ARGENTINA
En su homilía, monseñor Crisóstomo recordó a las víctimas de crímenes atroces ocurridos hace un siglo. “Crímenes que ahora se repiten, abusos, persecuciones, desprecios, asesinatos”, enumeró y pidió que la paz llegue a todos los rincones de la tierra y que cristianos, musulmanes, judíos y los integrantes de todas las religiones y nacionalidades puedan “disfrutar de la paz y los derechos humanos”.
Estuvieron presentes el nuncio apostólico, monseñor Emil Paul Tscherrig; monseñor Enrique Eguía Seguí, obispo auxiliar de Buenos Aires en representación del cardenal Mario Poli; monseñor Habib Chamieh, administrador apostólico de los Maronistas, fieles de la parroquia Inmaculada Concepción de Belgrano, integrantes de la Comunidad de San Egidio y de la Comisión Ecuménica de San Justo.
Las Iglesias ortodoxas estuvieron representadas por monseñor José, obispo de Bolivia de la Iglesia Copta, el padre Gabriel en representación de monseñor Siluan Muci, arzobispo metropolitano de la Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa del Patriarcado de Antioquía; monseñor Jorge Arregui, obispo de la Iglesia Ortodoxa Americana; el Padre Enrique Bikkesbakker, de Iglesia Ortodoxa San Martín de Tours, de la Eparquía Autocéfala Ucrania.
Por las Iglesias de la Reforma estuvieron el obispo metodista Frank de Nully Brown, y el pastor David Calvo, de la Iglesia Evangélica Luterana Unida. También la presidenta de la Fundación Libanesa Argentina Cristiana (Funlac), Lidia Naim, y su asesor, Daniel Saade, además de integrantes de la Comisión de Iglesias Cristianas de Argentina y numerosos fieles.
Asistieron también los embajadores Reda Zaki, de Egipto, Hamzeh Dawakibi, de Siria, y Antonio Endary, del Líbano.
El obispo copto en representación de los Ortodoxos, el nuncio en representación de la Iglesia Católica y el obispo metodista en representación de las Iglesias de la Reforma, encendieron juntos un cirio, por los Siríacos Mártires del Genocidio de 1915. También encendieron una vela los embajadores presentes.
Al finalizar la oración, impartieron la bendición, el nuncio y el obispo metodista en castellano y monseñor Crisóstomo en arameo.
Fuente: AICA