Fabián Rey: “Las universidades evangélicas deben contener elementos para un pensamiento crítico y transformador”

Lic. Fabián Rey

Lic. Fabián Rey

ARGENTINA-

Dialogamos con el Lic. Fabián Rey, vicerrector de la Universidad del Centro Educativo Latinoamericano-UCEL, con sede en la ciudad de Rosario, Argentina. La UCEL es una de las universidades fundantes de la Plataforma de universidades protestantes y evangélicas de Aca Latina y el Caribe-Qonakuy.

Presenta la UCEL a nuestros lectores y lectoras 

La Universidad del Centro Educativo Latinoamericano, UCEL, fue creada en 1993 en el seno de una Asociación Civil sin fines de lucro. Es una Institución evangélica metodista de sólida y reconocida trayectoria en la ciudad de Rosario. Los inicios de la UCEL se remontan a casi 150 años atrás, cuando dos educadoras norteamericanas arribaron al país para colaborar con el proyecto educativo de Domingo Faustino Sarmiento.

UCEL está motivada por el espíritu de fe y de responsabilidad ética y social de la tradición educativa de la Iglesia Evangélica Metodista; abierta a todas las creencias, para conformar una comunidad enriquecida por el diálogo y la acción común, respondiendo a los desafíos del mundo moderno.

UCEL procura que sus estudiantes puedan desarrollarse plenamente, superándose de acuerdo con sus dones y capacidades para utilizar sus conocimientos para beneficio de su comunidad y para el bienestar de nuestro pueblo, el enriquecimiento de nuestra Nación y la paz y entendimiento entre naciones. Es esencial promover desde la Universidad, el desarrollo y transformación de las personas, sin lo cual no hay una real excelencia académica, para generar no sólo una sociedad más justa y equitativa.

UCEL ha sido creada para la formación científica y tecnológica de profesionales que puedan contribuir al desarrollo económico, social y cultural, atentos a las necesidades regionales, con una crítica del mundo moderno y un compromiso ético con el prójimo y hacia la naturaleza que les permita asumir sus responsabilidades ciudadanas y profesionales.

-¿Por qué pensar desde la UCEL una unión de universidades? 

En nuestro ideario siempre estuvieron presentes las posibilidades asociativas y de vínculos interinstitucionales, para generar redes y capacidades de trabajo mancomunado y brindar una formación para atienda las problemáticas actuales.

Además, entendemos, que es parte de la estrategia de intervención para analizar e incidir en el territorio, revalorizando los desarrollos productivos, sociales y culturales de las regionales, en un marco de apertura hacia nuevos horizontes.

La apertura hacia el pensamiento colectivo, la construcción común de estrategias de abordaje de las problemáticas educativas, la conformación de espacios generadores de conocimiento científico es parte de nuestra misión como universidad metodista. Asociarnos, pensar juntos, problematizar las realidades de la universidad latinoamericana es un desafío y un compromiso ineludible como parte del mundo académico protestante. La formación del estudiantado y su inserción en el mundo laboral son ejes que necesitan ser repensados no solo al interior de cada universidad sino también como red de universidades a los fines de proyectarnos desde una excelencia académica y la promoción de profesionales capaces de incidir en la sociedad para el bien común.

-¿Cómo ven el panorama educativo en el continente? ¿Qué rol creen pueden jugar las instituciones educativas evangélicas en este tiempo?

Cuando pensamos en América Latina debemos tener en cuenta que sólo el 8% de los y las jóvenes accede a la formación universitaria y mucho menor es el índice que señala cuántos terminan su formación académica.

En ese sentido, y en el contexto de los 500 años de la Reforma Protestante son muy valiosas las posibilidades que puede ofrecer una Universidad patrocinada desde ámbitos evangélicos y protestantes. En primer lugar, por su capacidad de incluir y acompañar procesos de formación y desarrollo de profesionales con una cosmovisión que atienda el bienestar común en los aspectos sociales y ambientales. Las universidades en el concierto de las casas de altos estudios del mundo evangélico posibilitan una formación que, además, de desarrollar académicamente lo específico de la carrera, pueda contener elementos para un pensamiento crítico y transformador, con una ética que privilegie la dignidad de la vida en todas sus dimensiones.

-¿Cómo visualiza prácticamente la aplicación de la Plataforma?

La Plataforma es una enorme posibilidad de desarrollar lo anteriormente enunciado que lejos de ser solo un mero discurso enunciativo, es la posibilidad de trabajar en forma cooperativa y en un estado de colaboración mutua con otras universidades de América Latina y del Caribe

Las múltiples carreras con las que contamos a nivel de la Plataforma posibilita:

  • Ampliar los campos de investigación e innovación que surgen a partir de la producción del conocimiento colectivo, teniendo en cuenta la riqueza que ofrece la diversidad y las diferentes prácticas institucionales.
  • Posibilitar el intercambio de estudiantes y de docentes.
  • Reflexionar acerca de la ética que surge en la era digital de los sistemas tecnológicos y los sistemas humanos y ambientales como aporte diferencial

Uds. están trabajando en organizar estudios teológicos. ¿Pueden estos acuerdos de Qonakuy armar planes de estudios compartidos y ecuménicos en el campo bíblico teológico?

Es una posibilidad para poder pensar la formación académica teológica, la formación pastoral y las necesidades eclesiales o sociales. Creo que realizar distintos trayectos en diferentes universidades, compartir distintos recursos con soportes regionales, favorece tener una mente amplia para la misión y su comprensión contextual.  A su vez, desde la Educación a Distancia se abren horizontes para poder profundizar este camino.

-¿Las diferencias en temas doctrinales, no cree que influyan a largo plazo en la concreción de acuerdos?

Las diferencias en temas doctrinales deben ser la posibilidad de aprender a convivir en un mundo globalizado y diferente. También existen acuerdos en el marco de lo doctrinal que nos permitirá pensarnos como Universidades y potenciarnos en lo individual con proyección a lo comunitario como red. Es importante como Plataforma de Universidades tener claridad en las metas que perseguimos y para las cuales estamos trabajando. Tener capacidad para discernir lo esencial de lo secundario, valorar y enriquecernos de lo diferente, es un desafío como cristiano en un mundo fragmentado. Si entendemos que este es un ámbito educativo y no eclesial podremos realizar los énfasis correspondientes.

Cada uno de los encuentros de la Plataforma debe seguir la premisa de ser uno para que el mundo crea.

 

 

 

 

 

 

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