Luca Negro: “Los sodomitas son los políticos populistas que predican la xenofobia”

Luca Negro

 

ESPAÑA-

Desde diciembre de 2015 es el presidente de la Federación de Iglesias Evangélicasen Italia. Una Federación compuesta por varias iglesias que van desde la Iglesia Valdense – la histórica iglesia reformada de Italia, fundada en el siglo XII –, hasta el Ejército de Salvación, pasando por la Iglesia Bautista. ¿Cuáles son los pros y contras de una federación tan diversa? 

Entrevista realizada a Luca Negro por Carlos Osma.

En realidad la Federación no es tan diversa. Sus miembros son mayoritariamente las iglesias del protestantismo histórico, que están presentes en nuestro país desde el siglo XIX. Participan en el movimiento ecuménico, tienen una teología abierta y una lectura bíblica que no está caracterizada por el literalismo o el fundamentalismo… No forman parte de la Federación las iglesias “evangelicales” (pentecostales y otras). Claro que hay un diálogo con estas iglesias, pero un dialogo que a veces es más difícil a nivel ético que teológico.

Usted es pastor de la Unión Cristiana Evangélica Bautista de Italia, una iglesia que – junto a valdenses y metodistas – hace años empezó a trabajar la inclusión de las personas LGTBI. ¿Cómo fueron esos comienzos?

Un grupo de hermanos y hermanas bautistas, metodistas y valdenses nos reunimos informalmente en 1997 durante la Asamblea de la Federación, y decidimos crear una Red evangélica sobre Fe y Homosexualidad. Esta red – la REFO, Rete evangelica fede e omosessualità – nació en 1998. Antes y durante la Asamblea/Sínodo de las iglesias “BMV” (bautistas, metodistas y valdenses) de 1990 trabajamos para que se creara una comisión BMV sobre fe y homosexualidad. Una comisión que lleva trabajando en estos casi veinte años en la formación bíblica y teológica. En 2010 el Sínodo metodista y valdense decidió a favor de la bendición de parejas del mismo sexo, aunque en aquel momento todavía no había una ley de uniones civiles, como la que fue aprobada en 2016. Los bautistas son congregacionalistas, es decir, que cada iglesia puede decidir autónomamente sobre este tema. Aun así, en la Asamblea Bautista de 2016 se aprobó por mayoría la bendición de parejas del mismo sexo.

¿Qué avances se han conseguido hasta hoy?

Además de la bendición de parejas del mismo sexo, muchas iglesias, particularmente en las ciudades más grandes, han recibido como miembros a personas homosexuales. También se han implicado cada año, alrededor del 16 de mayo, en la organización de vigilias ecuménicas de oración contra la homofobia.

¿Qué falta todavía?

Aún hay iglesias y sectores de iglesias que no están por la inclusión; en particular, éste es el problema con congregaciones donde la mayoría de los miembros son de origen africano o latinoamericano. En la Unión Bautista hay también algunas congregaciones que han sido fundadas por misioneros de Brasil, que tienen otra posición sobre la inclusión de las personas homosexuales. Esta problemática será discutida en la próxima Asamblea de la Unión Bautista del mes de noviembre.

Las iglesias bautistas en Cataluña, España, o Sudamérica, son muy beligerantes hacia las personas LGTBI y sus derechos. ¿Qué ha podido influir en Italia para que esto sea diferente?

Los bautistas italianos tienen una tradición de cooperación con el resto de iglesias del protestantismo histórico. El movimiento bautista tiene más de 150 años de vida en Italia, y nació como expresión de un “Risorgimento”(resurgimiento) nacional a nivel religioso. Los primeros misioneros fueron ingleses y americanos del Norte (más abiertos que los del Sur de los Estados Unidos), y el liderazgo bautista siempre fue muy italiano, con raíces profunda en la cultura italiana más liberal y progresista.

En Italia no existe el matrimonio entre personas del mismo sexo, sino la unión civil. Tampoco los hijos e hijas de familias LGTBI pueden ver reconocidos a sus dos padres o madres (salvo raras excepciones tras litigios judiciales interminables). ¿A qué cree que se debe tanta resistencia a la igualdad de derechos?

La cultura católica y la influencia del Vaticano han tenido una gran importancia, por ejemplo, en el retraso con el que se ha aprobado la ley de uniones civiles. No se puede olvidar que en Italia tenemos la Santa Sede. Y también al nuevo Papa, que es muy abierto cuando se habla de ecumenismo, paz, justicia y otros temas sociales; pero que es muy tradicional cuando se trata de ética y familia. En cuanto a nuestras iglesias, desde hace años preferimos no hablar de “familia” sino de “familias”, en plural.

Actualmente mucho se habla de la inestabilidad política en su país y el aumento de los populismos. También de la posible salida del euro o incluso, de la Unión Europea. ¿Vive Italia una crisis? ¿A qué se debe?

El Gobierno actual es eminentemente populista, una extraña alianza entre un movimiento claramente de derecha y xenófobo, la Liga de Matteo Salvini, y un movimiento populista con elementos de izquierda, el Movimiento 5 Estrellas. No sé cuánto podrá durar esta alianza. El riesgo para los 5 Estrellas es convertirse completamente en subalternos de Salvini. De todas formas, esta situación tiene mucho que ver con la incapacidad del centro-izquierda de renovarse, y con el sectarismo interno y externo del Partido Democrático (interno por la falta de pluralismo del secretario saliente Matteo Renzi, y externo por no haberse arriesgado a hacer una alianza de gobierno con los 5 Estrellas).

¿Qué le ha parecido la decisión del ministro Matteo Salvini de ordenar cerrar los puertos italianos para impedir que atracara el barco Aquarius, que transportaba 630 personas rescatadas por MSF y Sos Meiterranée de las aguas del Mediterráneo?

Ha sido una decisión irresponsable. Como declaró Paolo Naso, responsable de nuestro programa para los refugiados MediterraneanHope: “Lo que nos anima es el espíritu del evangelio. El enemigo no son las ONG, sino la guerra y la violación de los derechos humanos. Tras un terremoto no se procesa a los rescatadores”.

¿No cree que la Unión Europea se comporta únicamente como una unión económica, y deja toda la responsabilidad de la crisis humanitaria que se está viviendo en el Mediterráneo a los países del sur de Europa?

Claro que sí, y la búsqueda de un “alma para Europa” es una constante preocupación de las iglesias europeas.

¿La Federación de Iglesias Evangélicas en Italia está realizando acciones o tiene algún programa para intervenir ante este drama humano en sus costas?

La Federación trabaja esta área desde hace años. Tras la tragedia del 3 de octubre de 2013, cuando cerca de la isla italiana de Lampedusa murieron casi 400 refugiados, abrimos un observatorio sobre las migraciones en la isla misma de Lampedusa, donde junto a otras organizaciones de la sociedad civil trabajamos la información y la acogida de los migrantes. En 2016 comenzamos un proyecto piloto ecuménico, los Corredores Humanitarios,que consiste en transportar – de forma legal, en este caso- refugiados “vulnerables” desde el Líbano, con un programa de integración en la sociedad italiana. En dos años hemos acogido de esta forma a más de 1200 refugiados. Y este año hemos firmado un acuerdo con la ONG española Open Arms para apoyarlos en su trabajo de “search and rescue” en el Mar Mediterráneo – aunque el éxito de este trabajo será difícil con el Gobierno actual.

Para finalizar, y agradeciendo su amabilidad al conceder esta entrevista, le quería preguntar qué ha significado en su larga experiencia como pastor evangélico, pero también como cristiano, la palabra, o mejor dicho, la acción de acoger.

Acoger es uno de los conceptos básicos de una teología bíblica. Recién me invitaron a tener un estudio bíblico sobre el tema de la acogida en la Asamblea de la Conferencia de Iglesias Europeas (KEK) en Novi Sad, sobre el texto de Génesis 18 –Abraham acogiendo tres viajeros-. Lo que traté de explicar es que este episodio es antitético a Génesis 19, la destrucción de Sodoma. Génesis 18 nos ensena la importancia de acoger, y Génesis 19 nos muestra el pecado de la no-acogida. Porque este es en realidad el pecado de Sodoma. Los “sodomitas”de hoy no son los LGBTI, sino todos los que predican la xenofobia, y particularmente los políticos populistas. El Nuevo Testamento (Hebreos 13,2) habla de la acogida como “filoxenia”, amistad para el extranjero. La “filoxenia”es precisamente lo contrario a la “xenofobia”.

Publicado en https://homoprotestantes.blogspot.com/2018/06/los-sodomitas-son-los-politicos.html#more

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