Encuentro de estudiantes secundarios en el marco de ALAIME (Américo Jara)
ARGENTINA-
Entre los días 14 y 16 de octubre de 2017, en la ciudad de Rosario, se reunieron representantes de las instituciones educativas afiliadas y relacionadas con la Asociación Latinoamericana de Instituciones Metodistas de Educación (ALAIME). En las Jornadas Pedagógicas Participativas 2017, se reflexionó sobre “El desafío de educar en un mundo complejo”, con asistencia de representantes de Argentina, Bolivia, Chile, México, Panamá, Perú y Uruguay, e invitados fraternales de Estados Unidos, representante de General Board of Higher Education and Ministries of the Methodist Church y el Director General de las Escuelas Metodistas de Costa de Marfil (África).
Simultáneamente se realizó el V Encuentro Latinoamericano de estudiantes de colegios metodistas, cuya temática fue “La paz es el camino… en la diversidad florecemos”.
El XX aniversario de ALAIME fue celebrado reconociendo la trayectoria de esta asociación, que ha sido el eje nucleador de la educación metodista en América Latina.
La carta emitida al finalizar afirma lo siguiente:
“No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto” Romanos 12: 2
Reflexionamos sobre las características del mundo actual, un mundo complejo caracterizado por una cultura de la imagen, el desapego a los valores que propician la vida, la despersonalización, la globalización, el impacto de la tecnología, el hiperconsumo, las migraciones, la contaminación, la pobreza, la explotación y hasta cómo entendemos la diversidad. Estas reflexiones fueron acompañadas por celebraciones litúrgicas plenas de nuestras diversas culturas, donde disfrutamos juntos y con alegría nuestra fe.
Transitamos la complejidad desde lo que somos, educadores cristianos metodistas. Al analizar la complejidad debemos tener la apertura para desinstalarnos, salir de la conformidad. Nos movilizamos ante la incertidumbre, pero puede ser un gran tiempo para el acompañamiento solidario, el estar, el buscar el encuentro con el otro y entenderlo desde su complejidad, el empatizar, desarrollar un trabajo comunitario.
Creemos en un Dios de gracia y que esa gracia opera en medio nuestro en las capacidades de los seres humanos. Los educadores estamos llamados a no conformarnos con lo dado, sino a abordar nuestro contexto de forma crítica, acercando el evangelio al contexto del cual formamos parte.
Como educadores metodistas nos desafiamos a adoptar un posicionamiento ético cristiano a favor de la vida y la Creación, trabajando por una sociedad en la que quepan todos y en la que haya una vida antes de la muerte, una vida que tenga sentido, suma camaña (del aymara “el buen vivir”), el saber escuchar, el saber compartir, saber soñar, todo en una relación armónica. Sostenemos que el futuro va a ser lo que nosotros queramos o lo que otros quieran para nosotros.
Por esto nos desafiamos con esperanza a actuar para que la escuela sea un espacio de encuentro, de diálogo, de desarrollo del pensamiento para recuperar la confianza en el otro y la esperanza en el futuro que juntos construimos.