violencia intrafamiliar está motivado por el consumo de alcohol, pero no es tanto así porque ya comenzamos a cometer esa falta de manera consciente y natural. Eso es peligroso”, refirió.
A poco de cerrar el año y superar la cifra de feminicidios que nos dejó el 2016 aún quedan muchos vacíos que dificultan la toma de medidas efectivas para erradicar el mal de la violencia contra las mujeres en el país.
El tiempo ha demostrado que tener una ley específica para este tipo de casos no siempre ha sido suficiente y que hacen falta mayores esfuerzos de parte del gobierno y la sociedad boliviana para detener la ola de violencia y así se deje de pedir que todos los días sean 25 de noviembre.